Los polacos ponen fin al "reinado" de los Kaczynski
Triunfó la oposición liberal, que promete acercarse a la UE
VARSOVIA.- Los controvertidos gemelos Kaczynski, que se enfrentaron a la Unión Europea, promovieron una "revolución moral" y desataron una polémica persecución de ex comunistas en su país, sufrieron ayer una amarga derrota en las elecciones legislativas anticipadas de Polonia, que pondrán fin a sus dos turbulentos años de gobierno.
El partido Ley y Justicia (PiS), del primer ministro Jaroslaw Kaczynski y de su hermano, el presidente Lech Kaczynski, fue derrotado por la formación liberal Plataforma Cívica (PO), que prometió acelerar las reformas económicas en Polonia y mejorar las relaciones con la UE.
La victoria de PO se produjo en unas elecciones que tuvieron la mayor asistencia a las urnas desde la caída del comunismo, hace casi dos décadas. Fue el mejor resultado para cualquier partido en la era poscomunista, lo que significó otro duro golpe para los gemelos Kaczynski.
Las encuestas en boca de urna indicaban anoche que el PO habría obtenido el 43,7 por ciento de los votos, frente al 31,3 por ciento para el partido de los gemelos nacionalistas. El tercer partido más votado era el del ex presidente Aleksander Kwasniewski, Izquierda y Democracia (LiD), con un 12,6 por ciento.
"[Los votantes] le demostraron a toda Europa que en tiempos difíciles los polacos pueden ocuparse de su país de manera extraordinariamente responsable", dijo el líder de PO, Donald Tusk, en su discurso de victoria.
Se prevé que Tusk, quien para muchos simboliza la esperanza de que Polonia se convierta en un país verdaderamente europeo, será el próximo primer ministro del país. El líder opositor prometió durante la campaña revolucionar la economía para convertir a Polonia en "la nueva Irlanda".
El primer ministro, por su parte, reconoció la derrota. "Hemos perdido contra un amplio frente", dijo. "Seremos una oposición decisiva y dura." Aunque su hermano Lech podrá permanecer en la presidencia hasta 2010, el resultado de ayer marca el fin del dominio de los gemelos, ya que, unidos, los partidos de la oposición estaban cerca de conseguir suficientes escaños en el Parlamento para superar su poder de veto legislativo. De confirmarse las proyecciones, el PO obtendría 227 bancas, a apenas cuatro de la mayoría absoluta de 231 en el Parlamento de 460 asientos.
Hasta anoche, no estaba claro si el PO consideraría la posibilidad de formar una coalición con algún otro partido para obtener una mayoría absoluta.
La asistencia electoral fue del 55,3 por ciento, la más elevada desde la primera elección plenamente democrática en Polonia, en 1991. La inesperada concurrencia a las urnas causó importantes demoras durante la jornada electoral.
Las elecciones fueron convocadas dos años antes de lo previsto, después de que la frágil coalición de Jaroslaw Kaczynski se desintegrara, tras una resonante investigación por corrupción.
Los polacos parecieron rechazar ayer los permanentes roces que mantuvo el premier con la UE y su controvertido esfuerzo por echar de los puestos de influencia a los ex comunistas. Tusk, en cambio, habló durante la campaña de la necesidad de aprovechar las oportunidades económicas que ofrece ser miembro de la UE, bloque al que Polonia se unió en 2004.
Un nacionalista crítico de los principios liberales de la UE, el primer ministro se enfrentó con otros países del bloque en temas como el nuevo tratado europeo, la defensa del medio ambiente y la pena capital, que él apoya, pese a que no existe en su país.
Uno de los momentos álgidos fue en junio pasado, cuando, durante la presidencia alemana de la UE, Polonia propuso que para la consideración de las cuotas de poder dentro de los organismos europeos se tomara en cuenta la población polaca antes de la Segunda Guerra Mundial, es decir, antes de la ocupación del país por Alemania y del extermino nazi.
La UE esperaba, por esas y otras posiciones polémicas de los gemelos, un triunfo del opositor Tusk, quien en su trayectoria política incluye su postura de rechazo a los gobiernos comunistas y su adhesión al sindicato Solidaridad, de Lech Walesa.
Carta europea
Según anunció ayer un dirigente liberal, el futuro gobierno de Tusk firmará la carta europea de derechos fundamentales, incluida de manera implícita en el nuevo tratado europeo, que hasta ahora era rechazada por Gran Bretaña y Polonia.
En la cumbre europea celebrada en Lisboa la semana pasada, la delegación polaca, encabezada por el presidente Lech Kaczynski, había confirmado el rechazo de Polonia a firmar la carta. El argumento del gobierno polaco era su rechazo a un documento que impone a Polonia derechos individuales (como el matrimonio entre homosexuales) que no están reconocidos hasta ahora en el país.
Más leídas de El Mundo
La mayor ofensiva en meses. Un masivo bombardeo ruso provocó graves daños a la endeble infraestructura energética de Ucrania
Cumbre en Río. Lula apuesta al G20 para recuperar prestigio internacional después de varios tropezones
¿En 2025? Zelensky cree que la guerra “terminará antes” con Trump en la presidencia de EE.UU.