Lula pidió a Chávez moderar su hostilidad hacia Washington
Para el presidente brasileño, su par venezolano puede perjudicar a la región
SAN PABLO.- "Chávez se está pasando de los límites."
Con esa frase, reproducida ayer por un medio brasileño, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, cada vez más molesto con el estilo combativo de su par venezolano, habría definido cuál es la actual visión de Brasil sobre el presidente de Venezuela.
Según el diario Folha de S. Paulo, que recogió la afirmación de boca de un colaborador directo del mandatario brasileño, "para Lula, Chávez puede perjudicar a Venezuela pero también a los vecinos, al estimular las hostilidades con Washington" en América latina.
Ayer, en una entrevista con LA NACION, el secretario de Asuntos Internacionales de la presidencia de Brasil, Marco Aurelio García, definió cuál es la demanda de Brasil: "La guerra verbal tiene que bajar, tanto de parte de Venezuela como de los Estados Unidos".
Según García, "la actual situación de tensión es incómoda".
"No creo que sea bueno para nadie. Nosotros creemos que ni a los venezolanos les gusta la confrontación de Chávez con los Estados Unidos, pero él tendrá sus razones. No nos corresponde entrometernos, pero si podemos ayudar, ayudamos", añadió.
Pero García negó que Brasil pretendiera intermediar entre Venezuela y los Estados Unidos. "Ellos se tienen que arreglar solos. Nosotros no somos «el chico de los mandados». Nosotros tenemos una excelente relación con Estados Unidos y una excelente relación con Venezuela. Ellos tienen sus propias relaciones", dijo.
Un emisario
El lunes, un día antes de la llegada a Brasil de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, Lula mandó a Caracas a su jefe de Gabinete, el ministro José Dirceu. Por su pasado como guerrillero y su buena relación con Fidel Castro -construida durante los seis años en que Dirceu recibió entrenamiento en la isla-, el ministro de Lula debía convencer a Chávez de no interrumpir el acuerdo de cooperación militar que Venezuela tiene con los Estados Unidos desde hace 30 años. Hubiese sido un gesto de Brasil con Rice, para demostrar que no son necesarias escaladas de hostilidades y que Brasil podría ocuparse de contener a Chávez.
Pero Dirceu volvió con las manos vacías. Como le había dicho el ministro a la propia secretaria Rice cuando se reunió con ella en Washington en abril: "Chávez no me escucha". Rice le había preguntado qué pretendía hacer Chávez con los 70.000 fusiles comprados a España. "Ya le dije que pare con eso, pero Chávez no me escucha", Dirceu habría dicho a Rice, según un diario brasileño.
García, el asesor directo de Lula que actúa como emisario del presidente en todos los conflictos de la región, marcó la diferencia de visión sobre Venezuela que mantiene Brasil en relación con los Estados Unidos.
"No creo que Venezuela tenga en este momento una estructura militar mayor o muy diferente que la de los otros países de la región. Hay que recordar también que Venezuela pasó por un proceso político inédito, recientemente, con un referéndum que confirmó a Chávez. Eso para Estados Unidos puede no ser suficiente, pero para nosotros sí lo es. Tenemos muchísimos puntos de convergencia con los Estados Unidos, pero no necesariamente convergemos en todos."
Mayor incomodidad
Sin embargo, la incomodidad del cuerpo diplomático brasileño y, de Lula en particular, con el estilo combativo y excéntrico de Chávez es cada vez mayor.
Ayer Folha de S. Paulo reprodujo un diálogo de Lula con un asesor directo, en el cual el presidente brasileño se mostraba preocupado por un comentario que le había hecho Chávez en 2003. El presidente venezolano le habría dicho que era capaz de "ir hasta la muerte" para derrotar a la oposición venezolana.
Según el diario, Lula, eminentemente un negociador sindical, le habría dicho a Chávez que las cuestiones políticas no pueden ser llevadas hasta la muerte. Y luego, le habría comentado a su asesor: "Me preocupa alguien que tiene una cabeza así, porque puede terminar haciendo una barbaridad".
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