Las elecciones en Portugal vuelven a poner en el foco el avance de la extrema derecha en Europa
Con un discurso antisistema, el partido Chega! se convirtió en el más popular entre los jóvenes y busca afianzarse como la tercera fuerza del país; hoy son los comicios legislativos
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PARÍS.– Unos 10,8 millones de portugueses son esperados en las urnas este domingo en unas elecciones legislativas anticipadas, cuyos resultados determinarán quién será el próximo primer ministro. Pero estos comicios también podrían consolidar a la extrema derecha como tercera fuerza política en un país que, hasta hace muy poco, había resistido a las sirenas del populismo.
Como Irlanda, Luxemburgo o Malta, Portugal constituyó durante mucho tiempo una de las raras excepciones al fenómeno que permitió la entrada de los partidos populistas a los parlamentos nacionales de los países que forman la Unión Europea (UE).
Las elecciones legislativas de octubre de 2019 pusieron fin a esa singularidad permitiendo a Chega! (¡Basta!), creado a principios del mismo año acceder al palacio de São Bento, sede del Parlamento portugués, en Lisboa, con un total de 1,3% de los votos nacionales.
El único diputado era entonces su presidente-fundador, André Ventura, abogado, personaje conocido en los sets de televisión como comentarista de fútbol y tránsfuga del Partido Social Demócrata (PSD) de centroderecha. Dos años más tarde, en enero de 2022 -tras la disolución provocada por el rechazo del presupuesto en octubre 2021-, en una elección donde el Partido Socialista del primer ministro Antonio Costa consiguió la mayoría absoluta, su formación obtuvo 12 bancas introduciendo al mismo tiempo un discurso radical, antisistema y anti-inmigración, hasta ese momento desconocido en la Asamblea.
En vísperas de los comicios de este domingo, los sondeos prevén que Chega! podría obtener entre 16% y 18%, convirtiéndose así en la tercera formación política del país, detrás de la Alianza Democrática (AD) -coalición liderada por el Partido Social Demócrata de Luis Montenegro, alejado del poder desde 2015- con 32,6% de intenciones de voto, y el Partido Socialista (PS), esta vez representado por el exministro Pedro Nuno Santos, con 27,9%.
No obstante, el fuerte porcentaje de indecisos, alrededor del 20%, indica que todas las opciones están abiertas. Pero, ¿cómo explicar el fin de la excepción portuguesa?
“En realidad, desde la consolidación de la democracia, después de la ‘revolución de los claveles’ de 1974 (contra el dictador Antonio Salazar), sabíamos que entre 18% y 20% de la sociedad portuguesa expresaba opiniones conservadoras autoritarias. No obstante, las formaciones de derecha, el PSD y el CDS (Centro Democrático y Social), que venían de la oposición moderada al salazarismo, la contenían”, analiza el historiador Antonio Costa Pinto de la universidad de Lisboa.
A su juicio, “Chega! consiguió surgir en un contexto de dinámica antisocialista, durante un gobierno de izquierda que alió al PS, la izquierda radical y el Partido Comunista (entre 2015 y 2019), apodado la ‘geringonça’ (la jerigonza), y la incapacidad de la derecha de volver al poder”.
Escándalos
En agosto de 2023, Costa renunció a su cargo tras un affaire de corrupción que aún sigue sin ser dilucidado. Pero el episodio, que se inscribió en una larga serie de escándalos que implicaron a los dos principales partidos políticos de Portugal, agravó una auténtica tensión entre el gobierno y la Justicia, y profundizó el hartazgo de la opinión pública.
“Estas elecciones, en efecto, están marcadas por la pérdida de confianza de los portugueses en sus instituciones”, concluye Costa Pinto.
Con su eslógan “Portugal necesita una limpieza”, que acompaña con fotos de dirigentes socialistas, Chega! ha hecho de la corrupción el principal tema de su campaña. Pero también explota otros malestares de la sociedad. Pues, a pesar de sus excelentes indicadores económicos -crecimiento del 2,3% en 2023, muy superior a la media europea (0,5%); 6,5% de desempleo y una deuda pública por debajo del 100% del PBI-, los portugueses no son felices.
El país debe hacer frente a una crisis del sector inmobiliario y al estallido de los precios de la locación; a una degradación del sistema público de salud y de educación, donde escasean médicos y profesores; a bajos salarios y a varios años de inflación.
Adaptación
Ignorando el rigor y la coherencia, Chega! y su líder, Ventura, modularon su discurso en función de los distintos sectores de la población que pretenden seducir.
“Ventura confirmó su carácter definitivamente populista al reproducir las recetas que llevaron al éxito a numerosos movimientos populistas de extrema derecha en el mundo: antielitismo, antipluralismo, reivindicación de una participación más directa de la gente y posiciones diversas fundadas en una ideología variable en función de las circunstancias”, analiza el especialista Jean Mercerau, profesor del Instituto Politécnico de Braganza.
Ventura, que recientemente designó como su modelo político al actual vice-primer ministro italiano Matteo Salvini, se creó un personaje extravagante, desacomplejado en la actitud y en el discurso para imponerse como “único y verdadero representante del pueblo portugués”, afirma Mercereau.
El líder de Chega! ataca con la misma vehemencia a los socialistas y a sus aliados de izquierda por su gestión (pretendidamente) desastrosa del país, como a la Alianza Democrática, de centroderecha, que califica de “prostituta del Partido Socialista”. Como la mayoría de los líderes populistas actuales de extrema derecha, Ventura trata de englobar en “un todo” el sistema que gobernó el país desde el regreso de la democracia.
Exseminarista de 41 años, con su discurso inflamado asegura que “Dios lo puso en ese sitio para salvar a Portugal”. Argumentos simplistas que movilizan en particular a los jóvenes: según los sondeos, Chega! es el partido más popular entre la fraja de los 18-34 años.
Conscientes del descontento popular, todos los partidos tradicionales han prometido “cambios profundos”. Para obstaculizar la llegada de la extrema derecha, el conjunto de formaciones de izquierda parece dispuesto a renovar el acuerdo histórico concluido con el PS en 2015.
La ecuación parece más difícil para la derecha pues el “cordón sanitario” anunciado por la Alianza Democrática contra Chega! la obliga a obtener este domingo una mayoría absoluta. “Una mayoría absoluta que está muy lejos de concretarse, aun con el refuerzo del partido liberal, Iniciativa Liberal, fundado en 2017 y que podría lograr 5% de votos, según los sondeos”, advierte Costa Pinto.
De esta manera, en vísperas de cumplirse los 50 años de la “revolución de los claveles” que puso fin a más de 40 años de dictadura del Estado Novo de Antonio Salazar, la extrema derecha de Chega! podría hallarse en posición de árbitro en la formación de un gobierno que muchos consideran difícil y otros “prácticamente imposible”.
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