Festejo con Alberto Fernández: claves para entender el Partido Comunista Chino y cómo llega a su centenario
El Presidente dará un discurso a través de Zoom, invitado por Xi Jinping; cómo evolucionó el PCC a través del último siglo
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PEKIN (AFP).- Entre el secretismo y la ostentación global, características que lo marcan a través de su historia, el Partido Comunista de China (PCC) comenzó hace meses las celebraciones por su centenario –que se cumplió el 1° de julio- y hoy tendrá, a través de una pantalla, al único mandatario sudamericano que participará de los festejos: Alberto Fernández, quien fue invitado por su par chino, Xi Jinping.
Nacido en la clandestinidad en 1921, el PCC permanece fiel a sus raíces marxistas-leninistas y su funcionamiento interno huye de las miradas, aún cuando tiene el monopolio del poder y el debate público en China.
“La más grande sociedad secreta del mundo”, como lo calificó el experto en asuntos de China, Jean-Pierre Cabestan, vive en simbiosis con el Estado chino.
Su origen
Según la historia oficial, el PCC no fue fundado el 1 de julio de 1921, sino el 23 de julio, en un primer “congreso” de 13 participantes reunidos en secreto en la antigua concesión francesa de Shanghái.
Sin certeza sobre la fecha exacta, después fue el fundador de la República Popular, Mao Zedong, quien fijó arbitrariamente, 20 años más tarde, el 1 de julio como fecha del aniversario.
Sus miembros
El partido reivindica 92 millones de miembros, pero la lista de integrantes no se conoce. Ocasionalmente se levanta el velo de misterio, como en 2018 cuando la prensa oficial reveló que Jack Ma, el multimillonario más famoso de China, era miembro del PCC.
La organización es “apenas” el segundo mayor partido político del mundo, detrás del BJP del primer ministro indio, Narendra Modi, con 180 millones de miembros.
¿Cómo se financia?
El presupuesto del PCC no es público. El partido tiene recursos propios, como las cuotas de sus miembros que aportan entre 0,5% y 2% de sus ingresos.
En 2016, un diario oficial citó la cifra de 7080 millones de yuanes (1104 millones de dólares al cambio actual) como el total de ingresos por cuotas el año precedente.
Dividido por el número de afiliados, significa un aporte de 80 yuanes (10 euros) por persona cada año.
Su patrimonio también es oscuro, pero el partido está al frente de un imperio financiero y administra empresas, como hoteles y fábricas, explicó a AFP Jean-Pierre Cabestan, de la Universidad Bautista de Hong Kong.
En cuanto al salario de sus dirigentes, la opacidad es total, incluso cuando los dirigentes del partido están en principio alineados con la planilla de la función pública. Muchos de ellos tienen ventajas adicionales como vivienda, vehículo y servicio doméstico, que no aparecen en los salarios base.
La cuestión de la fortuna de los altos responsables chinos es un tema aún más sensible, y los medios extranjeros que en 2012 se arriesgaron a abordarlo fueron sancionados por el régimen. El militante anticorrupción chino, Xu Zhiyong, quien reclamaba transparencia en el patrimonio de los dirigentes, fue condenado en 2014 a cuatro años de prisión.
Reuniones secretas
Los grandes encuentros públicos del partido, como son el Congreso quinquenal, se cierran sistemáticamente con la adopción de decisiones casi unánimes. Pero en las altas esferas, las reuniones del Comité Central, de 200 miembros, y el Buró Político, 25 miembros, se celebran a puerta cerrada. La televisión pública se limita a retransmitir los discursos del secretario general, Xi Jinping.
Los debates, si los hay, no son públicos, como tampoco los resultados de las eventuales votaciones.
Las tensiones en el seno del aparato pueden ser fuertes, como lo demostró en 2012 la eliminación de la estrella rutilante del régimen, Bo Xilal, rival de Xi Jinping.
En contraste con las divisiones en las democracias occidentales, “disimular las tensiones internas permite al PCC presentar un rostro de acero ante sus enemigos y la gente de China”, explicó Cabestan.
