Luego de los agravios, un final lleno de gestos
Los contrincantes pronunciaron discursos con tono conciliatorio luego de conocer el resultado
CHICAGO (De nuestra corresponsal).- Horas antes habían sido adversarios. Pero el final de la campaña y el inapelable resultado electoral renovaron las expresiones de civismo entre Barack Obama y su derrotado adversario, con lo que ambos contribuyeron a sembrar un tono conciliatorio.
Fue una seguidilla de gestos en ese sentido. "Contribuiremos y trabajaremos por el bien del país", prometió el derrotado Mitt Romney. "Yo estoy convencido de que lo mejor está por venir y de que juntos somos mucho más como nación", replicó luego Obama.
Como impone la norma, el primero en hablar fue Romney, a quien correspondió aceptar la derrota y, con eso, dar paso al esperado discurso de victoria de Obama. No fue un momento sencillo para el ex gobernador.
"Hablé con el presidente Obama y lo felicité por su victoria", empezó el republicano. Se las ingenió luego para que, en su breve intervención, el demócrata fuera aplaudido por los suyos.
"Le deseo el mejor éxito al presidente y rezaré por eso. El país está en una situación crítica. Contribuiremos y trabajaremos para superarla", prometió.
No fueron más de cinco minutos de intervención, en los que luchó para no perder la sonrisa en una noche decepcionante.
Lo cierto es que, apenas terminó Romney su discurso en Boston, Obama se puso en marcha hacia el estadio techado donde dio su emocionante discurso de victoria.
Allí intentó una apelación esperanzadora, convencido de que "lo mejor está por venir" y con la promesa de "trabajar sobre la base de lo que enseñan los errores".
La noche cerró con un nuevo gesto de conciliación. Sobre el final, familiares de Romney se acercaron a Obama para saludarlo en persona, y el presidente los invitó a subir al escenario.
Fue una pausa en la crispación que caracterizó la relación entre demócratas y republicanos no sólo en la campaña, sino en los cuatro años de gestión de Obama.