La ultraderecha sacude a la UE, pero las fuerzas europeístas retienen la mayoría en el Parlamento Europeo
Macron convocó a elecciones legislativas anticipadas tras el resultado; dura derrota en Alemania del canciller Olaf Scholz; el triunfo en varios países de la ultraderecha no alcanzaría para alterar los equilibrios en el Parlamento
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PARÍS.– Los resultados de la elección del Parlamento Europeo desembocaron este domingo en el previsto y sensible avance de la extrema derecha cuyo peso, sin embargo, no alcanzará para modificar los equilibrios del actual hemiciclo. Pero también, en forma inesperada, provocaron una crisis institucional mayor en Francia.
Los acontecimientos se precipitaron como un torbellino apenas una hora después de cerradas las urnas, cuando el presidente Emmanuel Macron disolvió la Asamblea Nacional y convocó a elecciones anticipadas para el 30 de junio y el 7 de julio, tras constatar que el partido de extrema derecha Reunión Nacional (RN) de Marine Le Pen, había logrado el mejor resultado de su historia.
El cimbronazo que provocó la dramática decisión anunciada por París –curiosamente– no alterará los grandes equilibrios de fuerzas políticas dentro del Parlamento Europeo. Las fuerzas elegidas en 27 países del continente presentan un fuerte crecimiento de la extrema derecha en Francia, en Alemania o en Austria. Pero no han conseguido superar a las fuerzas de centro-derecha, centro-izquierda y centro, que lideran el Parlamento del bloque desde hace 40 años. El Partido Popular Europeo (PPE) seguirá siendo la principal fuerza política del hemiciclo durante los próximos cinco años.
Here is the first projection based on estimates of the new Parliament.
— European Parliament (@Europarl_EN) June 9, 2024
It is based on available national estimates and pre-election polling data.
Europeans are still voting and provisional results will be available later today.
For more information: https://t.co/TdW2xWIyOx pic.twitter.com/ny2RIEqEmI
El aspecto más significativo de la elección francesa fue el excelente resultado obtenido por el RN y su candidato Jordan Bardella, que operaron como un ticket lanzado a la conquista del poder. El RN obtuvo 31,5% contra menos de la mitad (14,%) del partido macronista Renacimiento.
Entre los otros partidos, la izquierda socialdemócrata de Rafael Glucksman duplicó su caudal con resto a la consulta de 2018, mientras que la ultraizquierda de Jean-Luc Melenchon se derrumbó a 9,5%.
Con esos resultados, el RN confirma su posición de primer partido de Francia. Su líder Marine Le Pen promete desde hace años que su discípulo Jordan Bardella, de 28 años, será el nuevo primer ministro si Macron debe renunciar y convocar a elecciones presidenciales. Todas las escuelas de opinión prevén que, en esa hipótesis, el RN tendrá enormes posibilidades de acariciar el poder, pues –según todos los politólogos– en los últimos dos años cedieron todos los diques de contención que impedían el acceso de la extrema derecha al poder.
El otro resultado que electrizó a Europa fue el derrumbe del partido socialdemócrata alemán SPD, que –por primera vez en muchos años– quedó en tercera posición detrás del AfD de extrema derecha, que obtuvo 16% de los votos y se aseguró el control de 16 eurobancas. Más que una proeza del AfD, esos resultados traducen un verdadero derrumbe del SPD del canciller Olaf Scholz, que totalizó apenas 13%, y quedó en posición frágil para mantenerse en el poder. A su vez, la coalición democristiana-socialcristiana (CDU-CSU) obtuvo 30 bancas y recuperó al terreno en los últimos años.
Los partidos de extrema derecha también obtuvieron significativos resultados en Finlandia, donde la coalición de partido neonazis obtuvo la mayoría relativa con 24,8% votos, pero ese avance fue parcialmente compensado con un fuerte repunte del partido de extrema izquierda radical con 17,3% y un derrumbe de un desprendimiento de la extrema derecha a 7,6%.
En Portugal, los socialdemócratas pasaron a la derecha en el poder por escaso margen de 31% contra 30%, mientras que el partido de extrema derecha Chega logró un fuerte ascenso al alcanzar entre 8 y 13%.
En Suecia, los partidos socialdemócratas dominaron la consulta con 23,1%. La derecha obtuvo el segundo lugar con 17,3%, los ecologistas totalizaron 15,3%, un segundo partido de extrema derecha 13,0% y la izquierda radical 10,7% de votos.
En Holanda, la coalición de laboristas y verdes derrotó a la derecha con 21,6%. El Partido de la Libertad (PVV), formación nacionalista de Geert Wilders, obtuvo 17,7% de votos y registró un leve progreso, mientras que el primer ministro liberal solo sacó 11,6% de los sufragios.
Aunque los resultados no son definitivos, una primera proyección permitirá que con 191 bancas el Partido Popular Europeo (conservador) sea la fuerza que dominará las 720 bancas del próximo Parlamento.
El segundo lugar lo ocuparán los socialdemócratas con 135, seguidos por los liberales de Renew (representados en Francia por el partido de Macron) con 83 diputados, luego los Conservadores y reformistas (ECR), de extrema derecha, con 71 diputados y un segundo grupo de extrema derecha, denominado Identidad y democracia (ID), con 62. Ambas formaciones aumentarán así su fuerza total, pero no ejercen un peso determinante porque no actúan juntas. Por el contrario, ambas divergen profundamente en temas tales como el futuro de Europa o la ayuda a Ucrania. Los Verdes obtendrían 53 diputados y la izquierda radical 34 bancas. Los partidos no-inscritos tendrán 51 asientos y los nuevos partidos, que aun no decidieron su alineamiento, también reunieron 51.
A partir del martes comenzarán las negociaciones para decidir quiénes dirigirán la próxima Comisión Europea (CE). Si bien la actual responsable, la alemana Ursula von der Leyen, miembro del PPE, es candidata a su sucesión, nada indica que los jefes de Estado y de gobierno vayan a ratificar esa ambición.
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