Debido a anuncios difundidos en el sitio web, las víctimas de este acto debieron enfrentarse a una delicada e inesperada situación
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Cuando Hana se enteró de que estaba embarazada, supo que quería abortar, pero su búsqueda de una clínica en Google la llevó a un centro antiaborto, que estaba decidido a disuadirla de su elección.
En varios estados de Estados Unidos, BBC News comprobó como muchas de estas clínicas engañosas aparecen en los primeros puestos de los resultados de búsqueda de Google y en los anuncios de Facebook con consejos médicos inexactos, mientras quienes de verdad pueden realizar el procedimiento ven sus anuncios rechazados y sus cuentas restringidas.
Los centros de asesoramiento, como el que visitó Hana, una joven de 19 años que vive en el estado de Massachusetts, a menudo están dirigidos por organizaciones cristianas. Con frecuencia ofrecen algunos servicios médicos, como pruebas de embarazo y ecografías, pero parte de su promoción en línea sugiere falsamente que también brindan servicios de interrupción del embarazo.
No fue hasta que Hana caminaba por el pasillo del centro, lleno de carteles que comparaban el procedimiento con el asesinato, que comenzó a darse cuenta de que esta no era la clínica de abortos que creía que era.
Obtener atención
Hana se describe a sí misma como un “ratón de biblioteca”. En la Universidad cursa estudios relacionados con la salud. Sin embargo, nada en la web de la clínica le indicó el servicio que realmente ofrece. La página de inicio dice: “Tome el control: comience con una consulta de aborto gratuita”.
Y en una pestaña denominada: “Obtenga atención”, se enumeran los tipos de aborto (médico y quirúrgico) que se pueden realizar durante los diferentes trimestres del embarazo, bajo el título: “Acaba de enterarse de que está embarazada y quiere saber su opciones”. Una vez allí, dice Hana, le dijeron, de manera incorrecta, que los abortos estaban relacionados con la infertilidad y el cáncer de mama.
También que al haberse vacunado contra el covid-19, podría perder el bebé de todos modos, lo que haría que el aborto fuera innecesario. Eso a pesar de la evidencia científica que sugiere que las personas vacunadas no son más propensas a abortar y, de hecho, están mejor protegidas contra los riesgos de tener un parto prematuro asociados con el covid.
También la presionaron, en contra de sus deseos, para que viera la ecografía. “¿Qué clase de madre no quiere ver una foto de su hijo?” preguntó la persona que la atendía. Hana se quedó sintiéndose engañada y traicionada.
Elige la vida
The Human Coalition, un grupo antiaborto que proporciona marketing para el centro que visitó Hana y otros 40 más, le dijo a BBC News que a menudo ven “que la mayoría de las mujeres que decidieron abortar no desean hacerlo, desean ayuda”.
“Estamos aquí para empoderar a las mujeres al llenar ese vacío: ofrecer atención y el apoyo que desean para elegir la vida”.
Google muestra anuncios sobre los resultados de búsqueda para ciertos términos. Los anunciantes pujan para que sus anuncios aparezcan primero, aunque según Google el orden también debe estar determinado por la “relevancia” y la “calidad general”. Pero Whitney Chinogwenya, de MSI Reproductive Choices, afirma que esto crea una “batalla de presupuestos”, en la que las clínicas de aborto reguladas compiten con clínicas antiaborto no regulados por espacios publicitarios en términos de búsqueda específicos.
Varios grandes proveedores mundiales de soluciones para abortar también le dijeron a BBC News que regularmente ven censuradas sin explicación su material online que hace referencia al aborto, incluida la suspensión de los canales de YouTube, la restricción de las cuentas de las redes sociales y el rechazo de anuncios por parte de Facebook y Google.
En 2019, después de haber sido criticado por alojar anuncios engañosos, Google intentó tomar medidas enérgicas contra las clínicas de asesoramiento sobre abortos, que son más comunes en Estados Unidos pero también se pueden encontrar en Europa, África y América Latina.
En Estado Unidos, Reino Unido e Irlanda, cualquier persona que publique un anuncio que mencione el aborto primero debe solicitar un certificado. Las clínicas que asesoran pero no realizan abortos pueden anunciarse, pero debe llevar incluido una letra pequeña que aclara que el anunciante “no ofrece abortos”. Hana dice que no vio esa parte en el anuncio que pinchó.
Aparece en letra muy pequeña debajo del título de búsqueda y la descripción. Sarah Eagan, investigadora del grupo de campaña Center for Countering Digital Hate, cuestiona si Google debería recibir dinero por los anuncios antiaborto que se enfocan en palabras clave utilizadas por personas que buscan activamente la terminación del embarazo.
El CCDH también encontró en Facebook anuncios antiaborto que promocionan medicamentos no probados. Y en el otro extremo del espectro, los investigadores encontraron que la función de autocompletar de Google se sugieren métodos ineficaces de aborto por cuenta propia.
Kelly, al igual que Hana, dice que le dieron información médica inexacta mientras luchaba por encontrar una forma asequible y segura de interrumpir su embarazo en su estado natal de Texas. Su situación era precaria. Se encontraba sin trabajo y no tenía seguro médico, por lo que no podía pagar “una visita al médico”, por lo que buscó clínicas asequibles.
Mientras se dirigía a un centro antiaborto, Kelly dice que estaba asustada con las advertencias de que podría “desangrarse” y de que estaba arriesgando su vida, pero sabía que el aborto con medicamentos es un procedimiento extremadamente seguro.
Kelly siente que la promoción de pruebas de embarazo gratuitas está dirigida a mujeres de bajos ingresos. El centro parece estar usando búsquedas orgánicas para atraer a las mujeres en lugar de pagar por anunciarse. Esto hace que sea aún más difícil de regular.
El sitio web dice claramente: “No referimos ni realizamos abortos”, y agrega que brinda “servicios gratuitos anualmente a más de 5.000 madres solteras de minorías pobres y desatendidas”. Finalmente, a Kelly le recetaron medicamentos para terminar con el embarazo solo unas horas antes de que superara el límite de 12 semanas para un aborto médico seguro.
Pero Elisa Wells, cofundadora de Plan C, la organización que ayudó a Kelly a acceder a estas píldoras abortivas, dice que su material online es rutinariamente “rechazado por violar los estándares de la comunidad” en Facebook, Instagram y Google.
Google dice que tiene políticas claras que rigen los anuncios relacionados con el aborto, algunas determinadas por las leyes y regulaciones locales. Algunas de las publicaciones y canales señalados por BBC News se habían eliminado por error y desde entonces se habían restablecido, dijo. Facebook dijo que había restaurado una pequeña cantidad de anuncios de proveedores de servicios de aborto que habían sido rechazados incorrectamente.
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