Nuevas revelaciones señalan que el rey y la infanta Cristina conocían los negocios de Iñaki Urdangarin
Desde su imputación en el caso de corrupción Nóos hace 14 meses, Iñaki Urdangarin, yerno del rey Juan Carlos I de España, ha resultado ser una mancha imborrable en la imagen de la Casa Real española. Además, algunas meteduras de pata del rey, como el escándalo de la caza de elefantes en Botsuana, y algunas salidas de tono han situado a la corona en una posición comprometida ante los ojos de los españoles.
La imputación de Iñaki Urdangarin por apropiación indebida de fondos públicos y otros delitos de corrupción amenaza con arrastrar a otros miembros de la familia real.
La semana pasada, el otro principal imputado en el caso de corrupción Nóos y ex socio de Urdangarin, Diego Torres, señaló directamente ante el juez a la infanta Cristina y a la Casa Real. Indicó que eran conocedores de las actividades por las que él y su exsocio fueron incriminados, y que la Casa Real además protegió y favoreció los negocios del yerno del rey. Entregó, además, unos 200 correos electrónicos que documentaban las acusaciones.
Si finalmente se dicta sentencia que incrimine directamente al duque de Palma, muchos dicen, la Casa Real necesitará años para reparar su imagen en lo que ha sido su episodio más negro en casi cuatro décadas.
El juez José Castro, instructor del caso de corrupción "Palma Arena", que implicaba a políticos del Partido Popular en las Islas Baleares en España, decidió abrir una investigación en 2010 al Instituto Nóos, de quien Urdagarin era presidente, por unos convenios firmados en 2005 y 2006.
La investigación inicial derivaría, un año después, en un caso de corrupción independiente, centrado en el Instituto Nóos.
¿De qué se acusa a Urdangarín?
En diciembre de 2011, el juez Castro acusó a Iñaki Urdangarin y a su exsocio Diego Torres de delitos de malversación de fondos públicos, evasión de impuestos, fraude fiscal, prevaricación y falsedad de documentos. Según el juez, Urdangarin era el presidente y socio clave del Instituto Nóos y su posición atraía la financiación.
El Instituto Nóos, supuestamente entidad sin ánimo de lucro, habría desviado fondos públicos (cantidades desproporcionadas de dinero) que cobró por convenios suscritos por los gobiernos de Baleares y la Comunidad Valenciana entre los años 2004 y 2007.
El dinero habría ido a parar a una red de empresas privadas que dependían del instituto, en una trama presuntamente diseñada por el exsocio de Urdangarin y vicepresidente de la fundación, Diego Torres.
El juez Castro cree que la fundación tenía en realidad "un desmedido ánimo de lucro", por su forma de actuar. Estos desmedidos pagos y el entramado de empresas, además, resultan sospechosos "cuando quienes supuestamente libran las facturas y quienes, también supuestamente, tienen que abonarlas, vienen a ser los mismos, y cuando además, asaltan más que serias dudas sobre la realidad de los servicios que se dicen facturados", dijo el juez el pasado mes de enero.
Qué hacía el Instituto Nóos
Fue fundado en 1999 por el que sería el socio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres. El duque de Palma se uniría a la entidad más tarde como presidente en 2003. Se constituye como entidad sin ánimo de lucro y de ella dependen una red de empresas también implicadas en la trama como Nóos Consultoría Estratégica, la inmobiliaria Aizoon y el centro De Goes.
La misión de la entidad era, supuestamente, realizar investigaciones de interés general sobre las estrategias de mecenazgo y responsabilidad social. Pretendía, además, ser un lugar de encuentro de personas destacadas del mundo de la empresa, investigación y administraciones públicas.
Sin embargo, las pesquisas sacaron a la luz que una cantidad de dinero desproporcionada que cobraba el Instituto Nóos por la organización de eventos acabó en manos del entramado de empresas privadas con ánimo de lucro.
