La sucesión, un proceso inédito que debe ratificar el Parlamento
No está contemplada por la ley; el gobierno presentará hoy un proyecto
MADRID.- El proceso institucional para la proclamación del príncipe de Asturias como rey de España durará entre tres y seis semanas, tras una tramitación de urgencia en el Parlamento, según estimó ayer la Casa del Rey.
La abdicación del rey Juan Carlos y la posterior proclamación de su hijo Felipe de Borbón como nuevo rey de España necesitan de la aprobación por ambas cámaras del Parlamento de una ley orgánica, que con toda probabilidad se tramitará por vía rápida para acelerar su aprobación.
El presidente del gobierno, el conservador Mariano Rajoy, convocó para hoy al mediodía un consejo de ministros extraordinario que debe elaborar el texto de una ley orgánica exigida por la Constitución para regular un trámite -la abdicación- que ocurre por primera vez en la historia reciente de España.
"Las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la corona se resolverán por una ley orgánica", indica el artículo 57.5 de la Constitución de 1978.
El Congreso de los Diputados, la Cámara baja del Parlamento, debe aceptar ese proyecto de ley y abrir un plazo para la eventual presentación de enmiendas por los diferentes grupos parlamentarios. La ley se puede presentar después de la aprobación del pleno por procedimiento de urgencia y en lectura única. La mitad más uno de los 350 diputados debe votar a favor para que sea aprobada.
El texto pasará entonces a la Cámara alta, el Senado, que también abrirá un plazo de presentación de enmiendas antes de presentarla a votación en el pleno. Si no hay enmiendas en el Senado, la ley queda aprobada con una mayoría simple. De lo contrario, debe regresar al Congreso para una nueva votación.
En el Parlamento está previsto que la mayoría de los grupos vote a favor de la ley orgánica. El gobernante y conservador Partido Popular (PP) y la principal fuerza de oposición (el Partido Socialista, PSOE) siempre fueron juntos de la mano en su defensa cerrada de la monarquía y de Juan Carlos I. Entre los partidos minoritarios, Unión Progreso y Desarrollo (UPyD), de centroderecha, también votará a favor. Se prevé que el grupo de Izquierda Plural y los grupos nacionalistas se abstengan o voten en contra. Varios diputados de izquierda pidieron ayer la convocatoria de un referéndum para preguntarle a la ciudadanía si está a favor o en contra de la continuidad de la monarquía, una institución con la popularidad en baja desde hace un tiempo.
La abdicación será efectiva el día en que se publique la ley en el Boletín Oficial del Estado, tras lo cual se puede proclamar inmediatamente al nuevo monarca, un trámite que Rajoy dijo esperar que se realice "en un plazo muy breve". Felipe VI deberá jurar entonces como rey ante diputados y senadores reunidos en el Parlamento en sesión solemne.
Unos días después -a partir del 16 de junio- se podría realizar una ceremonia oficial de proclamación con la presencia de jefes de Estado y representantes de otras casas reales.
Una de las incógnitas que quedan tras la inesperada abdicación del rey es cuál será su situación jurídica a partir de que sea proclamado rey su hijo Felipe. La ausencia de un texto normativo al respecto, cuya aprobación debe hacerse ahora por la vía de urgencia, arroja incertidumbre sobre esa situación. En principio, el monarca dejará de tener blindaje para una imputación, un privilegio que se limita al jefe del Estado. Queda por saber si los legisladores incluirán o no alguna cláusula que proteja legalmente a Juan Carlos cuando deje de ser rey.
Por otra parte, España está obligada a modificar la Constitución, que todavía prima al varón sobre la mujer en la línea de sucesión al trono, para garantizar que la hija mayor de Felipe, la infanta Leonor, nacida en 2005, sea heredera. La reforma ha sido postergada una y otra vez, situando a España en una posición de rezago respecto de otras monarquías.
Mucho se especuló con la renuncia de Juan Carlos en los últimos años, en los que la imagen de la monarquía española cayó en picada por los escándalos del propio monarca y los cargos de corrupción contra parte de su familia. La crisis económica y política del país le pasó también factura.
La última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS, estatal) daba hace un mes un suspenso claro a la institución monárquica, con un nota de 3,72 sobre 10.
Juan Carlos fue proclamado rey de España el 22 de noviembre de 1975 a propuesta de Francisco Franco dos días después de la muerte del dictador.
Agencias AFP, DPA y EFE
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