Los reticentes a vacunarse ponen en riesgo el objetivo sanitario de EE.UU.
La resistencia de una porción de la población puede llegar a impedir que el país llegue al 4 de julio el 70% de la población vacunada con al menos una dosis; los jóvenes son los más reticentes
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WASHINGTON.- Ningún otro país acaparó vacunas como Estados Unidos, pero quizá ni siquiera eso alcance. En mayo, Estados Unidos vacunó a casi 23 millones de personas, según Our World In Data, menos de la mitad de la cantidad de personas a las que vacunó en abril pese al aluvión de incentivos –desde dinero y sorteos, hasta cerveza y marihuana– que desplegaron la Casa Blanca, los gobiernos estatales y empresas para intentar convencer a los holdouts, tal como se ha bautizado a quienes todavía reniegan del pinchazo.
El retroceso en la cantidad de vacunas administradas empieza a socavar la confianza de que el país llegará al 4 de julio con el 70% de la población adulta vacunada con al menos una dosis, tal como prometió el presidente, Joe Biden, para celebrar “la independencia del Covid” en el feriado más importante del año, el Día de la Independencia.
El dato preocupante de mayo es que Estados Unidos vacuna ahora en promedio a menos de un millón de personas por día, cuando en abril llegó a vacunar a más de tres millones en un solo día. Las autoridades han intentado hacer todo lo posible para convencer a los holdouts de que se vacunen. Y la campaña de vacunación comienza a revelar las mismas disparidades que caracterizaron a la pandemia.
Atento a la merma en las vacunaciones, el presidente Biden anunció la semana pasada más medidas para llegar a más brazos, como la ampliación del horario para vacunarse en farmacias a 24 horas los viernes. Biden también le pidió a la gente que se involucre, a sabiendas de que la decisión de vacunarse depende, muchas veces, de una charla cara a cara más de que de la posibilidad de ganar un millón de dólares –como ofreció Ohio– o un viaje gratis en Uber.
“Le estamos pidiendo ayuda al pueblo estadounidense”, imploró Biden. “Los necesitamos. Necesitamos que vacunen a sus amigos, familiares, vecinos y compañeros de trabajo. Ayúdenlos a encontrar una cita. Llévenlos al sitio. Díganles por qué tomaron la decisión ustedes mismos”, dijo el mandatario.
La reticencia es más seria en el sur del país, y entre afroamericanos y los latinos, quienes muestran tasas de vacunación mucho más bajas que el resto de la población, y es otra muestra de las desigualdades raciales en Estados Unidos: los negros y los hispanos fueron los dos grupos más golpeados por la pandemia del coronavirus. Los estados demócratas muestras tasas de vacunación más altas que los republicanos.
We’ve made incredible progress in the fight against COVID-19, but we need everyone across the country to pull together to get us over the finish line. Get vaccinated — and encourage your friends and family to get protected as well.
— President Biden (@POTUS) June 7, 2021
We can do this.
Un problema que mostró ese sondeo, y que después fue ratificado por una encuesta de la Fundación Familia Kaiser, es que hay millones de personas que creen que la aprobación de emergencia a las vacunas por parte de la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) se hizo demasiado rápido, y prefieren esperar a que el gobierno federal otorgue el visto bueno definitivo antes de ir a vacunarse. Pfizer y Moderna ya han solicitado la aprobación final para sus vacunas.
La encuesta de la Fundación Kaiser indicó que alrededor de un tercio de los adultos que aún no se han vacunado indicaron que la aprobación definitiva los haría más propensos a recibir el pinchazo.
Otro inconveniente para cubrir el último tramo de la campaña vacunación –”la última milla”, como la llaman en la jerga sanitaria de Estados Unidos– es la falta de protecciones laborales. Uno de cada cinco adultos encuestados señaló en que prefiere esperar porque teme que los efectos secundarios de las vacunas les impida ir a trabajar, y que se vacunaría si en el trabajo le dieran una licencia paga por enfermedad. Los incentivos financieros, como los pagos de una única vez o los sorteos resultaron tentadores para una pequeña minoría de los holdouts, entre un 10% y un 15%, según el mismo sondeo.
El mapa de Estados Unidos revela que los estados del sur y el medio oeste del país tienen tasas de vacunación más bajas que las costas y los estados de los grandes lagos, gobernados por demócratas, donde la población ha mostrado una mayor voluntad para vacunarse. Y ya hay trece, la gran mayoría en las costas demócratas del país, que han logrado superar la meta de la Casa Blanca y ya han vacunado con al menos una dosis a más del 70% de la población adulta.
Otro de los motivos por los cuales la vacunación ha perdido intensidad es, paradójicamente, que los contagios también perdido intensidad. Hay personas que eligen postergar la vacunación porque sienten que el riesgo a contagiarse ahora es mucho más bajo gracias a que otro se han vacunado.
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