La salud del Papa: terminó la operación de Francisco por una oclusión intestinal y deberá quedar internado
El Vaticano anunció que la intervención se desarrolló “sin complicaciones” y duró tres horas; anularon todas sus audiencias generales y especiales hasta el 18 de junio
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ROMA.- Sin complicaciones, concluyó la operación a la que se sometió esta tarde el papa Francisco, de 86 años, que volvió a ser internado para solucionar una oclusión intestinal.
“La intervención quirúrgica ha terminado: se desarrolló sin complicaciones y tuvo una duración de tres horas”, anunció el Vaticano vía Telegram pasadas las 18 locales.
Después de presidir la tradicional audiencia de los miércoles en la Plaza de San Pedro, en relativa buena forma, el Papa había llegado al policlínico Gemelli después del mediodía, a bordo de su clásico Fiat 500 blanco, pero con vidrios polarizados.
Por la mañana su vocero, Matteo Bruni, había anunciado la hospitalización, que tuvo lugar el día después de controles médicos realizados en el mismo nosocomio universitario que tiene un sector destinado a los Pontífices.
Por segunda vez, el Papa fue operado por el cirujano italiano Sergio Alfieri, especialista jefe del Gemelli, experto en aparato digestivo. Romano de 55 años, Alfieri tiene gran experiencia e incluso perteneció de joven al equipo del famoso cirujano Francesco Crucitti, que salvó a Juan Pablo II después del atentado del 13 de mayo de 1981.
Tras la intervención, el Papa regresó al sector del décimo piso del Gemelli donde se encuentran las cinco ventanas del departamento pontificio -bajo la lupa de las cámaras apostadas fuera del hospital-, algo que fue considerado “una buena señal” por un médico consultado por LA NACION, que de todos modos comentó que no fueron pocas las tres horas de cirujía.
Jorge Bergoglio, que ya estuvo internado cuatro días a fines de marzo debido a una pulmonía grave, fue sometido, en anestesia general, a una “intervención quirúrgica de laparotomía y plástica de la pared abdominal con prótesis”, había adelantado Bruni.
Internado
“La operación, concertada en días pasados por el equipo médico que asiste al Santo Padre, se hizo necesaria a causa de una hernia incisional encarcelada que está causando síndromes sub-oclusivos recurrentes dolorosos y progresivos”, agregó el director de la Sala de Prensa, que también adelantó que el Papa va a estar internado “varios días para permitir la normal evolución post-operatoria y la plena recuperación funcional”.
De hecho, hizo saber que, “en forma precaucional”, quedaron anuladas todas sus audiencias generales y especiales hasta el 18 de junio.
Se trata de la tercera hospitalización del Papa en dos años: al margen de la de marzo pasado, el 4 de julio de 2021 fue operado por un problema en el intestino, en una intervención programada. Esa vez estuvo diez días internado en el Gemelli.
La operación a la que se sometió hoy estaría relacionada a esa primera intervención quirúrgica, en la que, como él contó más tarde, le removieron 33 centímetros de intestino por una diverticulitis aguda. En esa ocasión también fue sometido a anestesia general, algo que le causó severos disturbios, confesó el Papa varias veces. De hecho, nunca quiso operarse de su problemática rodilla derecha por ese motivo.
La intervención
Una médica consultada por LA NACION, que habló en condición de anonimato, consideró en base a la información disponible “muy posible” que la intervención de hoy tenga que ver con la operación de colon de julio de 2021: “Quizás eso ha creado la hernia incisional, que son como cicatrices internas que provocan fenómenos de oclusión intestinal y crean problemas en el tránsito intestinal”.
“Por eso hay que reconstruir la pared intestinal con una intervención estética que libere el intestino: tienen que quitar la parte con hernia y después poner una especie de prótesis, es decir, un tejido bastante fuerte en su lugar que contenga, para que no vuelva a suceder”, explicó. La misma fuente aseguró que “se trata de una operación muy simple, pero en un paciente mayor y frágil cualquier cirugía tiene riesgos”. Además, indicó que tocar el abdomen no es lo mismo que tocar una pierna o un brazo, ya que “adentro hay varios órganos y por ende hay un mayor riesgo de infección”.
“Justamente tratándose de un paciente mayor y frágil, deberá quedarse internado varios días bajo observación para estar seguros de que el intestino empiece a funcionar bien y que no haya ningún infección post-operatoria”, agregó.
El exceso de peso del Papa -quien en los últimos meses, debido a la falta de movimiento por su problema en la rodilla derecha, engordó algunos kilos- así como la bronquitis de fines de marzo, podrían haber provocado la hernia incisional encarcelada, dijeron otras fuentes médicas, que destacaron que toser reiteradamente y con fuerza suele causar este tipo de problemas en personas mayores.
Esta mañana, el Papa había presidido, como siempre, la audiencia general de los miércoles en la Plaza San Pedro. Entonces apareció en buena forma, saludó a los fieles dando una vuelta en papamóvil y dedicó la catequesis a Santa Teresa del Niño Jesús, patrona universal de las misiones, cuyas reliquias estaban en la Plaza y veneró.
“Su testimonio nos ayuda a seguir reflexionando sobre el celo apostólico. Teresita fue una monja carmelita descalza; desde su monasterio acompañó como ‘hermana espiritual’ a varios misioneros, con la oración y con las cartas que les enviaba. Siguiendo el ejemplo de Jesús Buen Pastor, ella intercedía por todos, especialmente por los que estaban más alejados de Dios”, evocó. “Podemos preguntarnos, ¿de dónde le venía a Teresita esa fuerza misionera y ese gran deseo de interceder por los demás? El motor, tanto para la misión como para la oración de intercesión, es la caridad, es el amor”, destacó, al saludar a los grupos hispanos.
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