Las empresas se reorganizan para afrontar la crisis
NUEVA YORK.- Durante semanas, el brote de coronavirus que surgió en China sacudió las cadenas de suministro mundiales, causando estragos en empresas importantes de todo el mundo, aunque a menudo de manera indirecta. Ahora, a medida que se propaga por Europa y Asia, el virus se está convirtiendo en una amenaza más inmediata para empresas de todo tipo.
Desde Milán hasta Berlín y Londres, compañías de prácticamente todas las industrias refinan sus protocolos de emergencia o envían a sus empleados a casa para tratar de prevenir un brote.
Esta semana, Chevron ordenó a 300 trabajadores en una de sus oficinas de Londres que trabajaran desde casa después de que un empleado que regresó de Italia presentó síntomas de gripe. El grupo de medios OMG, con sede en la misma ciudad, copió la decisión, y envió a unos mil empleados a casa después de que un miembro del personal que recientemente estuvo en Singapur comenzó a manifestar síntomas.
La compañía de televisión satelital Sky comenzó a inspeccionar a los visitantes en varias de sus oficinas europeas, y les dijo a sus empleados que los clientes que hayan viajado recientemente a países de "mayor riesgo", como China y Japón, no podrán ingresar a sus oficinas. La aerolínea insignia de Alemania, Lufthansa, frenó las contrataciones y les ofreció vacaciones sin goce de sueldo a sus empleados mientras se prepara para el crecimiento del impacto económico del virus. Y el martes, la agencia de publicidad Dentsu instruyó a todos los empleados en su sede de Tokio que trabajaran desde casa.
En Italia, el centro del brote en Europa, varias compañías -entre ellas, el gigante de seguros Generali y la marca de moda Armani- buscan que sus empleados trabajen desde casa en la medida de lo posible.
Stefano Conforti, un estratega de mercadotecnia digital que generalmente trabaja desde un concurrido espacio compartido de oficinas en Milán, lo hizo desde su casa toda la semana. "Sin duda, trabajar desde casa es cómodo, pero, en lo personal, me gusta ir a la oficina y convivir con colegas y vivir ese tipo de ambiente", dijo.
Pronto, las empresas en Estados Unidos quizá tengan que comenzar a enviar a casa a sus trabajadores o tomar otras medidas de precaución. El martes, una alta funcionaria de salud a nivel federal pidió a las ciudades y pueblos del país que idearan "medidas de distanciamiento social", como dividir las clases en grupos más pequeños de estudiantes o incluso cerrar escuelas. También pidió que las empresas hagan arreglos para que los empleados trabajen desde sus casas.
Esta no es la primera vez que las empresas del país se ven obligadas a diseñar políticas de trabajo desde el hogar. El punto de referencia histórico más cercano es el brote de SARS en 2002 y 2003, que llevó a muchas compañías a diseñar planes de respuesta a emergencias.
"Es probable que las empresas tengan estos planes guardados en algún lugar, y que no sean tan diferentes de lo que eran hace 20 años", dijo Peter Cappelli, experto en recursos humanos y profesor de la Universidad de Pensilvania.
Para algunos empleados, trabajar desde casa será un alivio, un escape de los trayectos largos al trabajo y los compañeros ruidosos de oficina. Para otros, podría plantear problemas, como tener que entretener a chicos o no poder colaborar en ciertos proyectos desde lejos.
"Existe gente que quiere salir de su casa, particularmente esas personas que han organizado sus vidas considerando el cuidado de los niños", dijo Cappelli, y agregó: "Esto les parecerá incómodo a algunas personas".
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