Lanza Francia una gigantesca cacería
En el máximo nivel de alerta, buscan al asesino de la moto, que se habría filmado en plena matanza; temen que vuelva a atacar
PARIS.- Francia se encontraba ayer sumergida en una verdadera cacería humana, una de las mayores de su historia, para detener al asesino desconocido que, en diez días, dio muerte a siete personas en tres ataques diferentes y que muy probablemente se haya filmado a sí mismo . Centenares de expertos de todos los servicios de seguridad participan en una carrera contra reloj para neutralizar al homicida antes de que vuelva a matar.
Al mismo tiempo, el país rindió homenaje a los tres chicos de 3, 6 y 8 años asesinados anteayer a sangre fría junto a uno de sus profesores de religión en un colegio judío de Toulouse. Todas las escuelas del territorio observaron un minuto de silencio a las 11 para solidarizarse con las víctimas del ataque más sangriento cometido contra la comunidad judía en décadas.
Varias personalidades políticas se asociaron al acto, entre ellas el presidente Nicolas Sarkozy, en un colegio de París, y el socialista François Hollande, en una escuela de Seine-Saint-Denis, en los suburbios de la capital. Pero el frente unido manifestado la víspera por la clase política, en plena campaña electoral, no duró mucho (ver aparte).
Si bien oficialmente los investigadores afirmaban anoche no haber realizado avances importantes, algunos elementos nuevos fueron agregándose con el correr de las horas. El primero fue el levantamiento de las sospechas que pesaban sobre tres ex militares dados de baja del ejército en 2008 por actividades neonazis.
Una foto de esos hombres, que prestaban servicio en el mismo regimiento de paracaidistas que dos de los soldados asesinados en Montauban la semana pasada, mostraba a un individuo que respondía a las características descriptas por varios testigos de los ataques: estaba vestido de negro y tenía un tatuaje en la cara.
Pero si bien la pista del complot neonazi parecía haber sido descartada, los investigadores no desechan la idea de que pueda tratarse de alguien con un pasado militar.
Otra información importante fue develada por el ministro del Interior, Claude Guéant: el asesino llevaba durante el ataque de ayer una filmadora alrededor de su cuello con la intención de grabar sus propias acciones. "Esto permite afirmar que estamos ante alguien cruel, frío, determinado y con el control total de sus actos", dijo Guéant.
El objetivo de esa cámara, según los expertos, sería obtener imágenes para difundirlas en algún momento o verlas repetidamente. "Estamos sin duda frente a un individuo convencido de estar cumpliendo una misión casi divina. Las imágenes le servirán para lanzar al mundo su mensaje en el momento escogido", explicó el psiquiatra Pierre Lamothe.
Esa tesis la comparte Laurent Montet, director del Instituto de Altos Estudios en Criminología, que subrayó la ausencia de "móvil clásico", como la venganza, el crimen pasional o incluso el dinero. "Es evidente que el narcisismo y la omnipotencia forman parte de sus motivaciones. Pero además está habitado por la voluntad de erradicar, de eliminar a aquellos que -según él- no merecen vivir."
En todo caso, los franceses, que se creían al abrigo de tragedias de este tipo, se encuentran en estado de conmoción, mientras las fuerzas de seguridad recurren a todas las fuentes posibles de información para localizar al asesino: Internet, interrogatorios callejeros, rastreos de celulares y otras comunicaciones.
También estudian obsesivamente 7800 horas de filmación de cámaras de seguridad que corresponden únicamente al ataque de Montauban. Allí aparece el misterioso hombre vestido de negro, con casco, que se desplaza en una o varias motos de gran cilindrada y utiliza por lo menos dos armas, entre ellas una pistola Colt 45 de calibre 11.43.
"Profundizaremos todas las pistas. Ninguna será ignorada o abandonada mientras el autor de estos crímenes no haya sido detenido", declaró el procurador de París, François Molins.
Para la justicia se trata, en efecto, de un acto terrorista, agregó el procurador, que habló de "un individuo absolutamente determinado, que se sabe perseguido y que es susceptible de volver a pasar al acto".
¿Qué mejor definición de un hombre que el 11 de marzo asesinó en Toulouse a un militar, ejecutó a otros dos cuatro días después en Montauban, hirió de gravedad a un cuarto soldado, haciéndole estallar la médula de un disparo y, por último, masacró a un hombre y chicos a quemarropa anteayer en la escuela judía?
El plan antiterrorista Vigipirate escarlata, el nivel más alto de todos, fue impuesto el lunes en diez departamentos de la región. El jefe de la sección antiterrorista del tribunal de París y un fiscal adjunto viajarán hoy a Toulouse y se quedarán en esa ciudad "mientras dure la investigación", para coordinar la acción de unos 200 investigadores.
Los cuerpos de las cuatro víctimas franco-israelíes de la escuela de Toulouse fueron repatriados anoche a Israel, donde serán inhumados. Sarkozy se hizo presente en el aeropuerto de Roissy para rendirles un último homenaje.
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