La tercera ola del coronavirus complica aún más la transición en EE.UU.
WASHINGTON.- La rampante pandemia del coronavirus le agregó una cuota de urgencia a la transición en Estados Unidos entre el gobierno del presidente, Donald Trump, y la futura administración de Joe Biden, y sumó presión a la Casa Blanca para buscar una solución al punto muerto provocado por el tajante rechazo de Trump a reconocer el desenlace de la elección presidencial.
El inédito embrollo institucional en el que quedó encerrada la primera potencia global llegó en el peor momento posible, justo cuando el país comienza a recorrer la tercera ola de contagios –la peor de todas– con el coronavirus fuera de control y el país agotado tras casi nueve meses de crisis, aislamiento y restricciones, y en la antesala de un invierno que se avizora crudo y plagado de muertes. Estados Unidos ya superó los 11 millones de casos y las 245.000 muertes, y se encamina a comenzar a registrar más de 200.000 contagios diarios y un pico de fallecimientos por día que puede llegar incluso a superar al del inicio de la pandemia.
La buena noticia que recibió el país fue el anuncio de Moderna sobre su vacuna, que resultó ser un 95% efectiva en las pruebas clínicas, un enorme avance que amplió las esperanzas de poner la pandemia bajo control antes de que haga más estragos. La vacuna de Moderna, que integra el plan Operación Warp Speed que puso en marcha Trump para acelerar la distribución de la vacuna, podría comenzar a ser administrada antes de que termine el año, y es más fácil de administrar logísticamente que la de Pfizer.
Biden aprovechó el anuncio de la vacuna para elevar la presión sobre Trump para que reconozca su triunfo y le dé luz verde a la transición entre sus equipos. Al brindar un discurso sobre la economía en Wilmington, Delaware, Biden reiteró que el país se dirige a "un invierno oscuro", y advirtió que la pandemia empeorará antes de mejorar.
"Más gente puede morir si no coordinamos", alertó Biden. "La vacuna es importante, pero no sirve hasta que uno se vacuna. ¿Cómo vacunamos a más de 300 millones de personas? ¿Cuál es el plan? Dicen que tienen este programa Warp Speed que no solo se ocupó de obtener la vacuna, sino también cómo distribuirla. Si tenemos que esperar hasta el 20 de enero para ver el plan, nos retrasa un mes, mes y medio. Es importante que haya coordinación ahora, o lo más rápido que se pueda", insistió.
Today's news of a second vaccine is further reason to feel hopeful. What was true with the first vaccine remains true with the second: we are still months away. Until then, Americans need to continue to practice social-distancing and mask-wearing to get the virus under control.&— Joe Biden (@JoeBiden) November 16, 2020
Desde que fue declarado ganador de la elección presidencial, y mientras los estados avanzan hacia la certificación y verificación final de los resultados, Biden ha trabajado en la definición de su gabinete y sus primeras medidas de gobierno. A la par de esa labor, Biden y su equipo han reclamado acceso a las agencias del gobierno federal para comenzar a preparar su aterrizaje, y también a los informes de inteligencia, un activo que muchos consideran vital para la puesta a punto de la próxima administración. Biden dijo que esperaba que Trump estuviera más "iuminado" antes del cambio de gobierno. Pero Trump y su equipo han optado por ignorar todos sus reclamos, y, de hecho, el mandatario ha insistido en sus denuncias infundadas de fraude y en su campaña –sin evidencias sustanciales, de momento– para atacar la legitimidad de la elección presidencial.
"Los demócratas radicales de izquierda, trabajando con su socio, los Medios de Noticias Falsas, están tratando de ROBAR esta elección. ¡No los dejaremos!", fue uno de los mensajes que publicó Trump en Twitter.
The Radical Left Democrats, working with their partner, the Fake News Media, are trying to STEAL this Election. We won’t let them!&— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 16, 2020
Ante ese panorama, Biden dejó abierta la posibilidad de tener que esperar incluso hasta el próximo 20 de enero, día previsto para su jura, para tener acceso al gobierno federal, un escenario jamás visto en la historia de Estados Unidos.
La presión para acelerar la transición por la pandemia también surgió desde adentro del gobierno federal. Anthony Fauci, la cara visible del task force del gobierno de Trump y el principal experto en epidemias del país, dijo el fin de semana que era "realmente importante" que hubiera una transición fluida, sobre todo en aras de lo que se avecina como un invierno muy complicado en el que puede haber necesidad de una respuesta coordinada entre el gobierno federal y los estados si es que el aumento de las hospitalizaciones lleva a una saturación del sistema hospitalario.
"Como saben, he pasado por múltiples transiciones ahora, habiendo servido a seis presidentes durante 36 años. Es realmente importante una entrega fluida de la información, ya que es casi como pasar el testigo en una carrera", ejemplificó. "No quieres parar y luego dárselo a alguien, básicamente quieres seguir adelante", insistió.
Fauci dijo además que Trump lleva meses sin participar de las reuniones del task force de la pandemia, y poco antes de la elección la coordinara del gobierno federal, Deborah Birx, escribió en un memo interno que se filtró a la prensa que Estados Unidos se encaminaba al tramo "más preocupante y mortal de la pandemia".
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