En qué medida está involucrada la Casa Real
El único imputado que forma parte de la familia real española es el duque de Palma, Iñaki Urdangarin, marido de la infanta Cristina, hija del rey de España. El juez José Castro y la fiscalía desestimaron la implicación de la infanta Cristina, exculpada además en varias ocasiones en los testimonios de los imputados (incluido el de Urdangarin).
Sin embargo, las declaraciones de Diego Torres el pasado sábado 16 de febrero apuntarían a que la infanta Cristina y la Casa Real estuvieron al tanto de todas las actividades del Instituto Nóos y señalan directamente al rey, quien habría amparado y beneficiado los negocios de su yerno, según Torres.
Qué cuentan los correos electrónicos
El caso abrió un nuevo frente cuando, recientemente, Torres entregó unos supuestos correos electrónicos privados de Urdangarin en los que aparecía su correspondencia con la empresaria alemana Corinna Sayn-Wittgenstein.
A Sayn-Wittgenstein se la conoce en España como la "íntima amiga" del rey. Sobre todo después de que se la descubriera con Juan Carlos I en un viaje a Botsuana donde el monarca se rompió la cadera. Algunos correos presuntamente desvelan que Iñaki Urdangarin y Corinna Sayn-Wittgenstein hacían gestiones juntos e informaban al rey de sus "operaciones".
Una de esas "operaciones" trataba de colocar al yerno del rey a la cabeza de la Fundación Laureus en España (que organiza eventos deportivos) para lo que Urdangarin, según muestran los documentos, cobrarían más de US$300.000 de salario base.
Uno de los emails revela cómo la empresaria alemana le adjunta una propuesta de la Fundación Laureus y añade: "He copiado a tu suegro (Juan Carlos I) y espero que esta propuesta te hará dejar a un lado tus dudas". Urdangarin entonces reenvió el correo al asesor de las Infantas, Carlos García Revenga, y se disculpó más tarde por haberse mantenido "en silencio": "He querido comprobar con mi suegro y con Alberto Aza (secretario de la Casa del Rey) antes de responder".
El abogado de Iñaki Urdangarin, Mario Pascual Vives, dudó de la credibilidad de los correos. Urdangarin tendrá que comparecer el próximo 23 de febrero ante el juez, quien tendrá que valorar la veracidad de las pruebas aportadas por Torres.
La comparecencia de Urdangarin será, probablemente, el trago más duro para el duque de Palma de todas las acusaciones. Después de su declaración, el secretario de las Infantas, García Revenga, será también interrogado tras ser imputado en el caso el pasado mes de enero. El abogado de Diego Torres aseguró en un escrito que todas las decisiones en el Instituo Nóos se consultaban a García Revenga, extesorero de la fundación.
¿Cómo afecta el caso a la corona española?
Durante 14 meses desde que Iñaki Urdangarin fue imputado, la Casa Real española ha intentado reducir el impacto que ha producido el escándalo en su imagen. Entre las medidas que tomó hasta el momento, están el distanciamiento público de Urdangarin. Días antes de la imputación del duque de Palma en diciembre de 2011, la Casa Real consideró que el comportamiento de Iñaki Urdangarin no era ejemplar y anunció que dejaría de participar en actividades oficiales.
El 26 de enero eliminó de su página en internet la sección dedicada al duque de Palma. Además, por primera vez, la corona española decidió hacer públicas las cuentas de la Casa Real y el rey se rebajó un 7% el sueldo.
La Casa Real intentó frenar los negocios de Urdangarin en 2006 cuando conocieron las relaciones de éste con las administraciones públicas de la Comunidad Valenciana y el gobierno balear. En una carta, La Zarzuela (residencia de la familia real) ordenó por escrito el cese de su actividad privada.
Pero el duque de Palma continuó sus negocios con Diego Torres hasta 2007, cuando se llegó a embolsar hasta US$500.000 que recaudó de donaciones privadas de marcas a través de la recién creada Fundación Deporte Cultura e Integración.
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