Las divisiones en Cataluña, el otro frente que agobia a Puigdemont
BARCELONA-. El presidente catalán, Carles Puigdemont, llega al tramo decisivo del conflicto con el gobierno de Mariano Rajoy con los grandes actores de la sociedad catalana divididos, entre quienes lo apuran para proclamar la independencia y quienes quieren que frene.
Partidos políticos, clubes de fútbol, empresas y organizaciones cívicas aceleraron sus posiciones en respuesta a la posibilidad de una declaración unilateral de independencia y a la intervención de la autonomía catalana, que Rajoy envió ayer al Senado.
Los partidos políticos
Hay partidos políticos catalanes independentistas y otros que no. Entre los primeros están los que presionan a Puigdemont para que declare la secesión (CUP) y quienes son más cautos (PDeCAT y ERC, de izquierda). Entre los segundos hay quienes defienden que el gobierno central intervenga el gobierno autónomo (PP, Ciudadanos y PSC) y quienes defienden únicamente el diálogo para encauzar el conflicto (CSQP).
Las empresas piden gestos
Más de 1100 empresas trasladaron su sede social fuera de Cataluña en los últimos 20 días. En septiembre, siete empresas catalanas figuraban en el índice selectivo de la bolsa de Madrid (Ibex-35). Seis llevaron su domicilio social fuera de Cataluña ante la incertidumbre, entre ellas, los dos primeros bancos catalanes, CaixaBank y Sabadell, que anteayer fueron objeto de una protesta independentista que consistió en retirar en poco tiempo cantidades simbólicas de dinero.
La única empresa catalana del Ibex-35 que no trasladó su domicilio social es la de derivados sanguíneos Grifols, cuyo presidente, Víctor Grifols, es uno de los pocos grandes empresarios catalanes que apoyaron abiertamente al independentismo.
Organizaciones sociales
Los líderes de las dos grandes organizaciones sociales independentistas, Òmnium Cultural y la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, se convirtieron la semana pasada en los dos primeros líderes secesionistas en ir a la cárcel, sospechosos de sedición en una de las grandes manifestaciones que lideraron.
Su encarcelamiento y la represión de la policía a cientos de votantes ante las escuelas electorales el día del referéndum independentista del 1° de octubre, colocan a Puigdemont ante la obligación de no fallarles. En el otro extremo está Sociedad Civil Catalana, la organización responsable de la manifestación unionista más numerosa vista en las calles de Barcelona desde el auge del independentismo. Se reclama como la voz de "la mayoría silenciosa", esa mitad de Cataluña que no quiere la independencia.
El difícil equilibrio de los clubes
El Barcelona de Lionel Messi, presidido por Josep María Bartomeu, con millones de aficionados en todo el mundo, reclamó diálogo y respeto en su último partido de local, el miércoles pasado, ante el Olympiacos griego. Sin embargo, los dirigentes del club, definido en una ocasión como "el ejército de un país desarmado", no consiguieron frenar las iras de sus hinchas más independentistas, que corean "independencia" dos veces por partido, y reclamaron la dimisión de Bartomeu por considerar tibio su posicionamiento.
El otro club de primera división de Barcelona, el Espanyol, rechazó posicionarse ante la crítica situación y entiende que "ser valientes es no atizar el conflicto en la sociedad catalana".
Las reacciones en Cataluña
Josep Guardiola, ex DT del Barcelona
"Es un día muy triste para la democracia. Pensaba que esto en el siglo XXI ya no pasaría"
Ada Colau, alcaldesa de Barcelona
"Ha habido una respuesta autoritaria, un ataque a los derechos y libertades"
Isabel Coixet, directora de cine
"[Los secesionistas] nos están echando de Cataluña. Por mi cabeza ronda muchas veces la idea de irme"
Agencia AFP
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