Aunque la rotura de la represa Kakhovka ha limitado las opciones ucranianas de contraatacar por el flanco occidental, la nueva situación ha creado también nuevas posibilidades para Kiev
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“Los planes aman el silencio. No habrá anuncio del comienzo”.
Como ha dejado claro el Ministerio de Defensa ucraniano, Kiev no tiene interés alguno en anunciar o dar pistas sobre cómo o cuándo va a llevar a cabo su tan esperada contraofensiva para intentar recuperar el territorio conquistado por Rusia en los últimos 16 meses.
De hecho, este miércoles Oleksiy Danilov, secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, desestimó las declaraciones de funcionarios rusos que dijeron que la contraofensiva ya había comenzado. Luego, militares ucranianos también dijeron a The Washington Post que ya había empezado.
“Todo esto no es cierto. Cuando todo esto comience, lo decidirán nuestros militares”, dijo Danilov a la agencia en una entrevista. “Cuando empecemos la contraofensiva, todos lo sabrán, lo verán”.
En cualquier caso, los últimos movimientos del ejército ucraniano, que ha avanzado en el área de Bakhmut y que, según ha llegado a informar el ministro de Defensa ruso, Sergéi Shoigu, ha lanzado operaciones hasta en cinco puntos distintos del frente, parecen demostrar que algo hay en marcha.
En los últimos días, las tropas ucranianas han lanzado ofensivas en la frontera entre las regiones de Zaporiyia y Donetsk, cerca de las ciudades de Velika Novosilka y Vugledar. Aunque no puede considerarse una “gran contraofensiva”, se trata de un evento significativo.
Según los propios blogueros militares rusos, muy activos en redes sociales como Telegram y que siguen al detalle los progresos de la guerra, el ejército ucraniano logró avanzar en sus posiciones en esta zona.
El Instituto para el Estudio de la Guerra confirmó que los ucranianos avanzaron unos tres kilómetros en una noche en este frente algo que, teniendo en cuenta que la zona está minada, es una distancia importante.
Cómo ha afectado el ataque a la presa de Nova Kakhovka
Los analistas aseguran que es más que probable que la voladura de la represa de Nova Kakhovka el pasado martes, de la que Kiev y Moscú se acusan mutuamente y que ha obligado a la evacuación de miles de personas en los últimos 60 kilómetros del río Dniéper, haya afectado de alguna forma a los planes de Ucrania.
Aunque no sabemos si Kiev planeaba centrar sus esfuerzos en la región de Kherson, la zona más afectada por las aguas, para recuperar el territorio invadido por Rusia, “el daño a la represa, quienquiera que lo haya hecho, ahora hace que esa opción sea mucho más problemática”, analiza el corresponsal de seguridad de la BBC, Frank Gardner.
Según le dijo a la BBC el asesor del Ministerio de Defensa ucraniano, Yuri Sak, “lo que está ocurriendo (con la represa) es el intento desesperado de Rusia de influir de alguna forma en nuestros planes, en nuestra ofensiva. Han entrado en pánico, están desesperados, y están cometiendo atrocidades”.
Cuatro puntos clave
¿Qué otras opciones podría estar barajando Ucrania?
Con la zona de Kherson descartada, por el momento al menos, la estrategia ucraniana podría intentar avanzar en cuatro direcciones posibles, según Oleh Chernysh, corresponsal del servicio ucraniano de la BBC especializado en análisis militar:
1. En el frente de Zaporiyia, en dirección a las ciudades de Tokmak y Melitópol, las localidades más grandes de la parte ocupada por los rusos de esta región.
“Están muy bien protegidas por el ejército ruso, pero si las tropas ucranianas lograran liberarlas y avanzar hasta el mar de Azov, cortarían las defensas rusas por la mitad”, explica Chernysh.
2. Desde las ciudades de Vugledar y Volnovaja para intentar llegar a Mariúpol
Mariúpol es una gran ciudad portuaria en el mar de Azov, capturada por Rusia hace un año, y en la que se libró el terrible asedio de la acería de Azovstal. La captura de Mariúpol permitió al ejército ruso unir las zonas ocupadas del Donbass con Kherson y la península de Crimea, creando así un corredor.
Recuperar Mariúpol no solo tendría un enorme valor simbólico sino claramente estratégico, partiendo el frente ruso y aislando Crimea.
