Lula pone un pedido de disculpas como condición para hablar con Javier Milei y pide que los prófugos del 8 de enero en el país sean presos
Las tensiones entre ambos mandatarios afectan la posibilidad de una reunión bilateral, aunque las relaciones diplomáticas siguen operativas
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BRASILIA.- El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, dijo que Javier Milei le debe un pedido de disculpas “a Brasil” y a él por “haber dicho muchas estupideces”, y defendió que los prófugos por los ataques del 8 de enero de 2023 en Brasilia sean presos en la Argentina si no es posible extraditarlos. Las declaraciones mostraron la incomodad que sigue guiando la relación entre Milei y Lula, pero no sorprendieron en los diplomáticos abocados a la relación bilateral.
“Sigue siendo poco probable una reunión [entre Lula y Milei]. Está a la vista de todos”, se sinceró, pocas horas después de los comentarios, una fuente brasileña que desconocía cualquier tratativa, bajo reserva, del gobierno de Brasil para conseguir esas disculpas que allanen el camino para una bilateral.
Lula puso como requisito para una conversación con Milei, con quien hasta ahora no ha hablado, un pedido de disculpas por parte de su par argentino. El brasileño se sintió “ofendido personalmente” por Milei durante la campaña proselitista del libertario en 2023, según colaboradores próximos de Lula, y por eso no participó de la ceremonia de asunción en Buenos Aires. Milei llegó a tratar a Lula de “comunista” y “corrupto”, asegurando que por eso jamás se reuniría con él.
Sin embargo Lula también dejó en claro que la tensa relación con Milei no necesariamente tiene que estropear las relaciones. “Un presidente no va a crear cizaña entre Brasil y la Argentina. Los pueblos son mayores que los presidentes, y quieren vivir bien en paz”, agregó.
A principios de mes entró en funciones el nuevo embajador de Argentina en Brasilia, Daniel Raimondi, un diplomático de carrera que se desempeñaba en la embajada ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington.
Lejos del alto perfil durante la gestión de su antecesor, el actual secretario de Turismo, Daniel Scioli, Raimondi recibió como principal misión de la canciller Diana Mondino trabajar para profundizar la “integración en áreas como energía, conectividad, defensa”, según supo LA NACION.
Las autoridades argentinas entienden que el distanciamiento entre presidentes no está afectando el trabajo diplomático. “Es normal que haya ruidos, diferencias políticas. Siempre las habrá, pero la relación es demasiado importante”, evaluaron cerca del nuevo embajador, quitándole dramatismo al distanciamiento entre los presidentes.
Al menos tres reuniones de alto nivel bilaterales se dieron luego de la asunción de Milei en diciembre del año pasado.
En marzo, la secretaria general de la cancillería brasileña, María Laura Rocha, se encontró en Buenos Aires con el vicecanciller, Leopoldo Sahores. Y luego hubo dos visitas de autoridades argentinas. En abril, Mondino se reunió en Brasilia con el canciller de Lula, Mauro Vieira, y también llegó a la capital de Brasil la secretaria de Malvinas, Paola di Charo, para reuniones en Itamaraty.
Inclusive hubo a fin de mayo una operación de socorro en la que se involucraron los cancilleres de ambos países, para que Petrobras enviase barcos con gas natural a la Argentina para evitar un eventual desabastecimiento durante el invierno.
Los dos presidentes van a coincidir en julio en Asunción, donde se celebrará la próxima cúpula del Mercosur el 7 y 8 de julio. Hasta el momento, nadie dio un paso para que haya una conversación bilateral.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, respondió este miércoles que Milei “no ha cometido nada de lo que tenga que arrepentirse, al menos hasta ahora”.
Prófugos en la Argentina
Lula manifestó, además, que la situación de los prófugos responsables por los ataques a las sedes de los poderes en Brasilia que se encuentran en la Argentina se está tratando “de la forma más diplomática posible”.
La policía federal brasileña, con intervención del ministro de Justicia, la cancillería y el Supremo Tribunal Federal, pedirá la extradición de quienes huyeron de Brasil. Pero existe una traba para que esos pedidos -una vez formalizados- se ejecuten de inmediato, ya que varios pidieron ser reconocidos como refugiados ante la Conare (Comité Nacional para los Refugiados).
“Los que están allá [en la Argentina], no sé el número, 60 personas, hay una parte ya condenada. Esos, tanto [Ricardo] Lewandoswki [ministro de Justicia], Andrei [Rodrigues, jefe de la policía] y Mauro Vieira de Itamaraty están discutiendo que si no quieren venir, que sean presos allá”, aseguró el presidente de Brasil.
Brasil pidió a la Argentina información sobre 143 condenados prófugos, y Buenos Aires acusó el ingreso de cerca de 60.
Las autoridades brasileñas sospechan, sin embargo, que además de los condenados es probable que haya “muchos más” prófugos por los ataques a las sedes instituciones en el país. La policía brasileña anticipó que formalizará la inclusión de esos nombres ya identificados en la red de búsqueda de la comunidad de policías de América.
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