Los cuatro desafíos que Tabaré Vázquez deberá enfrentar

Tabaré Vázquez se convirtió anoche en el presidente más votado en los últimos 70 años en Uruguay, al lograr 1.226.105 sufragios, un 53,6 por ciento de los votos, en el ballottage de ayer, que le permitió además convertirse en uno de los tres presidentes que consiguieron dos mandatos en un país donde la reelección consecutiva está prohibida por la Constitución.

Sin embargo, los récords de Tabaré no significan que tendrá un quinquenio tranquilo. El médico oncólogo tendrá una serie de desafíos que ya lo desvelan hoy, a tres meses de su asunción.

Las internas del Frente Amplio

Tabaré Vázquez y José "Pepe" Mujica son rivales dentro del Frente Amplio (FA). Esa competencia fue temporalmente silenciada durante la campaña, pero el médico ya sabe que su primer frente de batalla en su próximo mandato será dentro de su propio partido.

Mujica, que dejará su gobierno con más del 60% de popularidad y un alto perfil dentro y fuera del país, no va a querer dejar los hilos del poder tan fácilmente. Su caballito de batalla será su banca en el Senado, la misma para la que se había postulado "testimonialmente", pero que finalmente decidió ocupar.

Su partido, el Movimiento de Participación Popular (MPP), fue por tercera elección consecutiva el más votado dentro de la coalición del Frente Amplio, que mantendrán al ex tupamaro como la voz más fuerte en la Cámara alta y desde donde pretenderá conservar su propia agenda, en una pulseada que promete quedarse hasta 2020.

La fuerte tensión que mantuvieron por los últimos años Mujica y su vicepresidente, Danilo Astori, muy cercano a Vázquez y su próximo ministro de Economía, volverá así a replicarse en el próximo quinquenio. La izquierda fuerte contra el sector más moderado, en otras palabras. Ambos sectores buscarán manejar la economía, no sólo desde el Ministerio, sino también desde la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y con la ley de Presupuesto que debe ser aprobada por los legisladores. El "mujiquismo" tendrá un grupo de seis senadores y el astorismo, tres. Mujica además tendrá bajo su ala a 24 diputados, casi la mitad de los representantes oficialistas de la Cámara baja.

La relación con la Argentina

En su primer mandato (2005-2010), uno de los mayores dolores de cabeza para Vázquez fue la relación bilateral con la Argentina, en crisis por la instalación de la planta de celulosa Botnia en Fray Bentos, sobre el Río Uruguay. Después de dejar su presidencia tras varios cruces con los presidentes Néstor y Cristina Kirchner , el médico reveló que había considerado la hipótesis de guerra y que había pedido refuerzos al gobierno de George W. Bush. Ante las críticas de parte de Argentina y dentro de su propio partido, Vázquez pidió disculpas y anunció su retiro de la política.

Ahora, cuando abandonó esa promesa incumplida, Tabaré promete renovar las relaciones bilaterales. Ayer, cuando fue a votar, el ahora electo presidente dijo que mantendrá una relación con la Argentina "de la mejor manera posible" y que los episodios conflictivos "ya son historia".

Cristina Kirchner también quiso mostrar su buena voluntad y fue una de las primeras en llamarlo tanto en la primera como en la segunda vuelta. Ya están planeando, de hecho, la primera visita de Tabaré al país.

El presidente electo también mira a las elecciones generales en la Argentina del año próximo y comenzó a tender puentes con los "presidenciables". Con el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli , se reunió cuatro veces en el año, entre ellas, un encuentro a solas ayer en el comando electoral. Allí también estuvieron el socialista Hermes Binner junto al mandatario de Santa Fe, Antonio Bonfatti.

Cambios en el frente económico-social

Desde el primer mandato de Tabaré hasta el momento, la economía de Uruguay se expande sin escalas (actualmente tiene un crecimiento anual en torno al 3%) En ese período, también, la pobreza bajó del 40% al 11%. El desempleo está hoy en torno al 6,5%. Uno de los desafíos del electo mandatario será mantener estos números con su propio receta, frente a las exigencias de un "giro a la izquierda" de los sectores más radicales de la coalición gobernante.

Sin embargo, Uruguay también necesita cambios de largo plazo para ser productivo. Entre otras cosas, es necesaria la actualización de la infraestructura a nivel nacional, cuyo actual estancamiento puede frenar el crecimiento, las exportaciones y el llamado costo país.

A nivel social, pero también con impacto en la economía, una de las grandes preocupaciones de la sociedad y del propio Tabaré es el pobre nivel educativo del país. Los últimos resultados de Uruguay en la prueba PISA, una evaluación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que mide los niveles educativos de jóvenes de 15 años en 65 países, fueron los peores desde 2003, en uno de los peores récords admitidos por Mujica.

Por último, la creciente inseguridad, cada vez más palpable en casi todos los departamentos del país, es otro reto para Vázquez. En diez años creció, el promedio pasó de 7000 a 20.000 robos por año.

Sus reservas frente al legado de Mujica

Hay tres iniciativas de Mujica de las que Vázquez manifestó sus reservas en público: el asilo a presos de la cárcel de Guantánamo, la ley de regulación del mercado de la marihuana y la despenalización del aborto. Las dos primeras no están todavía en práctica, por lo que el médico tiene un margen de maniobra, mientras que frente a la tercera poco le queda por hacer.

A comienzos de este año, Mujica anunció que Uruguay recibiría a por lo menos cinco presos de la polémica cárcel de Guantánamo, donde están Estados Unidos detiene a sospechosos por terrorismo. La llegada de los mismo estaba prevista para este año, aunque, ante la controversia que genera el tema, el ex tupamaro postergó la decisión para después de las elecciones.

Tabaré, quien probablemente deba tomar la decisión final, dijo entender a quienes se oponen a la llegada de los presos, pero aseguró no temer que aquellas personas pondrían en riesgo la vida de los uruguayos. Recién el año próximo se conocerá el desenlace de esta historia.

El mayor dilema para Tabaré es, sin embargo, el tema de la regulación del cultivo, distribución y venta de la marihuana, aprobada en hace un año, pero aún fuera de práctica. A mediados de año se abrió el registro para autocultivadores, el mes pasado el de clubes de cultivo y todavía resta poner en marcha la parte más polémica de la ley y la más esperada para evaluar lo que el propio Mujica considera un "experimento": la venta de cannabis en farmacias, con un tope de 40 gramos mensuales por usuario.

Tabaré, un médico oncólogo que dio inicio a un litigio internacional contra Philip Morris por su ley contra el tabaco, ya se mostró reacio a la ley, pero dispuesto a aceptarla ya que la ley fue aprobada por el Congreso. "Es increíble [que la marihuana se venda en farmacias], pero si la ley lo autoriza así será", dijo, aunque dijo que podría agregar algunos cambios, al advertir que "va a haber una evaluación estricta y muy de cerca sobre el impacto que tenga en la sociedad esta ley".

En tercer lugar, el propio Vázquez vetó la despenalización del aborto votada durante su gobierno, desatando uno de los momentos más duros de su gobierno y un enfrentamiento abierto con el ala más progresista del Frente Amplio. Cuando el Mujica llegó al poder impulsó y logró la aprobación de una norma similar, aunque ligeramente más restrictiva, que Tabaré no pareciera estar dispuesto a volver a derogar.

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