En un duro golpe para Pedro Sánchez, los conservadores del PP arrasaron en unas elecciones clave en España
En unos comicios considerados un test crucial antes de los generales de diciembre, el oficialismo perdió el control de la mayoría de las comunidades autonómicas
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PARA LA NACIONLaura Ventura
MADRID.– España vivió con mirada nacional unos comicios autonómicos y municipales en distritos clave en los que el conservador Partido Popular (PP) logró imponerse en cantidad de votos y asestarle un duro golpe al oficialista Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y, por extensión, al presidente Pedro Sánchez.
La presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, obtuvo la mayoría absoluta, un resultado que la exime de realizar pactos con otros bloques y que fortalece su imagen como “presidenciable”, a pesar de que la contienda nacional de diciembre se dispute, posiblemente, entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo (PP).
Además, el partido de izquierda radical Unidas Podemos quedó debilitado en estos comicios y perdió representación, mientras creció la ultraderecha Vox, en base a su poder de negociación e influencia para acordar con el PP en la formación de gobiernos.
“Ha llegado una ola azul”, dijo el alcalde saliente de Valencia, Joan Ribá, de Compromís, poco antes de las 22 hora local, cuando se advertía una tendencia a favor del Partido Popular a nivel nacional.
El PP logró una victoria en las elecciones municipales con el 31,53% de los votos, un poco más de 7 millones de sufragios, mientras el PSOE recaudó el 28,12%, en torno a 6,2 millones de votantes.
Para un amplio sector de la ciudadanía, el resultado fue una sorpresa. La encuesta del (oficialista) Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicada la semana pasada pronosticaba un resultado diferente, prácticamente los mismos porcentajes, pero ubicaba al PSOE en primer puesto.
Finalmente el PP ganó con mayoría absoluta en tres comunidades autónomas y si pacta con Vox podrá gobernar en otras nueve.
Entre el primer grupo se encuentra Madrid, liderada por Isabel Díaz Ayuso, quien logró así su reelección. “Los ciudadanos de lado a lado queremos seguir unidos”, pronunció la presidenta de la Comunidad de Madrid ante los simpatizantes que se acercaron a la sede del PP. La líder autonómica ha salido más fortalecida aún en estos comicios y podrá gobernar sin tener que lograr acuerdos ni alianzas con Vox.
Una buena noticia para la democracia española es que la participación ciudadana creció 1,5% con respecto a las elecciones de 2019. Más de 8000 municipios y 12 de las 17 comunidades acudieron a las urnas.
Pactos
Mañana comenzará el pulso por conocerse los pactos y alianzas para conformar los diferentes gobiernos. Ganar no significa gobernar en una democracia parlamentaria. Una victoria en los comicios generales no implica un triunfo en los comicios autonómicos y municipales, que deberán, en muchos casos, pactar con otros bloques para gobernar.
El resultado de estos comicios sirve como barómetro de las elecciones nacionales que se celebrarán en diciembre [o antes, si así lo decide el Poder Ejecutivo], donde, por el momento, el gran duelo será entre el mandatario Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Existe una creencia popular que reza que aquel partido que gana las elecciones municipales gana luego las generales.
¿Se puede hablar de un vuelco del tablero político nacional de la izquierda (el PSOE y sus aliados) hacia la derecha (con el PP y Vox)? “Hemos ganado con claridad y hemos dado paso a un nuevo ciclo político”, expresó Núñez Feijóo.
Hay algunas victorias estratégicas que sí cambian el pulso del escenario a favor del PP. Una de ellas es la de José Luis Martínez-Almeida, quien logró la reelección en la alcaldía de Madrid con la mayoría absoluta, es decir, que no deberá pactar con Vox para gobernar.
Además, el PP ganó las elecciones en todas las capitales de las provincias andaluzas, menos en Jaén. En Valencia, unas de las comunidades más reñidas, se impuso el partido conservador y recuperó así una comunidad autonómica que había sido tradicionalmente fiel a este partido, con excepción del último mandato. Otra ganadora de este domingo fue María José Catalá, en la ciudad de Valencia. También el PP logró la mayoría absoluta en La Rioja y en Melilla, donde se desató esta semana un escándalo por una acusación de fraude por compra de votos que investiga la Justicia.
Los otros partidos
Vox, el partido de extrema derecha, ganó posiciones en esta elección y resultará necesario pactar con esta formación en comunidades como Valencia. Así, el partido liderado por Santiago Abascal salió fortalecido, mientras Unidas Podemos perdió representación, por ejemplo, en el ayuntamiento y en la comunidad de Madrid.
Ciudadanos, el partido de la “nueva política”, que nació en 2005, se ha extinguido, es decir, ha dejado de tener presencia institucional. Parecería que quien se ha fortalecido con esta situación fue el PP.
EH Bildu, el partido independentista vasco, que presentó en sus listas a 34 candidatos etarras condenados, siete de ellos con delitos de sangre, ha obtenido la mayoría en San Sebastián y en Vitoria y en la mayor parte de los municipios del País Vasco. Además, en la ciudad de Barcelona se impuso Xavier Trias, el candidato de Junts per Catalunya, el partido independentista formado por Carles Puigdemont, y puso fin a la era de la alcaldesa Ada Colau.
Participación
Preocupaba a los políticos y a un amplio sector de la ciudadanía el hecho de que se registraba una merma sostenida en la participación ciudadana en los últimos comicios. Sin embargo, la afluencia aumentó esta vez en Madrid y en Valencia, diferencia de Barcelona, donde la participación descendió con respecto a 2019.
¿Cómo se analiza el caudal de movilización? En España, donde el sufragio no es obligatorio, el concepto de voto castigo, aquel en el que se elige a un candidato no por afinidad ideológica o convicción sino por rechazo al rival de este primero, no es un mecanismo tan extendido como la participación en las urnas. ¿Cómo analiza, por ejemplo, el PP, el incremento en Madrid? El partido derechista puede argumentar que este aluvión es un espaldarazo a la gestión de Díaz Ayuso, aunque también, en la vereda de enfrente el votante socialista o de izquierda puede presentar un argumento inverso y esgrimir que la alta participación se interpreta como un rechazo a la gestión de la presidenta autonómica.
Sánchez eligió el silencio. No se pronunció tras conocer los resultados y la vocera del PSOE, Pilar Alegría, solo destacó la gran participación ciudadana.
Mañana comenzará un período de ajetreo político en busca de alianzas y pactos para conformar gobiernos en el territorio español. Después de una campaña sucia, plagada de acusaciones y provocaciones, queda un gobierno debilitado que debe capear varias crisis. La página web del Ministerio del Interior desde donde se podían seguir los escrutinios colapsó a las 21. Según las autoridades, con un abundante optimismo, explicaron que este fallo fue producto de un “exceso de interés” de la ciudadanía. Ojalá, si este fuese el motivo, los políticos puedan brindar soluciones y propuestas a este fervoroso interés.
Por Laura Ventura
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