Los errores de la oposición, expuestos por una negociación que pone en duda su liderazgo
MIAMI.- La decisión de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de participar en el suspendido diálogo con el régimen de Nicolás Maduro le acarreó un elevado costo político al frente opositor, que ahora debe enfrentar sin resultados tangibles un diluvio de críticas que generan dudas sobre su posición de liderazgo.
Analistas dijeron que la oposición nunca debió haberse sentado con Maduro sin haber conseguido previamente que suspendiera la feroz represión contra los manifestantes en las calles y que debió haber abandonado la mesa del diálogo mucho antes, cuando quedó en evidencia que las conversaciones estaban siendo usadas por el régimen como cortina de humo para tapar el creciente número de violaciones a los derechos humanos.
"Se cometió un gran error. Es un diálogo que jamás se debió dar en esos términos, sin precondiciones", dijo el analista Orlando Viera Blanco. "Fue un diálogo que se dio en el marco de muertes de jóvenes y ciudadanos, y que no condujo a aliviar las cargas represivas del gobierno, que nunca se puso en agenda para generar una suerte de tregua por el tema de la protesta", agregó.
La ferocidad de la represión del régimen contra los manifestantes se incrementó, pese a que llevaba semanas conversando con representantes de la MUD. Según cifras oficiales, 44 personas murieron, cientos resultaron heridas y miles fueron procesadas judicialmente desde que comenzaron las protestas a inicios de febrero.
No obstante, el proceso fue congelado el martes dado la ola de arrestos estudiantiles registrada la semana anterior, luego de que agentes del chavismo lanzaron una redada en cuatro de los campamentos donde los manifestantes dormían.
"No nos prestamos a una burla. Exigimos de parte del gobierno la misma sinceridad y el mismo compromiso hacia el diálogo que estamos nosotros aportando", expresó el secretario general de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo.
Como razones para abandonar el diálogo, Aveledo citó la detención de más de 200 estudiantes en las protestas de los últimos días, las declaraciones de algunos voceros oficiales desconociendo los acuerdos alcanzados en las negociaciones y la falta de definición sobre los casos de presos opositores.
No obstante, la MUD dejó abierta la posibilidad de un eventual retorno al diálogo, al declarar que espera reunirse con los cancilleres de la Unasur para ver si ellos ayudan a "destrabar" las conversaciones.
Pero su participación en el proceso del diálogo vino con un alto costo político para la MUD, que previamente venía desempeñándose como la máxima representación de la oposición, pero que terminó distanciándose de los otros sectores que adversan al chavismo al sentarse en la mesa con Maduro.
En evidencia
Para el asesor político Esteban Gerbasi, la decisión de la MUD de dialogar rompió el mito que existía en los ojos de muchos sobre la organización y dejó en evidencia lo que realmente es: una agrupación que representa sólo a la máxima cúpula de un grupo de partidos políticos, pero no necesariamente a los intereses de otros sectores de la oposición, incluidos los de los manifestantes.
"La MUD ya no tiene razón de ser. La MUD fue ideada para un proceso electoral, y ya no estamos en uno", comentó Gerbasi.
"La única manera que la MUD tenía para poder mantenerse en el tiempo era mutar y pasar a apoyar las protestas en la calle, que ante la posición represiva y dictatorial del régimen, eventualmente, tendría que convertirse en un movimiento insurreccional", comentó.
"Pero la MUD optó por tomar el camino contrario y pasó a negociar con un régimen que no tiene ninguna intención de dialogar, y con ello terminó fortaleciéndolo", dijo.
El que la MUD haya adoptado ese camino no era bien visto por una amplia mayoría de la oposición. Marcos Hernández López, presidente de la encuestadora Hernández Hercón, dijo que la inmensa mayoría del elector opositor está en desacuerdo con el diálogo. "La gente no confía en las personas que están promoviendo el diálogo, es decir, la gente del gobierno y los representantes de la Unasur. Los venezolanos conocen ya bien el proceder de ciertos sectores. Y a eso se le suma que la MUD fue sin condiciones", comentó Hernández. "Nuestros números mostraban que hasta el 82% no confiaba en el diálogo, y los acontecimientos de estos días terminaron por darles la razón", agregó.
Viera dijo que el distanciamiento entre los líderes de la MUD y los que encabezan las manifestaciones en la calle está generando las condiciones para que la oposición venezolana pase a un nuevo proceso de reordenamiento. "Éste es el principio del fin de una oposición que se va a ir decantando y que se va a ir reagrupando en la verdadera oposición, una oposición que quiere obrar con transparencia y en defensa de sus derechos", comentó Viera.
Gerbasi coincidió, diciendo que la oposición debe ahora conformar una agrupación donde todos los sectores del país estén representados. "La oposición tiene que entrar en lo que yo llamo un frente amplio popular, donde esté toda la sociedad civil, política y militar representada", comentó Gerbasi.
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