La Unión Europea prohíbe volar sobre Belarús y planea más sanciones contra el régimen de Lukashenko
Exigen la inmediata liberación de Roman Protasevich; el régimen bielorruso publicó hoy un video del opositor desde una cárcel de detención en Minsk; la OTAN se reunirá mañana para analizar la situación
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LA NACIONLuisa Corradini
PARÍS.– La Unión Europea (UE) decidió este lunes imponer nuevas sanciones a Belarús, y prohibió además a sus empresas aéreas sobrevolar su espacio aéreo, después del secuestro ayer de un Boeing de la empresa Ryanair donde viajaba un opositor del autócrata Alexander Lukashenko. La medida podría tener devastadores efectos sobre la economía de esa exrepública soviética.
Reunida hoy y mañana en Bruselas, la cumbre de los 27 países del bloque solicitó al equipo de relaciones exteriores de la Comisión Europea que establezca una lista de sanciones económicas que deberán ser “aplicadas sin demora”, agregando que la compañía nacional bielorrusa tendrá prohibido operar dentro del espacio de la Unión.
La decisión, tomada en forma unánime y con velocidad, fue consecuencia del rechazo occidental provocado por la insensata acción de Belarús, que decidió desviar el avión de Ryanair en el que viajaba de Atenas a Vilna el opositor Roman Protasevich, de 26 años, hoy encarcelado.
La UE exige la “inmediata liberación” de Protasevich, cuyo paradero exacto se desconoce desde que fue detenido en el aeropuerto de Minsk junto a su compañera. Obligado por la presión internacional, el régimen de Lukashenko autorizó hoy al disidente aparecer en un video difundido por un canal bielorruso donde –en una declaración probablemente forzada– afirma estar siendo “tratado lo más correctamente posible (…) coopera con la investigación y reconoce su responsabilidad en la organización de protestas masivas en Minsk”, un crimen que podría valerle 12 años de cárcel.
En el video, Protasevich afirma estar en el Centro de Detención N° 1 de Minsk, donde se encuentran la mayoría de los prisioneros políticos, aunque esta sea una información imposible de verificar. Las imágenes permitieron ver hematomas y marcas en la frente.
Este lunes, sin esperar la decisión de la cumbre, los países europeos vecinos de Belarús habían anunciado la prohibición de sus espacios aéreos a los aviones bielorrusos, así como a sus propias aeronaves sobrevolar ese territorio.
La UE considera “completamente inaceptable” la acción de Minsk, y Bruselas convocó por la mañana al embajador bielorruso ante el bloque para comunicarle la condena de las instituciones por el desvío “inadmisible” de un avión que viajaba entre dos capitales europeas. “La acción de Belarús puso en peligro a los pasajeros y a la tripulación”, dice el comunicado, que fustiga también “una nueva tentativa flagrante de acallar todas las voces de la oposición” en esa exrepública soviética.
Pedido de Biden
Estados Unidos se sumó a la condena internacional, denunciando “la actual persecución y la detención arbitraria de periodistas, simplemente por cumplir con su trabajo”, según la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, que agregó que el presidente Joe Biden exige una investigación sobre el episodio.
Los embajadores de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se reunirán este martes en la sede de la organización en Bruselas para analizar la situación, después que anteayer su secretario, Jens Stoltenberg, también reclamara una investigación de ese incidente “serio y peligroso”.
Otra reunión será mantenida el jueves por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). La agencia de la ONU con sede en Montreal anunció que el presidente del Consejo convocó para ese día “a sus 36 representantes diplomáticos”.
Por su parte, el Reino Unido –que ya no es miembro de la UE– “coordinó su respuesta con sus aliados” solicitando a sus empresas aéreas “evitar el espacio aéreo bielorruso”. Londres, que a través de su canciller, Dominic Raab, calificó la acción de Belarús de “insensata y peligrosa”, también consideró “difícil de creer” que Moscú no haya dado su acuerdo para el secuestro del avión.
A pesar de las presiones, Minsk continúa asegurando que se trató de un desvío justificado. Los medios locales hablaron primero de una “alerta de bomba a bordo”, y presentaron al opositor como un “peligroso extremista”. Según la versión oficial, las fuerzas de seguridad “descubrieron” la identidad de Protasevich una vez que este –junto a los demás pasajeros– pasó los controles de frontera.
Poco después, Minsk agregó que el vuelo de Ryanair había sido amenazado en un mail por la organización palestina Hamas.
La explicación fue recibida con total escepticismo por diplomáticos y responsables políticos. Primero, porque el mensaje es dos días posterior a la tregua acordada entre Israel y Hamas. Segundo, porque Hamas no tiene la capacidad de montar operaciones fuera de Israel o los territorios palestinos. Alemania fue uno de los primeros países en calificar esos propósitos de “poco creíbles” a través de su canciller, Angela Merkel.
Como era de esperar, Rusia defendió a su gran aliado y vecino, considerando que la decisión tomada por Minsk fue “absolutamente razonable”, según el canciller, Sergei Lavrov.
Por Luisa Corradini
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