Los líderes del G-20 buscaban acercar posiciones por el comercio y el clima
Varios jefes de Estado advirtieron sobre los riesgos de que las disputas arancelarias impacten en la economía global; Abe intentaba mediar con EE.UU. por el Acuerdo de París
OSAKA.- Los líderes del G-20 buscaban anoche en Osaka bajar las tensiones y superar las divisiones entre las grandes potencias para alcanzar un acuerdo en el cierre de la cumbre que atenúe la crisis producida por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y las enormes diferencias sobre las posturas respecto del cambio climático.
Durante la cumbre de dos días de 37 presidentes, primeros ministros y jefes de organizaciones internacionales, los líderes venían expresando hasta anoche su preocupación por el daño potencial a la economía mundial si se intensificara la guerra comercial y por el sentimiento proteccionista creciente en muchos estados miembros del G-20 por la pérdida de empleos y el aumento de la desigualdad en la distribución de la riqueza.
"Estoy profundamente preocupado por la situación económica mundial actual. El mundo está prestando atención a la dirección en la que nosotros, los líderes del G-20, avanzamos", señaló ayer el anfitrión y primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en su discurso. "Tenemos que enviar un mensaje fuerte, que es respaldar y reforzar un sistema de libre comercio, justo y que no discrimine", agregó. Los avances en ese sentido no estaban asegurados para ser incluidos en un documento final de consenso.
Varios funcionarios japoneses dijeron a las prensa que el presidente ruso, Vladimir Putin; el primer ministro indio, Narendra Modi, y el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, expresaron su preocupación por la guerra comercial y pidieron al presidente norteamericano, Donald Trump, y al chino, Xi Jinping, que solucionen su disputa.
La reunión prevista para la madrugada de hoy entre ambos líderes despertó esperanzas de que se pueda alcanzar un freno en la guerra arancelaria entre las dos mayores economías del mundo.
Con todos los ojos puestos en las negociaciones entre Washington y Pekín, las primeras chispas las lanzó ayer Trump al afirmar que "nunca prometió" a China que no lanzaría nuevos aranceles. "Esperemos, veamos qué pasa mañana [por esta madrugada], será una jornada emocionante", anticipó.
Washington y Pekín gravaron importaciones multimillonarias mutuas en una disputa sobre la tecnología y el superávit comercial crónico de China.
"Estamos aquí como europeos también para defender y promover en forma firme e inequívoca la democracia liberal", dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. "Lo que a mí me parece realmente obsoleto son el autoritarismo y los cultos a la personalidad", añadió.
Además, algunos países, Francia en particular, expresaron su ira por los intentos de Estados Unidos de debilitar los documentos aprobados en cumbres anteriores sobre la importancia del Acuerdo de París de 2015 respecto del cambio climático.
Inflexión
Como anfitrión del G-20, a cargo de forjar un acuerdo final, Abe enfrentaba la difícil tarea de aplacar a Trump, que sacó a Estados Unidos del Acuerdo de París, y al resto del G-20, que insistía en un fuerte apoyo del grupo para el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C para finales de siglo.
En cuanto al cambio climático, Abe intentaba hacer de la reunión de Osaka un punto de inflexión para el progreso en cuestiones medioambientales, y también el desarrollo de nuevas normas para la "economía digital", como la creación de leyes justas para que empresas como Google y Facebook paguen impuestos.
Los mandatarios de Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica (que conforman el grupo de los Brics) se reunieron en un aparte de la cumbre y pidieron esfuerzos conjuntos para estabilizar el comercio internacional y combatir el proteccionismo.
El detrás de escena
Lo que dejó la primera jornada de los líderes en la cumbre
Las suspicacias por el termo que se llevó Putin
¿Miedo a un envenenamiento o un nuevo golpe de efecto? El presidente ruso, Vladimir Putin, llevó su propio termo a la cena oficial de la primera jornada del G-20 en Osaka, lo que desató toda clase de rumores, hasta el punto de que tuvo que reaccionar el Kremlin. Putin fue fotografiado y filmado mientras bebía sorbos de un recipiente inesperado, un vaso isotérmico blanco, mientras que el resto de líderes mundiales usaban las habituales copas. Las imágenes mostraron a Putin brindando a distancia con Donald Trump, ambos a cada lado del anfitrión, el premier japonés, Shinzo Abe. El Kremlin quiso desactivar rápidamente la polémica en torno a Putin. "Lo que sucede es que él bebe té constantemente con ese termo", explicó su vocero, Dimitri Peskov.
Una recepción muy cálida para el príncipe heredero saudita
Para muchos es un paria internacional, pero no es lo que podría pensarse tras ver la calidez con la que recibieron al príncipe heredero saudita, Mohammed ben Salman, en la Cumbre del G-20.Lució muy sonriente entre Donald Trump y Shinzo Abe para la foto de familia; intercambió gestos pícaros al sentarse junto a Vladimir Putin, y posó con Moon Jae-in y un grupo de chicos que ondeaban banderas antes de una ceremonia para firmar acuerdos. Aunque se multiplican las críticas en su contra -la ONU pidió investigar su supuesta participación en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi-, en Osaka algunos líderes se esforzaron por asegurar que Ben Salman se sintiera cómodo. Con frecuencia exhibió una gran sonrisa e intercambió elogios.
Merkel, "activa" después de los temblores en público
Luego de las imágenes de sus temblores en un acto público, que generaron preocupación por su estado de salud, la canciller alemana, Angela Merkel, participó ayer en varias de las reuniones de la Cumbre del G-20 y mantuvo conversaciones con varios de los líderes. Una vocera de su equipo afirmó que Merkel se encuentra "activa" y goza de "buena salud", y se respaldó en su participación en el encuentro en Japón. "Las imágenes que podemos ver de Osaka muestran que la canciller está totalmente activa y con buena salud. Hace su trabajo, va a las citas previstas", afirmó la vocera Martina Fietz en una conferencia de prensa en Berlín. Anteayer, la canciller había vuelto a sufrir temblores en público, un episodio similar al que había padecido el 18 de junio pasado.
Las críticas y la justificación del líderque se ausentó
"Ahí van a tratarse los asuntos de la guerra comercial [entre China y Estados Unidos], con la que no estoy de acuerdo. No quiero ir a una confrontación directa", dijo el presidente mexicano, Manuel López Obrador, para argumentar su faltazo a la Cumbre del G-20. Su ausencia despertó críticas en Japón y en México, donde algunos sectores cuestionaron que el mandatario perdiera la oportunidad de tener un mano a mano con Donald Trump, con quien mantiene frentes abiertos. En representación de México viajó a Osaka el canciller, Marcelo Ebrard, mientras que López Obrador envió una carta a sus pares del G-20 con una propuesta para frenar el drama migratorio, según contó en una conferencia de prensa.
Agencias AFP, Reuters y AP
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