Las noticias esperanzadoras sobre la variante delta
Los expertos diferencian la contagiosidad de la gravedad, y todo indica que los pacientes afectados no tienen síntomas más severos
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NUEVA YORK.- Son dos las preguntas básicas que hay que hacerse frente a cualquier variante del coronavirus. Primero, ¿es más contagiosa que las versiones anteriores del virus? Y segundo, ¿es más grave?
Cuando una variante es más contagiosa, conduce a un aumento en el número de casos, especialmente entre los no vacunados. Cuando una variante es más grave o severa, implica que provoca peores síntomas en el promedio de las personas infectadas y que conduce a un mayor porcentaje de casos de hospitalización o fallecimiento.
Es fácil confundir esos dos conceptos diferentes cuando una variante, como la delta, empieza a propagarse. Si la variante es más contagiosa, también suele parecer más fuerte, porque el aumento del número de casos necesariamente implica que habrá más internaciones y muertes, explica el doctor Robert Watcher, de la Universidad de California en San Francisco.
Ante esos números, los periodistas y algunos expertos empiezan a decir de una nueva variante es “peor” o “más peligrosa”, conceptos amplios que borronean la diferencia entre contagiosidad y severidad. “Parte del problema es la imprecisión del lenguaje que se utiliza”, dice Rebecca Wurts, infectóloga de la Universidad de Minnesota.
Pero la diferencia entre esos dos conceptos es muy importante. Si en realidad la nueva variante no es más grave ni severa, entonces no representa una amenaza mayor para la persona promedio que se contagia. Los vacunados seguirán estando protegidos. Y entre los menores demasiado chicos para ser vacunados, los casos de Covid grave seguirán siendo excepcionalmente raros, circunscriptos a los niños que acarrean otros problemas de salud.
A fines del año pasado, cuando empezó a circular la variante alfa -popularmente conocida como “británica”-, la mayoría de la gente dio por sentado que era ambas cosas: más contagiosa y también más grave. Pero los datos rápidamente lo desmintieron: la variante alfa parece ser solo más contagiosa.
Ahora esa historia podría repetirse con la variante delta: según prácticamente todas las mediciones, delta es significativamente más contagiosa que alfa, pero en base a los datos con los que contamos hasta la fecha, no parece ser más severa.
“Sigilosa y oportunista”
De todos modos, esos datos todavía no son definitivos y pueden cambiar. Los márgenes son estrechos y es posible encontrar estadísticas que apunten en uno u otro sentido: que la variante delta es más grave, igual de grave o menos severa que las versiones anteriores del virus. Pero el grueso de la evidencia indica que no hay una variación significativa en la gravedad de las distintas variantes.
“Hasta donde sabemos, la delta no es más peligrosa en el sentido de causar una enfermedad más grave”, dice Wurtz. “Es sigilosa y oportunista, no brutal.”
Janet Baseman, epidemióloga de la Universidad de Washington, dice: “No he visto pruebas convincentes de que la variante delta sea más grave”. El doctor Paul Sax, del Hospital Brigham and Women’s de la ciudad de Boston, señala: “La idea de que delta causa una enfermedad más grave es más una fábula que un dato de la realidad”. Por su parte, el doctor Eric Topol, del Instituto de Investigaciones Scripps, dice: “No creo que delta enferme más gravemente a los niños.”
El doctor Aaron Richterman, de la Universidad de Pennsylvania, dice no creer que delta obligue a los padres vacunados modificar sus conductas de hace unas semanas. Richterman tiene hijos pequeños y dice que en su familia no han modificado sus cuidados y precauciones.
El mensaje que llega desde Inglaterra
La mejor manera de entender lo que ocurre con delta es seguir de cerca el caso de Inglaterra, donde la variante circula ampliamente desde mayo.
Si delta fuera más grave que las versiones anteriores del virus, el porcentaje de casos que terminan en hospitalización o muerte debería estar aumentando. Pero no es así.
De hecho, desde hace tres meses y gracias al programa de vacunación masiva de Inglaterra, la gravedad promedio de los casos de Covid-19 disminuyó. (Es más: las vacunas reducen los casos graves de Covid más drásticamente que el número de infecciones). Desde hace tres meses, la gravedad se ha mantenido en el mismo rango estrecho. Si la delta fuera más severa, esos márgenes se habrían ensanchado.
En más de un sentido, no debería sorprendernos: es sumamente improbable que la variante de un virus sea más contagiosa y más grave al mismo tiempo.
Mucho ruido y pocas evidencias
La Delta, por supuesto, sigue siendo un problema.
Para los adultos mayores no vacunados, no hace falta que el Covid sea más grave para que represente una amenaza mortal. El aumento de la contagiosidad de delta ha provocado rebrotes repentinos de Covid en gran parte del mundo, y eso expone a los adultos no vacunados a un mayor riesgo de contagio.
Por lo tanto, la vacunación se ha vuelto aún más importante de lo que ya era. En Estados Unidos, las regiones más escépticas hacia la vacunación, que tienden a ser las zonas políticamente conservadoras, son las que ahora están sufriendo los peores rebrotes de la enfermedad. En países donde mucha gente no ha tenido la oportunidad de vacunarse, los casos también van en aumento.
Como en casi todo lo relacionado con el Covid, el tema no es blanco o negro: en algunos lugares, la variante delta es una novedad amenazante, y en otros lugares tal vez haga poca diferencia.
The New York Times
(Traducción de Jaime Arrambide)
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