Lula da Silva afirmó que los bolsonaristas tuvieron ayuda interna para asaltar la sede presidencial
El presidente brasileño insinuó que los manifestantes recibieron ayuda interna para ingresar al Palacio del Planalto; “no hay puertas rotas aquí”, dijo
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BRASILIA-. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, dijo este jueves estar “convencido” de que los manifestantes bolsonaristas que arrasaron con los edificios de los poderes públicos el domingo en Brasilia tuvieron ayuda interna gracias a la “connivencia” de “muchos” policías y militares que trabajan allí, y anunció una “revisión profunda” del personal del Palacio de Planalto, uno de los lugares violentados.
“Estoy convencido de que la puerta del Palacio de Planalto fue abierta para que las personas entraran, porque no hay puertas rotas”, dijo el mandatario de izquierda en su primer desayuno con periodistas en la capital. “Significa que alguien les facilitó la entrada aquí”, agregó.
El domingo, miles de simpatizantes del exmandatario de ultraderecha Jair Bolsonaro invadieron las sedes de los poderes públicos en Brasilia, sacudiendo la capital exactamente el día en que Lula cumplía una semana desde que regresó al poder para un tercer mandato.
Durante la violenta movilización, los manifestantes saquearon oficinas y destruyeron invaluables obras de arte en su arremetida contra los edificios que albergan la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema.
“Vamos a investigar con calma para ver qué ocurrió de verdad”, comentó Lula, de 77 años, quien derrotó a Bolsonaro por un estrecho margen de menos de dos puntos porcentuales en el ballottage presidencial del 30 de octubre pasado.
Además, Lula calificó como un “desequilibrado mental” a Bolsonaro, aunque aseguró que no habrá una persecución sistemática contra su rival político. “Es un genocida que después de perder las elecciones se encerró en su casa” y dejó de gobernar, señaló.
”Esta es la primera vez en la historia de Brasil que un presidente electo comienza a gobernar antes de tomar posesión”, dijo el presidente, en referencia a una serie de negociaciones que hizo con el Congreso en diciembre para modificar el presupuesto de 2023.
Más allá de sus ataques a Bolsonaro, Lula aseguró que su gobierno no realizará una persecución sistemática contra nadie. “No voy a hacer eso durante mi mandato, mi mandato es diferente, no voy a estar peleando con Bolsonaro, porque mi mandato es para pelear contra el hambre [...]. No quiero dar la idea de que hay una persecución”, señaló Lula.
Revisión profunda
El mandatario anunció “una revisión profunda” del equipo que trabaja en Planalto, sede de la presidencia brasileña.
“La verdad es que el palacio estaba lleno de bolsonaristas, de militares, y queremos ver si podemos corregir [la situación], para colocar funcionarios de carrera, de preferencia civiles, o que estaban antes aquí o que fueron suspendidos, para que esto se transforme en un gabinete civil”, dijo.
Las autoridades investigan quién organizó y cómo se financiaron los manifestantes. Además, detuvieron a más de 1500 personas luego de unos actos vandálicos que recordaron a la invasión al Capitolio estadounidense en Washington el 6 de enero de 2021 por partidarios del entonces presidente Donald Trump.
Lula insistió en que está “esperando que la polvareda” de los ataques “se asiente” y que aún quiere ver las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del Palacio del Planalto, el Supremo Tribunal Federal y el Congreso Nacional.
Para el líder de izquierda, había “mucha gente” de la Policía Militar del Distrito Federal y de las Fuerzas Armadas que estaban “en connivencia” con los delincuentes.
Tras los ataques Lula firmó un decreto que determina la intervención federal en la seguridad pública del Distrito Federal, medida que fue avalada luego por diputados y senadores.
Tras las escenas de destrucción en Brasilia, la policía, el gobierno del Distrito Federal y las Fuerzas Armadas fueron criticadas por su actuación frente al vandalismo promovido por los golpistas.
Los videos que circularon en las redes sociales muestran cómo un grupo de policías abre paso y observa a los atacantes invadir el edificio del Congreso.
Tras los episodios de vandalismo, el gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, fue destituido de su cargo por 90 días por el STF.
Anderson Torres, exministro de Jair Bolsonaro, fue exonerado del cargo de secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal y objeto de una orden de aprehensión, y también fue detenido el excomandante de la Policía Militar, coronel Fábio Augusto.
Lula respalda a su ministro de Defensa
Por su parte, el presidente de Brasil respaldó hoy al ministro de Defensa, José Múcio, tras las críticas recibidas por amplios sectores del Partido de los Trabajadores (PT) y afines al Gobierno por supuestamente infravalorar las protestas del domingo pasado en Brasilia que derivaron luego en los ataques golpistas a las sedes de los tres poderes.
“Él va a continuar siendo mi ministro porque confío en él”, declaró Lula a periodistas en el Palacio del Planalto.
Unos días antes, al asumir el Ministerio de Defensa, Múcio llegó a decir que los campamentos bolsonaristas eran “una demostración de democracia” y afirmó que tenía “amigos y familiares” participando en esas manifestaciones.
Múcio, exdiputado federal por el ex Partido de Frente Liberal y exministro del Tribunal Federal de Cuentas, fue elegido por Lula para la cartera de Defensa precisamente por ser considerado un político moderado y conciliador.
“Siento el más profundo respeto por él y va a continuar. Si tuviera que cambiar ministros cada vez que cometen un error sería la mayor rotación de mano de obra de la historia de Brasil”, expresó el presidente, informó la agencia de noticias Europa Press.
El ministro de Justicia, Flavio Dino, manifestó públicamente que confía en que desde el Ministerio de Defensa se analice por qué el Gabinete de Seguridad Institucional no actuó como correspondía. “Quiero creer que esa investigación ocurrirá”, manifestó.
Políticas en 100 días
Lula planea tener listas políticas en 100 días para que el país vuelva a “funcionar a velocidad normal” y que los mercados financieros no se preocupen por su Gobierno.
El presidente dijo a periodistas que “lo que sucedió fue una gran advertencia, ganamos las elecciones, pero los partidarios fanáticos de Bolsonaro son muy peligrosos”.
“En adelante seremos más duros y aún más cautos”, dijo. “Debemos averiguar quién financia estos actos, eso es lo que pone en riesgo la democracia”.
El presidente también dijo que los mercados no deben preocuparse por el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT). “Siempre tuve superávits primarios”, dijo Lula, que también fue presidente de Brasil entre 2003 y 2010.
Los brasileños hablan
El 93% de los brasileños rechaza los ataques al Palacio del Planalto y otros predios públicos perpetrados el domingo por activistas de ultraderecha en Brasilia, de acuerdo con una encuesta de Datafolha publicada este jueves.
Mientras el 93% declaró estar en contra de esas acciones violentas realizadas por seguidores de Bolsonaro, el 3% apoyó las invasiones, el 2% dijo ser indiferente a los hechos y el 1% no tuvo opinión sobre los mismos.
Los números no llegan al 100% porque la técnica utilizada “redondea” los índices, explicó Datafolha que entrevistó por teléfono a 1214 personas de más de 16 años entre el martes y miércoles pasados con un margen de error de 3 puntos para más y para menos.
En tanto, para el 55% de los consultados, el expresidente ultraderechista tuvo algún grado de responsabilidad en los incidentes del domingo, mientras 39% considera que no tuvo ninguna injerencia y el 6% no supo qué responder.
Agencias AFP, DPA y ANSA
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