Las cuevas de Longyou, el misterio arqueológico de 2000 años que nadie logró resolver
Descubiertas en 1992, poco se sabe aún sobre este yacimiento de 30.000 metros cuadrados ubicado en el extremo sudoriental de China
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Ubicadas en la provincia china de Zhejiang, las cuevas de Longyou son uno de los misterios que desvelan a los arqueólogos. Este yacimiento artificial de más 30.000 metros cuadrados fue descubierto gracias a la curiosidad de los habitantes de la zona. A casi tres décadas de ese hallazgo fortuito, su origen y su construcción continúan siendo un gran interrogante.
Las cuevas de Longyou han sido un lugar poco frecuentado de esa parte sudoriental de China. Pero no por la escasa afluencia la obra arquitectónica es menos interesante.
Independientemente de la baja afluencia de personas, existe un gran enigma en torno a estas gigantescas estructuras subterráneas: ¿Quiénes las construyeron y por qué?
Para conocer la historia del descubrimiento de las cuevas de Longyou debemos remontarnos a 1992. Wu Anai, un poblador de la aldea Shiyan Beicun decidió reunir dinero junto con otros vecinos para dilucidar algo que los intrigaba: cuán profundo era el estanque donde solían bañarse o ir a pescar.
Valiéndose de una poderosa bomba extractora, los vecinos trabajaron durante días en ese espejo de agua. Así, luego de tres semanas de drenaje, se descubrió que lo que llamaban estanque en realidad se trataba de una cueva. Esa fue la primera de las 24 estructuras descubiertas hasta la actualidad.
Casi sin proponérselo, los aldeanos dieron con un yacimiento de limolita del que nadie había oído hablar. Conocidas también como las cámaras de piedra de Xiaonanhai, los investigadores han concluido que, lejos de ser un yacimiento de origen natural, se trata de una obra artificial.
Si se consulta Google Maps, uno de los servicios cartográficos más utilizados a nivel mundial, las cuevas de Longyou son fácilmente localizables. En dicha herramienta web se las describe como un conjunto de cuevas hechas por el hombre. Pero no faltaron quienes se alejaron de la versión oficial y las vincularon a civilizaciones extraterrestres.
Y para formular tal especulación, los expertos toman en cuenta distintos elementos de las cuevas de Longyou. Uno de ellos es la superficie. El área total mide 30.000 metros cuadrados, con una altura máxima de 30 metros. Para realizar todo el complejo hubiese sido necesario extraer casi 1.000.000 de metros cúbicos de roca.
Más allá de cualquier cálculo científico basado en el tamaño de las cuevas de Longyou, nada se sabe acerca de qué destino tuvo el material rocoso extraído del lugar. Tampoco existen precisiones sobre el tiempo ni la mano de obra empleados en la construcción: se calcula que habrían sido construidas alrededor de 2000 años atrás.
Jia Gang, profesor de la Universidad de Tongji especializado en ingeniería civil, se mostró desconcertado cuando conoció las cuevas. El experto sumó otro interrogante al dilema y planteó la necesidad de un elemento indispensable para la construcción del complejo subterráneo. “Debería haber lámparas, porque la boca de la cueva es muy pequeña y la luz del sol solo puede ingresar en la cueva en un cierto ángulo, durante un cierto período de tiempo. A medida que uno avanza en la cueva, la luz se vuelve más tenue. En el fondo de la cueva, a una docena de metros de la boca, apenas se podía ver”, estimó.
En 2017, un experto multidisciplinario del Instituto de Arqueología de la Academia China de Ciencias Sociales sostuvo que toda la construcción debió haber estado planificada. “En el fondo de cada cueva, los constructores no podrían ver lo que estaban haciendo los demás en la siguiente gruta. Pero el interior de cada cueva tenía que ser paralelo al de la otra, de lo contrario, la pared quedaría perforada. Por tanto, el aparato de medición debía ser muy avanzado. De antemano, debe haber habido algún diseño sobre los tamaños, ubicaciones y distancias entre las cuevas”, enumeró Yang Hongxun.
En paralelo a su extensión, el elemento más llamativo son las marcas regulares en las columnas, paredes y techos de piedra de todas las cuevas de Longyou. Se trata de una serie de estrías paralelas cinceladas con un ángulo de 60 grados. A su vez, cada una de las paredes que separan una cueva de la otra poseen un grosor de 50 centímetros.
Otro de los elementos curiosos son los pilares de las cuevas. Dichas columnas de roca, que también presentan el mismo tallado, han sido dispuestas en línea y evitan que toda la estructura colapse. Llama la atención que no exista registro de semejante obra en un cultura milenaria que ha documentado sus avances a lo largo de los siglos.
¿Encargadas por un dinastía?
En el interior de la cuevas de Longyou se han encontrado representaciones de aves, caballos, peces y dragones. Algunos tienden a creer que se trata de la representación de los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra. Pero estas imágenes podrían ser un indicador de la época en la que se habrían construido.
Como publica el sitio Magnet, las pinturas presentes en las paredes hacen suponer que todo el yacimiento fue ordenado por un emperador. De hecho, las ilustraciones de los pájaros que se repiten en las distintas cuevas sugieren una relación con la dinastía Dongyi. Para esta civilización, que gobernó en la zona de la China oriental entre 1500 y 1900 años atrás, las aves eran todo un símbolo.
La poca concurrencia a las cuevas de Longyou ha sido aún diezmada por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, quien lo desee puede visitar por menos de 10 dólares esta magnífica y misteriosa obra arquitectónica bajo tierra.
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