Los agricultores levantan bloqueos de rutas en Francia, pero la indignación se mantiene en otros países de Europa
En Bélgica y Países Bajos hubo bloqueos de pasos fronterizos, y en España las organizaciones rurales anunciaron que mantendrán la protesta
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BRUSELAS.- Luego de la manifestación que generó un caos en Bruselas, agricultores bloquearon hoy la frontera entre Bélgica y Países Bajos en protesta por los impuestos y el aumento de los costos, mientras algunos de los sindicatos rurales franceses empezaron a levantar las medidas de fuerza en todo el país después de que el gobierno de Emmanuel Macron hiciera nuevas concesiones. Las protestas de los últimos días, además, parecen haber sellado el el tratado comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, al menos en su forma actual, al ser uno de los ejes de los reclamos.
En el corazón de Europa, la ola de protestas agrícolas desencadenó bloqueos y manifestaciones en múltiples países, desde Francia a Polonia, lo que reveló las crecientes tensiones derivadas de la lucha de la UE contra el cambio climático, la competencia del exterior y su correspondiente impacto en la agricultura.
Pero mientras algunos agricultores obtienen concesiones gubernamentales, otros todavía se aferran a sus demandas. Este viernes, las tres principales organizaciones agrícolas españolas anunciaron que mantendrán sus movilizaciones, tras reunirse con el ministro de Agricultura, Luis Planas, que se comprometió a “trabajar” para resolver la crisis del sector. Las protestas terminarán “cuanto haya medidas concretas” que beneficien “a los trabajadores del campo”, explicó la vicepresidenta de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) española, Montserrat Cortiñas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometió en la cumbre de líderes en Bruselas garantizar una “competencia justa” para los agricultores europeos en los acuerdos de libre comercio y reducir las “cargas administrativas” de estos en la Política Agrícola Común.
Los agricultores belgas y neerlandeses bloquearon hoy varios pasos fronterizos entre sus países, obstaculizando la entrada o salida de camiones del puerto de Zeebrugge, que gestiona las importaciones de autos y algunos productos frescos procedentes del Reino Unido y otros países.
El puerto de Zeebrugge quedó paralizado, lo que afectó a fabricantes como Tesla, BMW, Mercedes, Hyundai y Volvo, dijo un vocero del puerto, que añadió que se estaba llenando de vehículos atascados en el muelle, y en más de 2000 camiones retenidos.
El primer ministro belga, Alexander De Croo, urgió a los agricultores a levantar los bloqueos. “Los cortes de ruta se están levantando región por región. Algunos siguen en pie, pero poco a poco se irán retirando”, declaró Jerome Despey, de la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícola (FNSEA).
En Francia, las protestas toman un giro diferente. Mientras algunos agricultores, como la central Coordinación Rural, comenzaron a levantar ayer por la noche los bloqueos de rutas y autopistas, otra parte del movimiento mantiene su postura, considerando insuficientes las concesiones gubernamentales.
La Confederación Campesina aboga por continuar la movilización, argumentando que “el gobierno sigue sin abordar la cuestión fundamental de los ingresos”.
“Algunos puntos localizados quieren aguantar hasta el sábado” y “grupos aislados” quieren incluso “aguantar hasta el Salón de la Agricultura”, que abre sus puertas el 24 de febrero, declaró una fuente policial.
Desde ayer por la noche, el número de vehículos agrícolas sobre el asfalto fue en disminución. Por ejemplo, en la ruta N12, al oeste de París, hoy por la mañana solo quedaban siete tractores, indicaron las fuerzas de seguridad.
En la región de Occitania, donde empezaron las protestas el 18 de enero, los bloqueos también se fueron levantando. “Fue una movilización histórica, dura, fuerte”, celebró Laurent Saint-Affre, uno de los líderes sindicales locales.
Asimismo, “la parte más visible de la crisis […] quedó atrás”, aseguró el ministro de Agricultura, Marc Fesneau, en la radio Europe 1, consciente de que aún tienen trabajo por delante para evitar un resurgimiento de la movilización.
Macron se enfrenta a una presión creciente, con demandas que incluyen una rápida actuación sobre el desguace de planes para aumentar las contribuciones fiscales sobre el diesel de los tractores, flexibilización de regulaciones sobre pesticidas y controles más rigurosos sobre importaciones de alimentos. El primer ministro francés, Gabriel Attal, ayer prometió un mayor control del origen de los productos, ayudas al sector ganadero y la suspensión temporal de un plan para reducir el uso de pesticidas, entre otras medidas que convencieron a los sindicatos mayoritarios.
En Grecia, donde la agricultura también está en el centro de las demandas, el gobierno anunció que prorrogará la desgravación fiscal del gasóleo agrícola por un año adicional. Los agricultores buscan no solo alivio fiscal, sino también electricidad más barata y compensaciones rápidas por pérdidas de ganado debido a las inundaciones.
Agencias AFP y Reuters
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