Londres: creen que los atacantes intentaron alquilar un camión de 7,5 toneladas
El joven de origen pakistaní al que consideran el líder del grupo, no pudo pagar con una tarjeta de crédito el alquiler
La Policía británica reveló hoy que los tres atacantes de Londres , que la semana pasada mataron a ocho personas e hirieron a 48, habían intentado alquilar un camión de gran tamaño, con el que podrían haber provocado una masacre aún mayor.
Las fuerzas de seguridad creen que Khuram Shazad Butt, el joven de origen pakistaní al que consideran el líder del grupo, no pudo pagar con una tarjeta de crédito el alquiler de un camión de 7,5 toneladas y se vio obligado a optar por una camioneta más pequeña, informó la agencia de noticias EFE.
Los tres atacantes atropellaron con ese vehículo a la multitud que paseaba por el puente de Londres sobre las 22 (18 de Argentina) del sábado y apuñalaron después a la gente que se encontraba en la concurrida zona de bares y restaurantes del mercado de Borough.
Los insurgentes utilizaron cuchillos con hoja cerámica de color rosa, de 30 centímetros de longitud, que llevaban atados a la muñeca, y contaban además en la camioneta con bombas molotov que no llegaron a utilizar.
Los tres atacantes, que fueron abatidos a tiros por la policía, habían llenado 13 botellas de vino con líquido inflamable y cargaban además con dos sopletes, que podrían haber utilizado para prenderlas fuego.
El jefe de la unidad antiterrorista de la Policía Metropolitana de Londres, el comandante Dean Haydon, sugirió que podrían haber establecido un "plan B", por el que habrían regresado a la camioneta tras apuñalar a algunas personas para comenzar a lanzar los bombas molotov.
"No lo sabemos, solo podemos conjeturar", puntualizó Haydon.
Dentro de la furgoneta Renault blanca que utilizaron la policía encontró además varias sillas de oficina, bolsas de roca triturada para la construcción y una valija.
Los investigadores creen que las sillas les sirvieron para convencer a sus familias y amigos de que estaban realizando una mudanza, mientras que la roca podría haber servido asimismo como coartada si eran detenidos antes del atentado, o bien para aumentar el peso del vehículo.
El comandante Haydon detalló además que expertos artificieros han confirmado que los cinturones explosivos que llevaban los terroristas eran falsos.
"Solo puedo pensar que formaban parte de su plan para crear terror entre la gente con la que se cruzaban", conjeturó el jefe de la unidad antiterrorista.
La investigación policial ha establecido que los tres atacantes habían alquilado un piso en el barrio de Barking, en el este de Londres, para utilizarlo como un refugio seguro.
En el interior de esa vivienda, los agentes encontraron una copia del Corán, el libro sagrado del islam, abierto por una página en la que habla del martirio.
El trabajo de los forenses en ese piso sugiere que planearon solos el atentado.
"No estamos buscando en este momento a una red más amplia. Parece que se trató de un plan reducido en el que estaban involucrados los tres", dijo Haydon.
Ante los nuevos datos que ha arrojado la investigación, el comandante hizo un llamamiento a las empresas de alquiler de vehículos para que se pongan en contacto con la policía si detectan alguna petición sospechosa, así como a los comercios que detecten un comprador que reclama "cantidades extrañas" de líquidos inflamables.
En una edición de su revista, Dabiq, el grupo radical Estado Islámico había llamado a sus seguidores a cometer ataques con camiones por el inmenso daño que pueden provocar sin levantar sospechas.
Scotland Yard informó hoy además que esta madrugada fue arrestado un hombre de 28 años en relación con el atentado en el barrio de Barking, en el este de Londres, la misma zona donde vivían los atacantes.
Las fuerzas de seguridad detuvieron a 20 personas en relación al ataque, de las cuales siete continúan bajo custodia policial.
El Reino Unido ha sufrido tres atentados en los últimos tres meses y mantiene su alerta en el nivel "severo", el cuarto en una escala de cinco, que corresponde con una "alta probabilidad" de que se produzca un nuevo ataque.
Agencia Télam