La vida opulenta y las claves del negocio narco del "Chapo" Guzmán, relatadas por su exmano derecha en la corte de Brooklyn
LA NACION
NUEVA YORK.- Una casa "en cada playa", por lo menos cuatro jets privados en los que transportaba millones de dólares, un yate bautizado "El Chapito", un zoológico particular, entre otras cosas, formaban parte de la fortuna casi incalculable de Joaquín "El Chapo" Guzmán, narcotraficante mexicano, señalado como el líder del peligroso cartel de Sinaloa.
Todos estos bienes, que demuestran la opulencia en la que vivía el afamado jefe narco a principios de la década del '90, fueron enumerados al detalle hoy por Miguel Ángel Martínez, el "Tololoche", exmano derecha de Guzmán, durante una de las jornadas del juicio que se le hace al "Chapo" en Estados Unidos, más precisamente en el barrio neoyorquino de Brooklyn.
Además, este testigo, también de nacionalidad mexicana, que trabajara con Guzmán de 1986 a 1998, aseguró que el narcotraficante se sometió también a un método de células rejuvenecedoras en Suiza.
Martínez afirmó también que las operaciones del cartel de Sinaloa, que supuestamente comandaba Guzmán, llegaron a ser tan lucrativas que el líder narco llegó a regalar más de 50 coches a sus empleados en una navidad. El testigo agregó que cada uno de los que trabajaban para el Chapo podía elegir un auto entre tres modelos diferentes y de un costo individual de US$ 35.000: Thunderbird, Cougar y Buick.
El negocio "era el mejor del mundo- testificó Tololoche - Se agarró el boom cocainero".
Entre 8 y 10 millones de dólares por mes
El Chapo, que estuvo detenido e incomunicado desde su extradición a EEUU a comienzos del año pasado, se declaró inocente de los cargos que lo ligan al tráfico toneladas de cocaína y otras drogas en una amplia cadena de suministro que llegaba a Estados Unidos.
De ser declarado culpable, Guzmán enfrentaría una posible sentencia a cadena perpetua. Su juicio, ahora en la tercera semana, podría durar cuatro meses.
Martínez relató cómo los millones que entraban al cartel eran muchos pero los que salían también eran cuantiosos. "El Chapo" tenía cuatro o cinco mujeres diferentes, varias familias que mantener y empleados a los que pagar", contó Martínez.
El testigo narró que una de sus labores era ir a recoger los entre ocho y diez millones de dólares que llegaban cada mes a Ciudad de México en cada jet que tenía Guzmán. Luego, relató que colocaba el dinero en valijas Samsonite que transportaba a los bancos para depositarlo allí.
Podía cambiar los dólares a pesos mexicanos sin problemas porque el Chapo sobornaba a los empleados bancarios, afirmó Martínez. Cuando se le preguntaba a Guzmán si estaba lavando dinero, él respondía que exportaba tomates.
El dinero que sobraba era guardado en compartimentos secretos diseñados por el arquitecto de Guzmán en casas que compraba por todo México. Estos depósitos tenían lugar para guardar hasta 20 millones de dólares en efectivo, según declaró Martínez.
El acusado, de traje y corbata, escuchaba serio al testigo y sin quitarle ojos de encima.
Según dijo, él y Guzmán viajaron por todo el mundo, desde Europa, Hong Kong, Estados Unidos y Japón a toda Latinoamérica. Y el Chapo le pagaba un millón de dólares cada mes de diciembre.
El Tololoche admitió que en esa época él consumía de uno a cuatro gramos de cocaína al día y que llegó a perforarse el tabique de la nariz de tanta droga que aspiraba.
Cómo se tranficaba la droga de México a Estados Unidos
Martínez también relató los métodos del transporte de droga de México a Estados Unidos. Se trasladaba desde un túnel en Agua Prieta, Sonora, hasta Douglas, en Arizona. Este paso funcionó aproximadamente desde 1988 a 1990. El testigo también mencionó un negocio de colocación de droga en 600 o 700 latas de chile picante diarias que se llevaban en camiones desde Tijuana a Los Ángeles.
Martínez dijo que entre 25 y 30 toneladas de cocaína se transportaban en las latas al año, lo que equivalía a ganancias de entre 400 y 500 millones de dólares. Igual que en el resto de las operaciones, los proveedores colombianos de la droga se quedaban más o menos con la mitad de las ganancias y Guzmán con la otra mitad.
Por otro lado, el martes por la mañana fiscales federales en Brooklyn solicitaron que se sancione a los abogados de el Chapo por facilitar contacto "no autorizado" entre el narcotraficante mexicano y su esposa, Emma Coronel Aispuro, durante su juicio en la corte federal de Brooklyn.
Los fiscales aseguraron que el contacto "sin permiso" ocurrió en relación a una visita de un abogado al acusado tras dos días de juicio la semana pasada.
Guzmán está detenido bajo un régimen de máxima seguridad que impide los contactos familiares.
El juez Brian Cogan pidió a la defensa de Guzmán que responda a la solicitud de la fiscalía antes del fin de la semana. Cogan dijo que hablará del tema la semana que viene. Destacó que cualquier preocupación inmediata generada por el problema ya se ha disipado.
Los abogados de Guzmán no respondieron de forma inmediata a solicitudes de comentarios.
Coronel se encontraba el martes en el mismo lugar de la sala desde donde ha seguido el juicio.
Agencias AP y AFP
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