Muertes
En el exterior, la mayor parte de los especialistas en historia china calculan entre 40 y 70 millones el número de personas muertas a causa de la política del partido desde su llegada al poder en 1949, por las purgas, la hambruna causada por el Gran Salto Adelante, represión en el Tíbet, la Revolución Cultural, la masacre de Tiananmen, y otros. Consultado por la agencia AFP, el Departamento de Organización del PCC no respondió cuál es el numero en la evaluación oficial del partido.
El centenario
“El pueblo chino se ha levantado” y su ascenso, después de más de un siglo de subdesarrollo e invasiones es “irreversible”. Un fuerte patriotismo y amenazas hacia Occidente marcaron el pasado jueves el discurso del presidente Xi Jinping con motivo del centenario del Partido Comunista.
“¡El tiempo en el que el pueblo chino podía ser pisoteado, en el que sufría y era oprimido ha terminado para siempre!”, dijo Xi en la Puerta de Tiananmen, desde donde su lejano predecesor Mao Zedong proclamó la República Popular en 1949.
“El pueblo chino no permitirá nunca que fuerzas extranjeras lo intimiden y lo opriman. Quien lo haga corre el riesgo de ser aniquilado ante una Gran Muralla de acero edificada por 1400 millones de chinos”, dijo, frente a una multitud de jóvenes y de miembros del partido congregados en plaza Tiananmen, ensalzando la salida de la pobreza de cientos de millones de chinos en tan solo unas décadas. “El gran renacimiento de la nación china ha entrado en un proceso histórico irreversible”, lanzó.
El pasado jueves por la mañana resonaron en Pekín 100 disparos de cañón para conmemorar el centenario. La patrulla acrobática del ejército del aire sobrevoló la plaza de Tiananmen, dibujando en el cielo haces rojos, amarillos y azules. Algunos helicópteros formaron en el cielo el número “100” y otros llevaban la bandera del partido, con la hoz y el martillo amarillos sobre fondo rojo.
El centenario del PCC motivó desde hace meses una intensa campaña de propaganda, que culminó el lunes de la semana con un gran espectáculo al estilo norcoreano en el estadio olímpico de Pekín, con referencias a la revolución china o la gestión de la epidemia del Covid-19.
¿Cómo llegó el partido a su centenario?
Con un crecimiento exponencial en los últimos 40 años, el PCC puede estar orgulloso de haber sacado al país del subdesarrollo. Pero los dirigentes chinos se enfrentan a la desaceleración económica mundial, los desafíos climáticos y al envejecimiento de su población.
A nivel internacional, entre el Covid-19, la represión de la minoría musulmana uigur en Xinjiang (noroeste) y las amenazas contra Taiwán, la imagen de China ha caído en los últimos dos años a su nivel más bajo entre la mayoría de los países occidentales, según un estudio publicado el miércoles por el centro de investigación estadounidense Pew.
Las celebraciones del centenario llegan justo un año después de que Pekín impusiera una ley de seguridad nacional en Hong Kong que redujo considerablemente la oposición política en la antigua colonia británica. La semana pasada, el periódico prodemocracia de este territorio, Apple Daily, se vio obligado a cerrar después de que le congelaran los activos.
Su líder
Desde 2012, la cabeza de partido es Xi Jinping, una figura imponente que incrementó la política de mano dura y que descansa en el partido para garantizar su continuidad, después de promover en 2018 una reforma de la Constitución para eliminar el límite de dos mandatos para el cargo de presidente de China. “Desde la muerte de Mao Zedong en 1976, el destino de la nación china no parecía basarse de forma tan intencionada en un solo individuo”, señaló la semana pasada un artículo de la revista Foreign Policy.
“Desde que se convirtió en líder del partido en 2012, Xi ha consolidado el poder a una velocidad asombrosa, eliminando a los rivales políticos, la corrupción y la disidencia política. Se ha posicionado a la par con Mao en el panteón del liderazgo comunista. Se espera que intente permanecer durante un tercer mandato inusual como jefe del partido, aferrándose al poder como lo había hecho Mao. Hoy, Xi es considerado ‘El líder del pueblo’, un título que antes solo se le otorgaba a Mao”, escribió la periodista Melinda Liu, en un artículo titulado “La fiesta del partido es alrededor de Xi”.
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