Los venezolanos empiezan a perder la fe en Guaidó y se hunden en la decepción
Muchos se sienten frustrados por la lentitud del cambio en medio de las dificultades cotidianas bajo el gobierno chavista
CARACAS.- Cuatro días antes de que el líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, llamara a un levantamiento militar en un intento de derrocar al presidente Nicolás Maduro, dijo a sus partidarios en un mitin fuera de Caracas: "En los próximos días, vamos a decidir el destino" del país.
El dirigente de 35 años terminó el discurso con su habitual grito ante los venezolanos desesperados por el fin de los 20 años de gobierno socialista: "¡Vamos bien!".
Sin embargo, después de la fallida insurrección del 30 de abril, cuando las tropas permanecieron en sus cuarteles y funcionarios gubernamentales claves se negaron a cambiar de lado, muchos venezolanos ya no están tan seguros.
Muchas personas se han sentido frustradas por la lentitud del cambio en medio de las dificultades de la vida diaria. Muchos venezolanos dijeron que estaban perdiendo la esperanza de que Guaidó pudiera desalojar a Maduro del poder.
"Vamos bien, pero bien mal", dijo Rafael Narváez, un conductor de taxi en la occidental ciudad costera de Punto Fijo. "Ya ese 'vamos bien' se convirtió en un chiste y para mí de mal gusto", destacó. Narváez dijo que se había esperanzado el 30 de abril cuando vio aparecer a Guaidó con militares en un video que decía que era hora de levantarse contra Maduro. "Pensaba que por fin había llegado el momento de recuperar nuestro país. Ahora estoy decepcionado".
Analistas señalan que el resultado más probable ahora es que el statu quo continúe, ya que Maduro gana confianza en que su represión contra la oposición quedará relativamente impune y Guaidó busca una nueva estrategia para mantener al público lleno de energía.
Cuando Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, se proclamó en enero presidente interino inyectó nuevas esperanzas en la fragmentada oposición.
Washington lo respaldó e impuso nuevas y duras sanciones a la industria petrolera de Venezuela, con el objetivo de obligar a Maduro y sus aliados a abandonar el poder.
Pero, desde el levantamiento del 30 de abril, el impulso de la oposición disminuyó. La asistencia a los mítines públicos de Guaidó bajó y la oposición no realizó grandes protestas desde entonces.
Una marcha convocada para pasado mañana será una prueba de fuego para el apoyo de Guaidó.
Con la posibilidad de una rápida remoción de Maduro lejana, la oposición se prepara para una campaña más prolongada y que busca construir una organización de base para presionar a unas elecciones sin el mandatario socialista.
Yon Goicoechea, del equipo de políticas de Guaidó, reconoció que había "fatiga" entre los venezolanos. "Tenemos que pelear contra la desmovilización y contra la desesperanza. Tenemos que ser constantes en el apoyo al presidente [Guaidó] y ser pacientes".
Para mantener el impulso, Goicoechea dijo que Guaidó había viajado a 11 de los 23 estados y que visitaría al menos cinco más este mes para motivar a sus partidarios. Goicoechea sostuvo que Guaidó está centrado en expandir una red de Comités de Ayuda y Libertad, un programa que la oposición comenzó en abril para organizar esfuerzos, algo que el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) logró con éxito.
Sin embargo, los asistentes dicen que hasta ahora los comités tienen poca tracción. Rafael Mora, un médico de 27 años y partidario de Guaidó en Barquisimeto, en el oeste del país, dijo que muchos venezolanos querían un cambio inmediato sin estar dispuestos a trabajar para ello. "No podemos dejar toda la responsabilidad en manos de un líder, un mesías", dijo Mora.
El apoyo a Guaidó sigue siendo alto, pero bajó de 61,2% en febrero a 56,7% en mayo, según un informe del 10 de junio de Datanálisis. Solo el 10,1% de los venezolanos aprobó a Maduro en mayo, el nivel más bajo para un presidente venezolano desde 1999, agregó Datanálisis.
En tanto, un sondeo de DatinCorp mostró que la proporción de venezolanos que reconocen a Guaidó como presidente legítimo se había desplomado desde el 49% en febrero al 36% en junio.
Raúl Gallegos, director de Control Risks, dijo que su escenario es que Maduro todavía estará en el poder para fines de año y que la oposición perderá fuerza. No parece que Guaidó tenga un plan B para desalojar a Maduro, concluyó.
Angus Berwick y Mircely Guanipa
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