Las tropas norteamericanas se fueron: ¿qué va a pasar ahora en Afganistán?
La transición plantea un gran desafío tanto para los islamistas como para la administración de Joe Biden
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WASHINGTON.- La guerra más larga en la historia de Estados Unidos llegó a su fin después de 20 años, con el último soldado norteamericano abandonando Afganistán tras la evacuación de la mayoría de sus ciudadanos y miles de afganos.
Ahora el gobierno queda en manos de los talibanes, lo que plantea una nueva serie de preguntas para la administración de Joe Biden y un gran desafío para los talibanes, que deben llevar adelante un país hundido en la pobreza, en profundos problemas sociales y aislado diplomáticamente.
¿Qué pasa con los estadounidenses y los afganos en riesgo que se dejan atrás?
Si bien Estados Unidos logró evacuar a más de 5500 ciudadanos norteamericanos desde el 14 de agosto, un pequeño número optó por permanecer en Afganistán, muchos de ellos para poder estar con sus familiares. Decenas de miles de afganos, como intérpretes que trabajaron con el ejército norteamericano, periodistas y defensores de los derechos de las mujeres, también se quedaron.
Biden espera que los talibanes continúen permitiendo el paso seguro de norteamericanos y otras personas para salir del país.
Según un comunicado conjunto emitido por Gran Bretaña, Estados Unidos y otros países el domingo, el grupo islamista se comprometió a permitir que todos los ciudadanos extranjeros y afganos con autorización de viaje de otro país salgan de Afganistán.
Pero existe preocupación sobre cómo esos ciudadanos podrán irse si no hay un aeropuerto en funcionamiento y que los talibanes puedan tomar represalias contra ellos.
¿Qué pasa con el aeropuerto de Kabul?
Durante las últimas dos semanas, el aeropuerto internacional Hamid Karzai ha estado asegurado y operado por casi 6000 soldados norteamericanos.
Los talibanes buscan ahora la ayuda de países como Qatar y Turquía para continuar las operaciones de vuelo civil desde allí, la única forma en que muchas personas podrán salir del país.
El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, dijo el domingo que es necesario realizar reparaciones en el aeropuerto de Kabul antes de que pueda reabrirse a los vuelos civiles.
Mantener el aeropuerto abierto es vital no solo para que Afganistán permanezca conectado con el mundo, sino también para mantener los suministros de ayuda humanitaria.
¿Cómo gobernar un país en crisis?
El gobierno de los talibanes tiene un largo camino por recorrer a partir de ahora.
El recuerdo de su violento paso por el poder en el período de 1996 a 2001 atormenta a los afganos que, a pesar de las promesas de los talibanes de una gestión más blanda que reconozca los derechos de las mujeres, no confían en que esto pueda pasar.
Mujeres, especialmente en las ciudades, temen salir a la calle y persiste al menos un brote de resistencia armada en el valle de Panshir, un tradicional bastión antitalibán.
Además, Afganistán es uno de los países más pobres del mundo. La mayoría de la ayuda externa que recibió el país cuando fueron depuestos en 2001 ahora está suspendida, y los expertos aseguran que los cientos de millones de dólares que recibían los talibanes como insurgentes es un monto mínimo comparado con las necesidades actuales. Tampoco tienen acceso a los fondos del banco central afgano depositados en Estados Unidos.
Por último, los talibanes deberán enfrentar la fuga masiva de cerebros y el impacto que esto tendrá sobre la economía. El vocero talibán urgió a los afganos capacitados permanecer en el país, que necesita de profesionales como médicos e ingenieros.
¿Cómo es la futura relación EE.UU- talibanes?
Estados Unidos informó que no planea dejar diplomáticos en Afganistán y decidirá qué hacer en el futuro basándose en las acciones de los talibanes. Pero la administración Biden tendrá que determinar cómo puede garantizar que no estalle una crisis humanitaria y económica en el país.
Las Naciones Unidas aseguró que más de 18 millones de personas, más de la mitad de la población de Afganistán, necesitan ayuda y la mitad de todos los niños afganos menores de 5 años ya sufren de desnutrición aguda en medio de la segunda sequía en cuatro años.
Algunos países han dicho que ninguna nación debería reconocer bilateralmente a los talibanes como el gobierno de Afganistán. Si bien el grupo mantiene contactos con potencias regionales como Pakistán, Irán, Rusia y China, ninguno de ellos los ha reconocido.
En una aparente señal de la división sobre cómo tratar a los talibanes, China y Rusia se abstuvieron de votar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que urge a los islamistas permitir la salida de afganos.
¿Cómo enfrentarán la amenaza terrorista?
La única área de cooperación entre Estados Unidos y los talibanes podría ser la amenaza que representan los militantes del Estados Islámico (EI). Hay preguntas en torno a cómo Washington y los insurgentes pueden coordinar y compartir información para contrarrestar al grupo.
El Estado Islámico Khorasan (ISIS-K) se atribuyó el pasado 26 de agosto el atentado suicida con bomba frente al aeropuerto de Kabul que mató a 13 soldados estadounidenses y más de 100 muertes de civiles afganos.
Estados Unidos ha llevado a cabo al menos dos ataques con aviones no tripulados contra el grupo desde entonces y Biden ha dicho que su administración seguirá tomando represalias por el ataque.
Los talibanes y EI son extremistas sunitas, pero el segundo hace una interpretación aún más rígida de la ley islámica, y ha dicho que seguirá combatiendo en Afganistán.
Agencias Reuters y AFP
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