Lenta vacunación y poco aislamiento social: los científicos anticipan una tercera ola de coronavirus en Brasil
Pese a una disminución paulatina en el número de infectados, advierten que las reaperturas apresuradas y la falta de medidas de cuidado podrían agravar la situación; el país se acerca al medio millón de muertos por Covid-19
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SAN PABLO.- En las últimas dos semanas, Brasil registró una caída del 19% de la media móvil de muertes por Covid-19. Según consigna el boletín difundido el lunes por un consorcio de medios de prensa brasileros, el índice de fallecimientos está cayendo en 18 de las 27 jurisdicciones del país. Solo en uno de los estados de Brasil esa cifra se mantuvo en alza durante la última quincena, mientras que otros ocho permanecen con tendencia estable (variación inferior a más/menos 15%).
Esos números traen esperanza al combate contra la pandemia, pero las proyecciones de los científicos, tanto en Estados Unidos como en Brasil, sin embargo, encendieron las alertas de los especialistas sobre la posibilidad de una tercera ola con un nuevo auge de casos en el país.
“Evitarla depende mucho de la vacunación, que está demostrando ser efectiva para reducir muertes e internaciones”, explica Ethel Maciel, profesora de la Universidad Federal de Espíritu Santo y doctora por la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos. “Tenemos que vacunar a 1,5 millones de personas por día, y si fueran 2 millones, sería ideal. Y hay que tener cuidado con la flexibilización de las medidas de aislamiento”.
Según el Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, que se ha destacado por sus acertadas proyecciones desde el inicio de la pandemia, sin ese avance de la vacunación, antes del 27 de agosto, Brasil podría alcanzar la trágica marca de 751.000 muertes por Covid-19.
En el peor escenario proyectado por analistas estadounidenses —en el que la variante P.1 aparecida en Manaos sigue propagándose sin control y los vacunados abandonan el uso de barbijo—, el país puede volver al trágico nivel de 3300 muertes diarias alrededor del 21 de julio, y para el 21 de septiembre el total de los brasileros fallecidos por Covid habrá superado las 941.000 personas. Los datos del Instituto de Métrica se utilizan en su evaluación de la pandemia por la Casa Blanca y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Hasta ahora, según el informe del consorcio periodístico, en Brasil ya murieron 436.862 personas a causa del Covid-19. Aunque las internaciones en terapia intensiva y en el promedio diario de muertes actualmente están bajando en comparación con abril, los expertos de la universidad estadounidense subrayan que ese aumento de las muertes se producirá, debido a que también prevén un aumento de los contagios y un menor cumplimiento social de las medidas de restricción, como el uso de barbijo y el distanciamiento social.
Según los especialistas, una de las medidas cruciales para evitar una devastadora tercera ola es acelerar la vacunación. Según un panel de la Universidad de Oxford, el 13 de abril Brasil alcanzó un promedio de 1,1 millones de inoculaciones diarias, pero a lo largo del mes la cantidad bajó, hasta las 429 mil dosis aplicadas el 12 de mayo. El país tiene ahora alrededor de 70 mil nuevos casos diarios de la enfermedad, un nivel alto, según los especialistas, y solo el 9% de los brasileños han recibido la segunda dosis.
Cláudio Struchiner, médico y profesor de Matemática Aplicada de la Fundación Getulio Vargas, considera que las instituciones brasileñas evitan hacer proyecciones de largo plazo como las que realiza la Universidad de Washington debido a la elevada incertidumbre que cunde en el escenario pandémico brasilero.
“No hay certeza sobre muchas de las variables: índice de vacunación, relación entre Brasil y China (proveedora de los insumos para las vacunas que se aplican en Brasil), nuevas cepas, dudas sobre las vacunas que interfieren con su aceptación por parte de la población, duración de la inmunidad, subregistro de casos, estacionalidad, y tantas otras cosas”, dice Struchiner. “Hecha esa aclaración, el Instituto de Métrica de la Universidad de Washington es serio y experimentado, y sus proyecciones para Brasil son efectivamente plausibles”.
Otra proyección, en este caso de la Red de Análisis Covid-19, que cuenta con un equipo multidisciplinario de investigadores en todo Brasil, advierte que el país tiende a tener picos de casos de la enfermedad, como los observados en julio de 2020 y principios de 2021, cifra que se estabiliza y a continuación manifiesta un aumento adicional. Los datos actuales, según el Análisis de la Red Covid-19, sugieren que el país se encuentra precisamente en vísperas de iniciar el ciclo de una nueva escalada de casos.
Por otro lado, la plataforma de datos de la Universidad de San Pablo y de la Universidad Federal de San Carlos proyecta que el número total de casos en el país debería aumentar de alrededor de 15,4 millones de casos el 14 de mayo, a 16,1 millones para el 23 de mayo, también con tendencia ascendente.
El diario O Globo le preguntó al Ministerio de Salud en qué proyecciones se basa para tomar sus medidas sanitarias, qué se ha hecho para evitar o lidiar con una posible tercera ola, cuál es la posición de la cartera de salud sobre las proyecciones, y si tienen previsto reforzar el abastecimiento de oxígeno y medicamentos para la intubación durante esa posible tercera ola de contagios. “No hacemos comentarios sobre proyecciones”, fue la escueta respuesta del Ministerio.
Gulnar Azevedo, investigador del Instituto de Medicina Social de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, dice que a pesar de haber descendido, “el promedio actual de 2000 muertes diarias sigue siendo alto”. “El virus sigue circulando, está llegando el invierno, y ya sabemos que el frío propicia los contagios”, dice Azevedo.
Nuevo pico
El boletín del pasado jueves del Observatorio Covid-19 de la Fundación Oswaldo Cruz advierte precisamente sobre la intensa circulación del virus en el país, a pesar de la “leve disminución” en las tasas de mortalidad y en la ocupación de camas de terapia intensiva. “En este contexto, con tasas de ocupación de camas tan altas, la llegada de una tercera ola plantearía una crisis de salud aún más grave”, señala el informe.
Leonardo Bastos, estadístico de la consultora Fiocruz, confirma que Brasil reúne todas las condiciones necesarias para sufrir una nueva ola de la enfermedad, debido a la peligrosa combinación factores: alto nivel de infecciones y hospitalizaciones, elevado número de ciudadanos que no contrajeron la enfermedad (y que por lo tanto no produjeron anticuerpos contra la infección), lento ritmo de vacunación, disminución del uso de barbijo, y reaperturas apresuradas en los estados que habían redoblado las medidas de distanciamiento. Bastos también alerta sobre la llegada de nuevas variantes, como la detectada en la India, y la aparición de cepas que pueden reinfectar a los ya vacunados.
Carlos Lula, secretario de salud del estado de Maranhão y presidente del Consejo Nacional de Secretarios de Salud de Brasil, ha exigido al gobierno federal que tome medidas de alcance nacional para contener la propagación del virus, frenar la entrada de nuevas variantes y prolongar la actual regulación del mercado nacional de medicamentos:
“Es crucial aprender de lo que nos pasó en la segunda ola, con los problemas con los equipos de intubación, las dificultades para suministrar oxígeno, la falta de medicación específica y los pocos testeos”, dice Lula. “Si viene una tercera ola, hay que subsanar esos errores, redoblar la comprar de suministros y abastecerse por precaución”.
Diario O Globo/GDA
Traducción de Jaime Arrambide
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