Los cinco cruces más picantes del primer debate presidencial entre Hillary Clinton y Donald Trump
Los candidatos protagonizaron un áspero encuentro, cargado de acusaciones y chicanas
No se guardaron nada. Los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton y Donald Trump , protagonizaron anoche un tenso primer debate en el que lanzaron todas sus municiones, se mostraron sarcásticos, enojados y sonrientes, se interrumpieron mutuamente y hasta al moderador, Lester Holt.
En la hora y media que duró el encuentro, la candidata demócrata y el republicano expusieron sus definiciones sobre algunos temas de la agenda de actualidad, como el racismo, la economía y la política exterior, y sacaron a la luz otras cuestiones que marcaron la campaña. Entre todos los dardos que sobrevolaron el auditorio de la Universidad de Hofstra, se destacaron cinco cruces picantes:
El origen de la fortuna de Donald Trump
En la primera pregunta, acerca de los empleos en Estados Unidos, en el marco de la temática de "prosperidad", Hillary lanzó el primer dardo a su contrincante.
"Donald fue muy afortunado en su vida: recibió 14 millones de dólares de su padre para empezar su negocio", dijo. Trump le contestó que su padre le dio "una pequeña cantidad de dinero" en la década del 70 y cambió de tema.
La declaración fiscal de Trump y los emails de Hillary
En las acusaciones cruzadas, Trump habló del escándalo de Clinton por enviar emails desde su casilla de correo privada cuando era secretaria de Estado. Ella, en respuesta, lo criticó por negarse a publicar las declaraciones de impuestos que los candidatos presidenciales publican tradicionalmente.
"No tengo ninguna razón para pensar que él va a divulgar sus declaraciones de impuestos, porque hay algo que esconde", dijo Clinton, y agregó que esa decisión plantea preguntas sobre si es tan rico y caritativo como dice ser. Además, destacó que las pocas declaraciones que ha presentado muestran que a pesar de su riqueza, no ha pagado el impuesto federal a las ganancias.
"Eso me hace inteligente", dijo Trump. "Tengo enormes ingresos", ostentó, y agregó que es hora de que el país sea dirigido por alguien que sepa algo sobre el dinero.
"Divulgaré mis declaraciones de impuestos cuando ella divulgue sus 33.000 correos electrónicos que han sido borrados", desafió Trump.
Clinton, al respecto, volvió a admitir que fue un “error” usar su servidor privado cuando era secretaria de Estado. "Cometí un error usando un email privado y asumo la responsabilidad por ello", dijo. "No fue un error, lo hizo a propósito", provocó Trump.
La tensión racial en EE.UU.
Consultados sobre las últimas muertes de ciudadanos negros a manos de policías, lo cual elevó la tensión racial y reavivó las protestas en el país, Hillary Clinton culpó a las armas y volvió a pedir mayor control, mientras que Donald Trump pidió "ley y orden".
"Hay dos palabras que la secretaria Clinton no quiere usar, que son ley y orden", resaltó Trump, quien que la policía "tiene miedo de hacer cualquier cosa" y, por ello, consideró que se han multiplicado los tiroteos.
Frente a ello, Clinton ofreció tres recetas contra las tensiones raciales: restablecer la confianza entre la Policía y las comunidades negras, entrenar a los agentes y atajar la "epidemia" de la violencia armada, que se cobra de manera desproporcionada las vidas de varones afroamericanos.
"Si eres muy peligroso para volar, también eres peligroso para comprar un arma", dijo, en su plan de endurecer los controles en la venta de armas.
El apoyo a la guerra de Irak
En una de sus intervenciones más agresivas, Trump aseguró que nunca apoyó la invasión de Irak y acusó a la prensa "dominante" de inventarlo.
Después de acusar nuevamente al presidente de Estados Unidos, Barack Obama , y a Hillary Clinton -su secretaria de Estado entre 2009 y 2013-, de promover el surgimiento del Estado Islámico (EI) al salir de Irak en 2011, Trump dijo que el ex presidente republicano George Bush nunca debió haber intervenido para derrocar al dictador iraquí Saddam Hussein.
"Donald apoyó la guerra de Irak", se apuró en subrayar Clinton, a lo que Trump interrumpió repetidamente con un "error, error, error”.
En ese momento, el moderador, Lester Holt, recordó que en 2002, antes del inicio de la guerra, Trump mostró su apoyo a la guerra en una entrevista. El magnate, enojado, interrumpió varias veces al periodista de NBC para afirmar que se trataba de un "sinsentido" inventado por "la prensa dominante".
En esa entrevista de 2002, preguntado por si apoyaba la intervención, Trump dijo: "Supongo que sí", una afirmación que hoy quiso reconvertir en un "quién sabe".
La "vitalidad" de Hillary Clinton
Holt volvió sobre otras declaraciones de Trump durante la campaña y le preguntó al magnate si realmente creía que su rival, la primera mujer que logra ser candidata a la presidencia, no tiene "aspecto presidencial". Trump volvió a lanzar una respuesta que genera fuerte rechazo entre las mujeres.
"No tiene el aspecto ni la vitalidad [stamina]. Y creo que no tiene la vitalidad... Para ser presidente de este país tienes que tener vitalidad. Tienes que poder negociar... Tienes que hacer muchas cosas y no creo que Hillary Clinton la tenga", dijo el magnate.
Clinton pareció disfrutar la respuesta, al mencionar ejemplos de su "vitalidad" de sus épocas de secretaria de Estado: "Bueno, cuando él viaje a 112 países y negocie un acuerdo de paz, un cese al fuego, la liberación de disidentes (...) o pase 11 horas declarando frente a una comisión parlamentaria, podrá hablar de energía".
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