Las dos Coreas sellan su acercamiento con una promesa de desnuclearización
Aunque no anunciaron medidas específicas, Kim y Moon suscribieron un acuerdo para alcanzar la "paz permanente" en la península; "dimos vuelta una página", dijo el dictador norcoreano; la comunidad internacional lo celebró como un paso positivo
SEÚL.- La monolítica frontera que separa a las dos Coreas desde hace décadas se abrió a un histórico proceso de paz con la cumbre de ayer entre el dictador norcoreano, Kim Jong-un , y el presidente surcoreano, Moon Jae-in , que acordaron avanzar hacia la "completa desnuclearización" de la península.
El anuncio de la desnuclearización fue bien recibido por la comunidad internacional, aunque su efecto se matizó con la falta de una hoja de ruta con medidas específicas para desactivar el programa atómico del régimen de Pyongyang. Los líderes de China, Japón, y especialmente el presidente norteamericano, Donald Trump , celebraron los pasos positivos que se dieron en un encuentro donde, por primera vez, las dos naciones se vieron como hermanos separados y no como enemigos jurados.
El presidente surcoreano dio literalmente el primer paso en la histórica reunión que tuvo lugar en la Zona Desmilitarizada de la frontera, al avanzar unos metros hacia territorio norcoreano para saludarse con Kim. Fue un comienzo cargado de simbolismo para una esperada cumbre que siguió puertas adentro, del lado surcoreano, entre los hombres fuertes de la península, y que concluyó cargada de esperados anuncios, comenzando por la voluntad de librar a la región de armas nucleares.
Era la primera vez que un líder de la dinastía que conduce con mano de hierro Corea del Norte desde su fundación, en 1953, cruzaba al otro lado de la frontera. Ni el fundador del régimen ni su sucesor habían traspuesto el límite del país vecino.
"Corea del Norte y Corea del Sur confirman el objetivo común de obtener, a través de una desnuclearización total, una Península de Corea no nuclear", señaló la declaración final, recibida con beneplácito del lado socialista y del lado capitalista de la frontera.
Luego de la firma de la declaración, donde proclamaron que "no habrá más guerra en la Península de Corea", Kim y Moon se dieron un abrazo. Y antes de despedirse, compartieron imágenes de su encuentro reproducidas en un espectáculo de luz y sonido, de pie y tomados de la mano durante varios minutos.
Las dos Coreas se coordinarán estrechamente para asegurarse de no "repetir el pasado desafortunado que vio cómo los anteriores acuerdos intercoreanos se quedaban en nada", declaró el dictador norcoreano. "En el camino podría haber contragolpes, dificultades y frustraciones, pero no se puede alcanzar la victoria sin dolor", reconoció Kim, que no abandonó su postura de tipo duro ni siquiera en el momento más emotivo de su carrera política.
Trump, a quien Kim siempre consideró su verdadero contrincante en la arena internacional, saludó el resultado de la reunión de los jefes de Estado. Para Washington fue la antesala de otra cumbre vinculada al programa nuclear de Pyongyang, agendada para junio próximo, que sentará en la misma mesa al presidente republicano y al dictador norcoreano.
"¡Termina la guerra de Corea"!, tuiteó Trump, en un tono distinto del intimismo y la mesura de la reunión fronteriza. "Estados Unidos y todo su gran pueblo deben estar muy orgullosos por lo que está pasando en Corea", agregó, al atribuir el éxito a la línea dura de su pulseada personal con Kim. Luego, dijo que mantendrá la presión sobre el régimen hasta que se desnuclearice.
La cumbre comenzó a gestarse a principios de año y a espaldas de Trump, cuando Kim decidió el envío de una delegación a los Juegos Olímpicos de Invierno organizados en el Sur, la punta de lanza de una apertura diplomática que avanzó hacia el abrazo de ayer.
La Declaración de Panmunjom trató los temas más sensibles que marcaron las tortuosas relaciones bilaterales desde la firma del armisticio de 1953, que puso fin al conflicto armado que tuvo a China del lado de los coreanos y a Estados Unidos como aliado del Sur. Como nunca se firmó un tratado de paz, los coreanos siguen técnicamente en guerra.
Los dos vecinos dijeron que quieren reunirse precisamente con Estados Unidos, y tal vez también con China, como firmantes de ese armisticio a estas alturas prehistórico, "con vistas a declarar el fin de la guerra y establecer un régimen de paz permanente y sólido".
La catarata de anuncios continuó con la decisión de Moon de viajar en el otoño coreano a Pyongyang para una nueva cumbre (entre septiembre y diciembre). Será la cuarta reunión de las autoridades coreanas, después de las cumbres de 2000, 2007 y la cita de ayer, la más cargada de señales promisorias.
Los puntos claves del anuncio
Los resultados de la primera cumbre intercoreana en 11 años fueron notificados en un comunicado
Desnuclearización
"Corea del Sur y del Norte confirman el objetivo común de obtener, mediante una desnuclearización total, una península coreana no nuclear"
Diálogo
"Mantener discusiones regulares directas o telefónicas [...] sobre cuestiones vitales"
Declaración de paz
La meta de los encuentros será "declarar el fin de la guerra y establecer un régimen de paz permanente y sólido"
Tratado
Buscar un diálogo a tres bandas, con EE.UU., o a cuatro, al sumar a China, para convertir el armisticio en tratado de paz
Reunión de familias
"Intentar solucionar cuestiones humanitarias resultantes de la división [...], incluida la reunión de familias separadas"
Eventos deportivos
"Participar de forma conjunta en eventos deportivos internacionales, como los Juegos Asiáticos de 2018"
Agencias AFP, AP, DPA y Reuters
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