Libertad de prensa: Maria Ressa, la periodista símbolo de Filipinas apela su condena
MADRID.- "No soy una criminal, soy periodista", anticipó María Ressa, la reportera símbolo de Filipinas, en una entrevista en mayo de 2019 con LA NACIÓN, al comentar sobre la acusación del gobierno de Rodrigo Duterte en su contra por "ciberdifamación".
A poco más de un año, la directora del célebre portal de noticias Rappler, fue declarada culpable por este cargo, por lo que se enfrenta a una pena de hasta seis años de cárcel. Además, tiene otros siete casos criminales pendientes, relacionados con presunta evasión de impuestos y las leyes sobre propiedad de los medios.
"La democracia está muriendo poco a poco, no solo en las Filipinas de Rodrigo Duterte, sino en todo el mundo con el ascenso de líderes populistas, autoritarios y fascistas", dijo Ressa el pasado 16 de junio, un día después de su condena, en una entrevista con EFE.
Frente a este escenario, la abanderada de la libertad de prensa en Filipinas, donde los periodistas son blanco de los ataques en redes de los ejércitos de trolls que trabajan al servicio de la propaganda pro-Duterte, apeló hoy la condena en su contra por ciberdifamanción y dijo que existen "errores sustanciales" por parte de la jueza a la hora de emitir el veredicto.
"Al dictar esta sentencia extremadamente dura al final de un procedimiento totalmente kafkiano, el sistema de justicia filipino ha demostrado una total falta de independencia del ejecutivo", denunció Daniel Bastard, jefe del departamento de Reporteros Sin Fronteras (RSF) para Asia y el Pacífico.
"Esta sentencia lleva la marca malévola del presidente Duterte y su deseo, al apuntar contra Rappler y contra la figura de Maria Ressa, de eliminar toda crítica a cualquier precio. Instamos a los jueces de Manila a restablecer una apariencia de credibilidad al sistema judicial filipino anulando esta condena en el recurso de apelación", agregó Bastard.
La guerra contra las drogas
Ressa, de 56 años, dirige desde 2012 Rappler, un portal de noticias crítico con el Gobierno de Rodrigo Duterte y en especial contra su polémica "guerra contra las drogas", que según cifras de Naciones Unidas ha dejado hasta el momento un saldo de casi 9000 víctimas mortales. Por su parte, las organizaciones no gubernamentales Human Rights Watch y Amnistía Internacional estiman que esta cifra supera los 20.000 muertos.
Duterte, que también es conocido como "el castigador", fue elegido presidente en junio de 2016 tras una agresiva campaña para eliminar de las calles "a los señores de la droga". La severidad de sus políticas y un largo historial garantizando inmunidad a la policía y a los grupos de vigilancia han dado lugar a un fuerte aumento de las ejecuciones extrajudiciales de presuntos narcotraficantes, consumidores de drogas y de quienes denuncian públicamente sus acciones.
"Mi único pecado son las ejecuciones extrajudiciales", dijo el mandatario en septiembre de 2018, pero luego aclaró que lo había dicho "en broma".
Tanto la periodista como su compañero de profesión Reynaldo Santos fueron condenados por un artículo publicado por Rappler en mayo de 2012 en el que se relacionaba al empresario y demandante Wilfredo Keng con el tráfico de personas y el contrabando de drogas.
Contra ellos pesan ahora condenas de hasta seis años de prisión, con una sentencia mínima de seis meses y un día. Los dos tendrán que pagar, además, casi 8000 dólares a Keng.
Apelación
En su apelación, Ressa y Santos, que se encuentran los dos en libertad bajo fianza, han pedido a la jueza Rainelda Estacio Montesa que dé marcha atrás y los exonere.
"Con todo el respeto hacia la corte, queremos subrayar que se cometieron errores a la hora de juzgar el caso, si bien todos ellos se pueden enmendar", señala la moción presentada por los periodistas. El texto, de 113 páginas, acusa a Montesa de actuar con "maldad". "El papel de la corte es el de determinar si hubo malicia, no es de hacer comentarios y acusaciones con maldad", reza la apelación.
En opinión de Ressa, el fallo es un revés para la libertad de prensa y la democracia por lo que ha pedido a periodistas y ciudadanos que mantengan la lucha. "Se trata de que nosotros seamos una llamada de advertencia. Se trata de que os hagamos estar asustados (...) No tengan miedo", defendió a mediados de junio tras ser condenada.
Después de haber caído siete puestos desde 2017, Filipinas ocupa el puesto 136, de 180 países y territorios, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2020 de RSF.
Con información de la agencia DPA
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