La tensión por Ucrania: una amenaza inminente de una nueva Guerra Fría
Nadie sabe por ahora cómo será el mundo que emergerá de esta crisis; Putin lucha para revertir la derrota de su país en la Guerra Fría original
- 5 minutos de lectura'
MOSCÚ.- Vadimir Pozner es un histórico periodista de la televisión rusa que en 1962 se desempeñaba como editor en lengua inglesa del servicio de propaganda soviética, un empleo que le daba acceso a los diarios y revistas norteamericanas, un privilegio inusual en la Moscú de la época. Así fue, por ejemplo, como pudo seguir la crisis de los misiles en Cuba sin pasar por el filtro soviético y sentir esa sensación de “mundo al borde de la guerra”.
Pozner dice que hoy siente algo muy parecido. “El olor a guerra es muy fuerte”, señaló este viernes, cuando se intensificó el fuego de artillería en la línea de frente del este de Ucrania. “Si hablamos de las relaciones de Rusia y Occidente, en particular Estados Unidos, siento que están como en el peor momento de la Guerra Fría, o en cierto sentido incluso peor”.
A diferencia de la crisis de 1962, ahora no se cierne una amenaza nuclear, sino una extensa guerra terrestre en el continente europeo, pero de todos modos es inevitable sentir que Rusia y Estados Unidos se encaminan a una especie de segunda Guerra Fría, algo que plantean desde hace tiempo los analistas políticos de ambos lados del Atlántico.
El martes, el presidente norteamericano Joe Biden declaró desde la Casa Blanca que si Rusia invade Ucrania, “el mundo se unirá para oponerse a esa agresión”. El presidente ruso, Vladimir Putin, pareció entender que una imagen vale más que mil palabras y este sábado se mostró supervisando personalmente el lanzamiento de misiles hipersónicos capaces de engañar a las armas defensivas de Estados Unidos.
“Ingresamos en una nueva fase de la confrontación”, dijo Dimitri Suslov, especialista en relaciones internacionales de la Escuela de Altos Estudios Económicos de Moscú. “Después de esta crisis, Rusia se mostrará de manera mucho más explícita y abierta como un enemigo, como un adversario, con todas las consecuencias que eso implica”.
Nadie sabe por ahora cómo será el mundo que emergerá de esta crisis, ya sea que Putin esté montando un show costoso y sofisticado para engañar a Occidente, o que efectivamente esté a punto de lanzar la mayor ofensiva militar que vive Europa desde 1945. Lo que sí queda claro es que su objetivo de máxima es corregir el final de la Guerra Fría original, aunque el precio sea desatar una nueva y más profunda todavía.
A diferencia de los soviéticos, Putin no intenta librar una batalla ideológica global, y por el momento tampoco está llevando a la bancarrota a su país en una costosa carrera armamentista. Actualmente, Rusia está totalmente imbricada en la economía global, un dato que alienta la esperanza de que se logre evitar una guerra profunda y prolongada entre Oriente y Occidente. Y para Estados Unidos, ahora es China, y no Rusia, la que se perfila como el adversario estratégico más serio a largo plazo.
Pero para Putin esa lucha para revertir la derrota de su país en la Guerra Fría original ya lleva al menos 15 años. Ya en su discurso durante la Conferencia de Seguridad de Múnich de 2007, Putin manifestó su rechazo a un orden mundial liderado por Estados Unidos y habló de “las municiones sin estallar” que había dejado la Guerra Fría: “estereotipos ideológicos” y “doble vara” que le permitieron a Washington gobernar el mundo y obturar el desarrollo de Rusia.
Ausencia
Este fin de semana, como un hito ominoso de la evolución de los hechos en los últimos días, Rusia estará ausente de la Conferencia de Múnich 2022, una cumbre anual de temas de seguridad que en otros momentos de tensión con Putin los funcionarios de Occidente aprovechaban para sentarse a negociar con su contraparte rusa.
En cambio, el Kremlin prefirió difundir imágenes de Putin en la “sala de crisis”, dirigiendo los lanzamientos de prueba de su actualizado arsenal de misiles con capacidad nuclear desde aviones caza, submarinos y plataformas terrestres. Fue un recordatorio cuidadosamente oportuno de que Rusia puede dejar “reducidas a cenizas radiactivas” las ciudades norteamericanas, tal como la televisión estatal rusa se ocupó de recordarle a la opinión pública hace unos días.
La Guerra Fría también ofrece paralelismos de lo que puede suceder dentro de Rusia en caso de una guerra. En ese caso, los analistas predicen un giro aún más autoritario del Kremlin y una persecución aún más despiadada de supuestos enemigos internos financiados por Occidente. Pozner –que nació en París, creció en Nueva York y se mudó a Moscú en 1952– plantea que los enemigos de Rusia en Occidente tal vez incluso anhelen secretamente una guerra para debilitar internamente al país y desacreditarlo en el plano internacional.
“Estoy sumamente preocupado”, dijo Pozner. “Una invasión rusa a Ucrania representa una catástrofe, sobre todo, para Rusia, por el impacto que tendría en su reputación internacional y por lo que puede desencadenar a nivel doméstico”.
Algunos analistas rusos creen que Putin todavía está a tiempo de “desescalar” la crisis y salir del juego con una victoria táctica. La amenaza de guerra abrió el debate en Ucrania y en Occidente sobre la posibilidad de que Kiev descarte para siempre sumarse a la OTAN. Y Estados Unidos ya ha aceptado discutir toda una agenda de reclamos que son del interés de Moscú, como la instalación de misiles en Europa y la limitación de los vuelos de cazabombarderos de largo alcance.
Pero Putin ha dejado en claro que eso no alcanza y quiere mucho más: un acuerdo legalmente vinculante y de amplio alcance que desmantele la presencia de la OTAN en Europa del este.
Por Anton Troianovski
The New York Times
Traducción de Jaime Arrambide
Más leídas de El Mundo
“Me hicieron pelota”. Pepe Mujica habló sobre su salud, su regreso a la campaña y su pronóstico para el balotaje en Uruguay
La mayor ofensiva en meses. Un masivo bombardeo ruso provocó graves daños a la endeble infraestructura energética de Ucrania
Cumbre en Río. Lula apuesta al G20 para recuperar prestigio internacional después de varios tropezones
¿En 2025? Zelensky cree que la guerra “terminará antes” con Trump en la presidencia de EE.UU.