Liberada, Libia inicia la difícil transición
En Benghazi, los nuevos líderes del país proclamaron el triunfo sobre Khadafy; anunciaron que la ley islámica será la base legal
BENGHAZI.- Ante una marea humana de miles de personas que ondeaban la bandera tricolor de la nueva Libia, el gobernante Consejo Nacional de Transición libio (CNT) proclamó ayer la "liberación total" del país y el fin de la sangrienta dictadura de 42 años encabezada por Muammar Khadafy, con lo que dio el inicio formal a la transición.
"Declaración de liberación. Levanten sus cabezas. ¡Son libios libres!", declaró el vicepresidente del CNT y vocero de las nuevas autoridades del país, Abdel Hafez Ghoga, para dar por iniciado el acto en la plaza principal de esta ciudad, en la que comenzó en febrero pasado el levantamiento contra la dictadura.
Las palabras del vocero fueron celebradas por una audiencia multitudinaria cuya alegría y energía lo teñía todo de rojo, negro y verde, los colores de la nueva bandera nacional, que sustituye a la verde, emblema del régimen de Muammar Khadafy, muerto el pasado jueves en un confuso episodio mientras intentaba huir de su ciudad natal, Sirte.
"Nosotros, como país musulmán, hemos adoptado la sharia [ley islámica] como principal fuente de legislación y toda ley que se contradiga con ella será nula", dijo posteriormente el presidente del CNT, Mustafa Abdel Jalil, ante la multitud que lo escuchaba en la plaza Kish. "Las leyes del matrimonio que limitan la poligamia son leyes que se contradicen con la sharia y por lo tanto son leyes rechazadas", añadió el presidente del CNT y desató una gran ovación del público, luego de lo cual se lanzaron fuegos artificiales.
Con su discurso cargado de tintes religiosos, Abdel Jalil intentó poner de manifiesto que la religión y no el culto a la personalidad -como ocurrió durante el régimen de Khadafy- será central en el nuevo orden político del país. De hecho, el CNT ya estableció en su "anuncio constitucional" u hoja de ruta, que contempla un llamado a elecciones en un plazo de ocho meses y la formación de un gobierno de transición en un plazo de un mes, que la sharia sería la principal fuente de derecho del país.
Sin embargo, la alocución de Abdel Jalil -pronunciada cuando se multiplican las tensiones entre las facciones del CNT que hacen temer futuros enfrentamientos armados entre distintas facciones rebeldes que pelearon contra Khadafy- despertó temores respecto de que un giro al fundamentalismo islámico complique el llamado a los primeros comicios libres del país. Además, despertó inquietud entre los aliados occidentales de los rebeldes.
Algunos temen que Abdel Jalil, un ex ministro de Justicia de modales sobrios, tenga dificultades para imponer sus puntos de vista en su alianza revolucionaria.
En el CNT conviven liberales e islamistas, con un trasfondo de tensiones regionales, rivalidades tribales, ambiciones individuales y la codicia por el control del petróleo.
Todo esto en un país en el que el ejército -leal a Khadafy- quedó destruido, al igual que la infraestructura, por lo que muchos temen que reviva aquí el caos que se produjo en Irak tras la caída de Saddam Hussein.
La insistencia de los rebeldes de la ciudad de Misurata para seguir exhibiendo el cuerpo del ex dictador en una cámara frigorífica tres días después de su muerte, en una notoria quiebra de las reglas islámicas, es apenas una muestra de las divisiones entre los insurgentes.
Tras el discurso del presidente del CNT, la gente irrumpió en gritos y aplausos, y las metralletas y las baterías antiaéreas, que hasta el jueves marcaron el ritmo de los últimos ocho meses de conflicto, comenzaron a llenar el aire en una ensordecedora muestra de júbilo.
También hubo elogios desde Estados Unidos (el presidente Barack Obama saludó "la nueva era" y urgió a emprender las reformas democráticas), Francia y Gran Bretaña, entre otros países, aunque el CNT también debió hacer frente a críticas por el modo en el que murió Khadafy, que, según creen muchos, fue víctima de una ejecución sumaria.
El primer ministro saliente, Mahmoud Jibril -que ayer anunció su dimisión para que el gobierno provisional sustituya al CNT en un plazo de un mes-, dijo que la muerte de Khadafy obedeció al "fuego cruzado" entre fuerzas rebeldes y leales al dictador. Lo afirmó tras la autopsia que se le practicó ayer al cuerpo del dictador y que determinó que su muerte se produjo por un disparo en la cabeza,
Pero las imágenes que lo mostraron antes de ser golpeado, mientras exigía que se le respetaran sus derechos, en medio del ruido de tiros, parecen indicar que el ex rais fue baleado sumariamente. "El médico forense afirma en su informe que [Khadafy] ya estaba herido, que fue sacado, llevado a un camión, y que en el camino hacia el hospital de campaña hubo un fuego cruzado de ambos lados", dijo Jibril.
"No sé si la bala que alcanzó su cabeza era de su propia seguridad o de las brigadas revolucionarias", dijo, y agregó que el CNT ya tomó la decisión de entregar en breve el cuerpo del dictador a sus familiares.
Agencias EFE, AFP Y REUTERS
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