Los embajadores europeos en la Argentina lanzaron un fuerte mensaje a Rusia

Este jueves nos despertamos en otro mundo. Con el ataque militar a Ucrania, el gobierno ruso está rompiendo las reglas más básicas del orden internacional. Sólo Rusia ha elegido este camino. Los ucranianos no han hecho nada que justifique este ataque. Ellos tienen toda nuestra solidaridad.

Esta guerra está diseñada para destruir una cosa por encima de todo: la esperanza y el derecho que tiene el pueblo de Ucrania a la democracia, la paz y un futuro mejor sin opresión. Putin no podrá destruir este sueño.

Con esta invasión a su vecino pacífico y democrático, Rusia ha demostrado su desprecio total por el Derecho Internacional, las normas fundamentales de convivencia pacífica, así como la integridad territorial de los Estados. Un miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a expensas de sus vecinos y con un revisionismo histórico movilizando a sus soldados, destruye el orden pacífico europeo.

Quienes piensan que esto sólo es un problema para la seguridad europea, están muy equivocados. Esto afecta directamente a los intereses de muchos países más allá de las fronteras europeas, también en el continente americano. Ningún país del mundo puede aceptar que la soberanía y la convivencia pacífica esté en juego cuando un vecino más fuerte así lo desee. Si estas agresiones militares se convierten en algo habitual, sin reacciones firmes, el orden internacional se verá socavado. Ese sería un mundo en el cual países como los de la Unión Europea, la Argentina, y muchos otros no podrían prosperar. Somos países que dependemos de un orden internacional estable. Un mundo multilateral que, por lo tanto, debe basarse en reglas y normas, no solamente en transacciones oportunistas.

En los últimos meses, hemos hecho todo lo posible para encontrar una solución pacífica a esta crisis por medios diplomáticos. Alemania y Francia trabajaron durante años en el “Formato de Normandía” (Ucrania, Rusia, Francia y Alemania) y con nuestros socios en el marco de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y muchos otros foros.

En las últimas semanas, el presidente de la República francesa, el canciller alemán y líderes de la UE han multiplicado los encuentros para encontrar una solución diplomática. Con sus últimas acciones, Rusia acaba de demostrar que no estaba interesada en esto. Todos nuestros esfuerzos diplomáticos, como los acuerdos de Minsk, han sido destruidos ahora por el gobierno ruso. Seamos claros: durante meses, el gobierno ruso encubrió sus verdaderas intenciones.

La Unión Europea concentra sus esfuerzos en apoyar a Ucrania y lanzar paquetes de sanciones masivas que tendrán un efecto económico y financiero fuerte para Rusia. Estas sanciones también penalizarán a nuestras propias economías, pero es un precio que tenemos que pagar. Si no defendemos nuestro orden internacional con determinación, pagaremos un precio aún mayor. Rusia debe saber que las consecuencias de seguir por este camino destructivo serán severas.

Siempre apostaremos por la diplomacia, pero no podemos ser ingenuos. Debemos reaccionar de manera rotunda. Debemos estar unidos, no ceder ante los agresores y enfrentarnos a ellos. En esta cuestión tan fundamental también necesitamos contar con el apoyo de la Argentina.

La República Argentina desempeña un papel importante a nivel regional, ejerce actualmente la presidencia de la CELAC, y preside el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra. Puede ser una voz fuerte y escuchada. Por ello el llamado que hizo la cancillería a la Federación Rusa a cesar las acciones militares en Ucrania y expresando su más firme rechazo al uso de la fuerza armada es un paso importante; esperamos que sea la base de una posición cada vez más firme y clara en favor de la integridad territorial de Ucrania, y contra la agresión rusa.

Este es un conflicto en el cual el agresor es evidente. Todos debemos dejar claro que los cambios unilaterales de fronteras y vulneraciones tan profundas al Derecho Internacional no tienen cabida en nuestro mundo. Ese debe ser ahora nuestro mensaje mancomunado a Rusia. El mundo está observando como los Estados se posicionan en esta crisis tan profunda.

Amador Sánchez Rico, Embajador de la Unión Europea en la Argentina; Claudia Scherer-Effosse, Embajadora de Francia; Ulrich Sante, Embajador de Alemania

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