3. Bakhmut
Las tropas rusas y los mercenarios del Grupo Wagner aseguraron haber capturado esta ciudad de la región de Donetsk hace unas semanas.
La localidad ha sido escenario de feroces combates en los últimos meses y se ha luchado palmo a palmo, convirtiéndose en la batalla más larga y sangrienta de esta guerra. Aunque no tiene un especial valor estratégico, sí que alberga una importancia simbólica, tanto para los rusos como para los ucranianos.
En los últimos días, la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, ha asegurado en las redes sociales que “a pesar de la dura resistencia y de los intentos del enemigo de mantener sus posiciones, nuestros unidades militares han avanzado en varias direcciones durante el combate” en la zona.
Según Maliar, las tropas ucranianas recuperaron pequeñas localidades a pocos kilómetros de Bakhmut, tanto en su flanco noreste como en el suroeste, con el objetivo de encerrar a los soldados rusos.
El propio presidente Volodimir Zelensky ha agradecido a los militares ucranianos por enviar “las noticias que estábamos esperando”.
“Si el ejército ucraniano logra rodear a los rusos en Bakhmut, será un golpe muy duro para Moscú”, afirma Oleh Chernysh.
4. En el norte de la región de Luhansk, por la zona de Svátove-Kreminná.
Esta es una zona poco poblada y posiblemente la peor defendida por parte del ejército ruso. Si Ucrania lograra liberar estas dos ciudades podría, según los analistas, destruir la defensa rusa en la zona.
Por el momento se desconoce cuál de estas vías podría ser la preferida por los mandos ucranianos, lo que obliga, según Chernysh, a mover constantemente a las tropas tratando de adivinar dónde será la siguiente ofensiva.
Aunque la rotura de la presa de Nova Kakhovka ha limitado las opciones ucranianas de contraatacar por el flanco occidental, la nueva situación ha creado también nuevas posibilidades para Kiev, según el corresponsal del servicio ruso de la BBC, Ilya Abisev.
Para empezar, podría intentar tomar el cabo Kinburn, una estrecha península entre el mar Negro y la bahía del Dniéper, así como las islas y llanuras aluviales del delta de este importante río. Según Abisev, al ejército ruso le resultaría “extremadamente difícil” defender estos territorios debido a los problemas de suministro que ha generado la inundación.
Además, la voladura de la presa significa que el embalse de Kakhovka va a desaparecer. Las aguas bajarán hasta el nivel normal de un río, por lo que será mucho más sencillo cruzar un río que un pantano que en algunos puntos llegaba a tener 25 kilómetros de ancho.
Por lo tanto, el frente que ahora el ejército ruso tendrá que defender se ha ampliado en esta zona en unos 200 kilómetros, los que van desde la presa hasta la ciudad de Vasilivka, en la región de Zaporiyia.
Ofensivas
No está claro, tampoco, qué estrategia podría utilizar el Estado Mayor ucraniano en su contraofensiva aunque, para el analista militar Michael Clarke, exdirector del Royal United Services Institut (RUSI), un importante think tank británico de defensa, es de esperar que se produzcan operaciones de distracción.
La ofensiva, aseguró a BBC Radio 4, podría llevarse a cabo de tres formas:
1. Existe la posibilidad de que, tras una serie de actividades de distracción, el grueso de las fuerzas ucranianas, con todo su peso, se mueva en una dirección. Según Clarke, será interesante ver qué sucede en este caso en el sur de Zaporiyia, donde podrían avanzar hacia Melitópol.
2. Otra opción sería que intentaran empujar por distintos sitios. “Es como si empujaras en media docena de puertas y allí donde se abriera más fácilmente, concentraras luego el grueso de las fuerzas para avanzar”, explicó en el programa Today de la BBC.
3. La tercera posibilidad sería que intentaran una serie de pequeñas ofensivas que luego se fusionaran en algo mayor.
Aunque los movimientos, según Clarke, empezaron hace un par de semanas, con distintos ataques con drones desde ambas parte para sondear la retaguardia, por el momento no se ha visto una ofensiva principal.
Cuando ocurra, teniendo en cuenta las capacidades ucranianas, Clarke calcula que Kiev podrá intentar avanzar en un frente de no más de 50 kilómetros de ancho. “Pero, teniendo en cuenta que el frente de la guerra es de 1000 kilómetros, ¿qué 50 kilómetros elegirán?”, se pregunta. “Hasta la próxima semana o la siguiente no sabremos cómo se desarrollará”.
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