Los separatistas catalanes hacen una demostración de fuerza y desafían a Madrid
BARCELONA.- La ciudad arde hoy de fiebre independentista. Con la fiesta de la Diada, Cataluña celebra hoy su "fecha patria" con un marcado acento político en respuesta al llamado del gobierno regional que convoca a "luchar" por convertir a la región en una república separada de España.
"Prometo hacer efectiva la República", dijo el independentista Joaquín Torra, que ejerce el gobierno por decisión del fugado expresidente Carles Puigdemont mientras permanece fuera de España para esquivar a la Justicia acusado de rebelión.
Torra no ha dicho cuándo ni cómo quiere procurar esa "república", pero insiste en su declaración de diálogo con el gobierno de España, que lidera el socialista Pedro Sánchez.
Se espera hoy una demostración de fuerza independentista, con movilizaciones en las calles y varias escenificaciones de la idea, de modo que pueda ser captada por la prensa de todo el mundo sin necesidad de traducciones.
La ola y derribar el muro
Entre los actos más espectaculares figuran una ola de clamor independentista que partirá desde las calles de la ciudad luego de un momento de silencio. Una ceremonia que ha sido cuidadosamente planificada por la plataforma Asamblea Nacional Catalana (ANC).
Lo otro será el derribo de un muro que simboliza las trabas al "deseo de independencia", según dijeron los organizadores. Algo muy en la línea estética del que dividía Berlin Oriental de la parte Occidental.
"Lo único que divide es la ausencia de libertad", dijo Torra en su mensaje institucional, previo al comienzo de los actos. Intentó así aventar las críticas de quienes censuran que "gobierne para los independentistas y no para los catalanes en su totalidad".
Con esa expresión Torra aludió también a los nueve dirigentes independentistas que están presos por delitos de rebelión y a quienes se fugaron para escapar de ese destino, entre ellos, el Puigdemont.
Los organizadores aseguran que más de medio millón de personas se inscribieron para la movilización y la ola independentista a lo largo de las calles de la ciudad.
Acento político
La estética de la fiesta es de signo independentista. Hay más banderas esteladas -las que incorporan una estrella y claman por una república independiente- que senyeras, que es la bandera oficial de Cataluña.
Por todas partes se ven lazos y remeras amarillas, el color que reclama por los dirigentes presos. También las hay de color morado, que son las que vendió la ANC -a 15 euros cada una- para recaudar fondos.
Partidos de oposición lamentaron que "el día de toda Cataluña haya sido tomado por el gobierno para un reclamo sectorial que no representa a toda la sociedad", dijo Inés Arrimadas, del liberal partido Ciudadanos.
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