Los pilotos del helicóptero en el que murió la argentina habían advertido fallas
A casi un mes del trágico accidente de un helicóptero, que se estrelló en el río Este de la ciudad de Nueva York, y que terminó con la muerte de cinco personas -entre ellas, una argentina-, se reveló que pilotos de la compañía habían advertido fallas en la aeronave.
La información fue reportada por el diario estadounidense The New York Times, que detalló que, cuatro meses antes de la tragedia, pilotos de la compañía FlyNYON que habían operado el helicóptero habían advertido a sus superiores que la aeronave se encontraba en "peligrosas" condiciones.
Según el medio norteamericano, los tripulantes habían solicitado en repetidas oportunidades "un equipo de seguridad más adecuado". En ese sentido, un piloto escribió un mail a la gerencia de la compañía anunciando que se "preparaban para el fracaso" al usar el tipo de arneses que tenían las aeronaves.
Cuatro días antes del accidente fatal, el mismo piloto hizo una serie de sugerencias a las autoridades de la compañía para solicitar herramientas que servirían a los pasajeros para librarse con facilidad en caso de una emergencia.
La compañía explicó en su sitio web que había desarrollado un sistema de seguridad que era especial para la industria. De hecho, los documentos y las entrevistas muestran que FlyNYON había estado utilizando sobre todo los arneses de construcción que tenían pensado actualizar.
Mientras tanto, la Administración Federal de Aviación -que anteriormente no había regulado los vuelos de estos helicópteros- prohibió cualquier vuelo que use restricciones de las que los pasajeros no puedan salir de manera rápida, una prohibición dirigida directamente contra FlyNYON.
La oficina del fiscal general de Nueva York inició una investigación de protección al consumidor sobre las prácticas comerciales de dicha compañía y le exigió que deje de promocionar por el momento los vuelos privados.
FlyNYON ofreció vuelos en helicópteros con las puertas abiertas o retiradas para que los pasajeros puedan tomar fotografías y, de esta manera, los arneses les permitirían inclinarse o colgar las piernas sobre el borde de la cabina.
Los pasajeros que murieron el último mes utilizaban los equipos que habían despertado preocupación en los pilotos. El único que no llevó este tipo de instrumento fue Richard Vance, el piloto del helicóptero y único sobreviviente de la tragedia.