Lula da Silva se posiciona como el protagonista latinoamericano de la COP28: “El planeta está harto de acuerdos climáticos incumplidos”
El presidente brasileño fue el primero en hablar durante la reunión de más alto nivel de la cumbre del clima en Dubái
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DUBÁI.- En el primer día de la convención del clima más gravitante del mundo, la Conferencia de las Partes (COP 28), en la que presidentes, primeros ministros y cancilleres 87 países -el resto de las Partes hablará mañana- subieron al podio para declarar su posición ante todos los temas que hay desparramados en la mesa de la negociación climática, hubo un protagonismo latinoamericano.
El 1 de diciembre, en el plenario más grande del recinto, habló, después de la presentación del rey Carlos III, Luiz Inácio Lula da Silva para celebrar el inicio de las discusiones políticas de la COP. Y no lo hizo sin antes declarar su posición sobre las negociaciones y pedir a las partes comprometerse a cumplir con lo acordado: la reafirmación del principio de responsabilidades comunes, pero diferenciadas; el financiamiento de 100.000 millones de dólares por año que se comprometieron a pagar los países desarrollados; deforestación cero y, sobre todo, actuar ahora.
“El planeta está harto de acuerdos climáticos incumplidos, de metas de reducción de emisiones de carbono ignoradas. El incumplimiento de los compromisos socava la credibilidad de cualquier régimen”, declaró en Expo Dubái hoy por la mañana.
La delegación brasileña ha tenido un rol destacado entre los países latinoamericanos. Con 1337 miembros, la representación del país sudamericano es la más grande de la historia de esta convención. Y es que desde el año pasado Lula hizo central la agenda climática. Incluso antes de asumir como presidente, prometió luchar contra la deforestación en el Amazonas, devastado por la falta de una política climática de su antecesor, Jair Bolsonaro.
Allí destacó los logros que su gobierno obtuvo en materia de recuperación del Amazonas: “En los primeros seis meses de gestión, recuperamos el 33% de esos bosques. Hemos forjado una visión común con los países amazónicos y hemos tendido puentes con otros países con selvas tropicales”, detalló después de haber hecho fuertes críticas a los países desarrollados o “del norte global” por no cumplir con sus compromisos de mitigación ni de financiar a los países más vulnerables a la crisis climática. Pero después de aquel discurso, su jornada recién comenzaba.
Juntos! Com @dilmabr e @MarinaSilva. #COP28
— Lula (@LulaOficial) December 1, 2023
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Durante todo el día, el presidente brasileño habló dos veces en el plenario, hizo una aparición en una charla en la que hablaron tanto la actual ministra de Medio Ambiente brasileña, Marina Silva, como la expresidenta y ahora cabeza del BRICS, Dilma Rousseff, y finalmente tuvo una reunión privada en el edificio de la presidencia de la COP 28, donde está la oficina de Sultan Al-Jaber.
Sin duda Lula da Silva llegó a la conferencia con una fuerza singular. Y es que, como también declaró, está preparando el terreno para la COP30, cuya sede será en Belém, al borde del río Amazonas, una región que, según asegura el propio mandatario, está en riesgo de cambiar radicalmente de no alinearse con las metas del Acuerdo de París.
“El nivel de los ríos es el más bajo en un periodo de 120 años. El futuro del Amazonas no depende de los que viven en la zona. Incluso aunque no se cortara un árbol más, podría llegar a un punto de no retorno si los países no cumplen con sus compromisos. Podría haber una sabanización del Amazonas”, planteó el mandatario en su segundo discurso.
Sí deforestación cero, pero no abandonar el petróleo
Si algo faltó en el discurso del presidente brasileño en materia de acción climática fue plantear estrategias para reducir la producción y el consumo de petróleo, una postura que comparte con el propio sultán Al Jaber. Contrario a lo que propuso en el plenario su homólogo colombiano, Gustavo Petro, Lula da Silva no quiere abandonar los combustibles fósiles.
De hecho, la compañía nacional, Petrobras, produjo en el tercer trimestre del 2023 un promedio diario récord de 3,98 millones de barriles de petróleo y gas natural equivalente, un 9,2% más frente al mismo periodo de 2022. Para él, la responsabilidad histórica la tienen los países más industrializados, los que desde hace más de 100 años llevan inyectando gases de efecto invernadero en la atmósfera para su desarrollo propio.
El gigante sudamericano, además, es cliente de la empresa estatal petrolera, Adnoc, que está presidida por el presidente de la COP 28. En los últimos 12 meses, la empresa emiratí vendió petroquímicos y otros derivados del petróleo por 50 millones de dólares y busca expandir sus acuerdos comerciales. Así lo muestran los documentos del sultán Al Jaber filtrados por la BBC tan solo unos días atrás.
Sumado a eso, ayer, la OPEP emitió un comunicado de prensa que anunciaba la integración de Brasil como uno de sus miembros. El inesperado anuncio tuvo lugar al término de la conferencia ministerial de la organización celebrada de forma virtual.
“La reunión dio la bienvenida a S.E. Alexandre Silveira de Oliveira, ministro de Minas y Energía de la República Federativa de Brasil, que se incorporará a la Carta de Cooperación OPEP+ a partir de enero de 2024″, indicó la OPEP. A pesar del este anuncio, Lula sigue siendo un referente de la acción climática y de la protección de los bosques en la COP 28.
Esta historia fue producida como parte del Programa de Medios sobre Cambio Climático 2023, una beca periodística organizada por la Earth Journalism Netwoek, de Internews y el Stanley Center for Peace and Security.
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