La violencia se adelanta y anticipa un marzo con nuevos estallidos en Chile

SANTIAGO, Chile.- No fue en marzo, el mes en que se daba por descontado que el estallido social se restablecería, sino que ocurrió varios días antes y en la turística ciudad de Viña del Mar. En los últimos días de la temporada estival, el clima de violencia se adelantó en Chile y confirmó la sensación generalizada: que la tensión en torno a las demandas sociales y el plebiscito del 26 de abril -que definirá si se reforma la Constitución- se intensificará en las próximas semanas.

Después de un enero relativamente tranquilo, en el que hubo protestas que se concentraron principalmente los días viernes en el centro de Santiago, la realización del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar se convirtió en una vidriera excelente para nuevas manifestaciones.

El evento, que cuenta con un poderoso arraigo social entre los chilenos, estuvo en el centro de la polémica en los meses previos a su realización. Tras las suspensiones de la APEC, la COP 25 y la final de la Copa Libertadores, el certamen enfrentó varias peticiones para su cancelación y amenazas de boicot, pero el municipio de Viña del Mar no dio marcha atrás.

Así, y en el primer día del festival, la ciudad costera fue centro de violentos incidentes. Hubo saqueos a diversos locales comerciales, quema de vehículos en torno a la Quinta Vergara (el anfiteatro donde se realiza el evento) y varios enfrentamientos entre manifestantes y carabineros.

El Hotel O'Higgins, un ícono de la ciudad, también fue vandalizado y sus pasajeros debieron ser evacuados. "Calles con sangre, Viña sin festival", fue la consigna que se repitió entre los encapuchados que atacaron el recinto.

Los disturbios encontraron rápido eco en las autoridades y el presidente Sebastián Piñera realizó un llamado a recuperar el orden. "Estoy seguro de que interpreto a la inmensa mayoría de mis compatriotas al afirmar que Chile ya ha tenido demasiada violencia y que llegó el tiempo de un gran acuerdo por la paz", dijo el mandatario, al regreso de sus vacaciones.

Con todo, para los próximos días se esperan nuevas protestas y manifestaciones a lo largo del país.

El domingo 8 de marzo se espera la mayor movilización de los últimos meses en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Y para el día 11, en tanto, ya se han anunciado protestas en medio del segundo aniversario del comienzo del segundo gobierno de Piñera.

"El marzo chileno se entiende como un 'termómetro' del año político. El próximo mes tiene un calendario de movilizaciones disponible en la web de distintas organizaciones, y en este sentido no habrá incertidumbre, salvo a la que se refiere a si las movilizaciones alcanzarán los niveles de intensidad de octubre y noviembre del año pasado", aseguró Bernardo Navarrete Yáñez, académico del área de estudios internacionales de la Universidad de Santiago de Chile (Usach).

"El escenario del mes de marzo tendrá como base la crisis de legitimidad de todas las instituciones del país y, por defecto, la incapacidad de procesar las demandas sociales en tiempo y forma. Y ciertamente la figura presidencial, que posee apenas un 6% de aprobación, no será la llamada a arbitrar las diferencias", añadió el experto.

Precisamente, fue el propio Piñera quien anunció que su gobierno espera concretar un paquete de seis proyectos vinculados con las demandas sociales, y con miras al gran hito que su administración enfrentará este año: el plebiscito de abril que determinará si la ciudadanía está de acuerdo con iniciar un proceso constituyente para generar una nueva Constitución, que reemplazará a la Carta Fundamental elaborada durante la dictadura de Augusto Pinochet.

"Nuestro gobierno va a garantizar este plebiscito y también va a respetar la decisión que libre y soberanamente tomemos los chilenos", dijo Piñera.

Los sondeos previos le dan amplio favoritismo a la opción de aprobar la elaboración de una nueva Constitución, con un 70% de las preferencias.

En el caso de que la mayoría apoye esa opción, se iniciará un proceso para la elección de los constituyentes en octubre próximo y un año más tarde los constituyentes someterán a la ciudadanía la aprobación del nuevo texto constitucional.

"Los chilenos enfrentaremos un momento decisivo de nuestra vida republicana. Un momento necesario para que a nadie le quede dudas de que la mayoría nacional está molesta y disconforme con muchos aspectos de su vida cotidiana. La demanda por más derechos sociales, por una redistribución justa del fruto del crecimiento, el reclamo por la mochila del endeudamiento, son muchos aspectos que conforman la base del malestar. Todo eso se une a una desconfianza con las elites", manifestó Gabriel Gaspar, cientista político y analista internacional.

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