Las masivas protestas frenan un proyecto ley del gobierno de Georgia que acercaba el país a Putin y lo alejaba de Europa
El partido gobernante Sueño Georgiano anunció la retirada del proyecto de ley sobre “agentes extranjeros” tras dos noches de violentas protestas
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TIFLIS.– El partido gobernante de Georgia anunció el jueves la retirada del proyecto de ley sobre “agentes extranjeros” tras dos noches de violentas protestas contra lo que, según los opositores, es un giro autoritario de inspiración rusa que ponía en peligro las esperanzas del país de ingresar en la Unión Europea.
El partido gobernante Sueño Georgiano afirmó en un comunicado que “retiraremos de manera incondicional el proyecto de ley que apoyamos, sin ninguna reserva”. Asimismo, se refirió a la necesidad de reducir la “confrontación” en la sociedad, al tiempo que denunció las “mentiras” de la “oposición radical” sobre el plan.
“Como partido de gobierno responsable con cada miembro de la sociedad, hemos decidido retirar incondicionalmente esta ley que respaldábamos”, señaló n un comunicado publicado en su página web.
Sin embargo, los líderes de la oposición afirmaron que las protestas se reanudarán a las 19.00 hora local. Giga Lemonjava, representante del partido Droa, declaró que exigen que el gobierno denuncie formalmente el proyecto de ley y libere a todos los detenidos durante las protestas.
The protest is not just about the bill, but about the Russian nature of the Georgian Dream. There is no trust towards them or their word, and track record serves as the empirical proof. There is no legal mechanism to withdraw the draft. Protests resume at 7 PM. #Georgia 1/2.
— Helen Khoshtaria (@Helenkhosh) March 9, 2023
El país del Mar Negro, de 3,7 millones de habitantes, ha vivido frecuentes convulsiones políticas desde que se independizó de la Unión Soviética en 1991, incluida una pacífica “Revolución de las Rosas” en 2003 que llevó al poder al presidente prooccidental Mijeíl Saakashvili, ahora en la oposición y encerrado en la cárcel, y una calamitosa guerra contra Rusia cinco años después.
El proyecto de ley habría exigido que las organizaciones georgianas que recibieran más del 20% de su financiación del extranjero se registraran como “agentes extranjeros” o se enfrentarían a multas.
Funcionarios gubernamentales afirmaron que las propuestas eran necesarias para erradicar la “influencia extranjera” y los “espías” de la escena política de Georgia, argumentando que los georgianos tienen derecho a saber quién financia a las organizaciones no gubernamentales que trabajan allí.
La oposición dijo que se trataba de una versión local de una ley rusa que el presidente Vladimir Putin ha utilizado para aplastar la disidencia durante más de una década.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Moscú está “preocupado” por los acontecimientos en Tiflis, y afirmó que el proyecto de ley georgiano no tenía ninguna relación con las leyes rusas. “El Kremlin no inspiró nada allí, el Kremlin no tiene absolutamente nada que ver con eso (...) Si lo he entendido bien, una versión era muy similar a una ley equivalente en Estados Unidos”, señaló.
Peskov ha admitido que Moscú, pese a no tener relaciones con Georgia –Rusia reconoce la independencia de regiones separatistas–, siempre busca que haya “paz” en los países de su entorno.
En sentido contrario, la Unión Europea (UE) aplaudió este jueves la retirada del polémico proyecto de ley. ”Damos la bienvenida a que el partido gobernante retire la proposición de ley sobre ‘influencia extranjera’. Pedimos a todos los líderes políticos en Georgia que retomen la reformas proeuropeas”, indicó la delegación del bloque en Tiflis, en un mensaje en redes sociales.
De esta forma, recalcó que el país debe encaminarse en reformas que le acerquen a los estándares comunitarios, avanzando de forma “inclusiva y constructiva” en línea con las prioridades marcadas por la UE para que Tiflis logre el estatus de candidato a la adhesión, tras serle reconocida la perspectiva europea el pasado junio.
La represión de las manifestaciones en Georgia, que se saldaron con varios decenas de detenidos, y el propio proyecto de ley generó críticas de la UE que señaló que la polémica ley sobre agentes extranjeros era “incompatible” con el acervo comunitario.
La pequeña exrepública soviética desea ser parte de la Unión Europea y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Estas aspiraciones, sin embargo, se ven ensombrecidas por varias medidas aprobadas por el gobierno, que también suscitaron dudas sobre los vínculos con Moscú.
Agencias AFP, DPA y Reuters
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