La tenista transexual
Renée Richards
1977
Su caso provocó conmoción mundial y trascendió el ámbito estrictamente deportivo, para instalarse como una de las polémicas más apasionantes de las últimas décadas. No era para menos. La historia de un hombre, nacido en 1934 con el nombre de Richard Raskind, que pasó de ser un anónimo personaje en el circuito amateur de tenis norteamericano a una jugadora única, ya con el nombre de Renée Richards, era de por sí un imán irresistible.
Ya desde los seis años Richard se sentía incómodo y deseaba ser mujer. El gran salto lo daría en 1975, a los 41 años, al someterse a una operación quirúrgica de cambio de sexo. Para ese entonces, era un destacado cirujano oculista. Adoptó un nuevo nombre y se mudó a California, donde comenzó a jugar en torneos femeninos. Un periodista la reconoció y allí estalló el escándalo. Pero Renée siguió adelante y se convirtió en una tenista profesional, lo que motivó la protesta de muchas de las jugadoras, que argumentaron que por haber sido un hombre competía con ventajas en el aspecto físico. Richards inició una batalla legal para que se reconocieran sus derechos. En 1977, en un fallo que sentó precedente, la Corte Suprema de Justicia le dio la razón. Ese año llegó a la final de dobles en el abierto de los Estados Unidos y al año siguiente alcanzó los cuartos de final en singles. Se dio el gusto de ganar un torneo y, más tarde, de convertirse en coach de Martina Navratilova. En 1982 dejó el mundo del tenis y volvió a la medicina.
2004
En la actualidad, Renée Richards es una destacada oftalmóloga de 69 años, con un consultorio en la lujosa Park Avenue, en Nueva York. Especializada en la cura del estrabismo, atiende sobre todo a niños. Ahora prefiere el golf al tenis. Escribió varios libros sobre su especialidad, y una autobiografía, "Segundo saque", que fue llevada a la pantalla chica con Vanessa Redgrave como protagonista.
Recientemente, y después de mucho tiempo, el nombre de Renée volvió a aparecer en los diarios, cuando fue consultada sobre Mianne Bagger, que este año, en el abierto de Australia de mujeres, se convirtió en el primer transexual en participar en el circuito profesional de golf. Bagger nació en 1966, como hombre, en Dinamarca.
"Era inevitable: lo primero que hicieron los periodistas fue llamarme a mí", afirmó Renée al ser consultada por el caso Bagger. Y acto seguido dio su opinión: "Sí, hay una ventaja adicional de fuerza por el hecho de haber sido hombre. La contextura de Mianne es superior a la de la mayoría de las jugadoras del circuito. Cuando yo jugaba, aun teniendo 41 años, tenía un muy buen saque. No creo que muchas mujeres hayan tenido un servicio similar. Pero lo que yo ganaba en fortaleza lo perdía ante la juventud de las otras jugadoras, que tenían 20 años. Recuerdo que una vez mi compañero de dobles mixto, Illie Nastase, les retrucaba a mis rivales. «¿Por qué tienen miedo? ¿No ven que podría ser la madre de ustedes?»"
Ahora, cuando la tormenta que desencadenó su caso es una página amarillenta en los archivos periodísticos, Richards no se arrepiente de su decisión. "Creo que hice lo correcto. Y que mi caso ayudó a otra gente marginada de la sociedad. Tuve una experiencia maravillosa como jugadora. El balance ha sido muy positivo."