La salud del papa Francisco: sigue estable, pero persisten la inflamación pulmonar y las dificultades respiratorias
El Vaticano informó que continúa tomando antibióticos, pero remarcó que el Pontífice no tiene fiebre; tuvo actividad esta mañana
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ROMA.- Los médicos pontificios evidentemente hicieron bien al pedirle al papa Francisco que anulara su viaje a Dubái para participar de la COP28, la cumbre sobre cambio climático de Naciones Unidas que comienza allí este viernes. Sus condiciones de salud, en efecto, no son de las mejores, hizo saber el Vaticano, que en un escueto comunicado difundido este miércoles poco antes de las 19 (hora local) informó que si bien sus condiciones son “estables” y está sin fiebre, “continúa con una inflamación pulmonar y con dificultades respiratorias”. Y por eso, detalló, “sigue recibiendo terapia con antibióticos”.
El comunicado no sorprendió porque ayer el vocero papal justamente había anunciado que por recomendación de los médicos el Pontífice había decidido, “con gran pesar”, cancelar su viaje a Dubái “pese a la mejoría de su cuadro clínico general”. El viaje, programado para este viernes con un vuelo de ida de casi seis horas y regreso el domingo, con cambios abruptos de temperatura, fuertes aires acondicionados, la lectura de un discurso y decenas de reuniones bilaterales, hubiera sido un esfuerzo imposible de conciliar con un estado de salud evidentemente frágil.
En realidad fue el propio Papa, que el 17 de diciembre cumplirá 87 años, quien por la mañana admitió no estar todavía recuperado, al presidir la audiencia general de los miércoles, que tuvo lugar en el aula Pablo II –es decir, en un lugar cerrado- y no en la Plaza San Pedro, justamente para que no tomara frío.
Pope Francis sounded wheezy and limited his speaking at a public event, a day after he canceled a trip to the COP28 climate summit in Dubai because of health issues https://t.co/BW7YGHjDvl pic.twitter.com/91NaEGnQNX
— Reuters (@Reuters) November 29, 2023
“Todavía no me siento bien”, dijo Francisco al principio. “Todavía tengo gripe, mi voz no es buena”, añadió. Por eso fue un ayudante, monseñor Filippo Ciampanelli, quien leyó en voz alta el texto que tenía preparado el Pontífice. Lo mismo ocurrió el domingo pasado, cuando fue otro sacerdote quien leyó la reflexión anterior y posterior a la oración mariana del Ángelus.
Si bien se lo oyó toser varias veces durante la catequesis, al final el Papa tomó el micrófono y leyó un texto en el que hizo un nuevo llamado a la paz en Medio Oriente. “Paz, por favor, paz”, dijo, al auspiciar que continúe la tregua en curso en Gaza, para que todos los rehenes sean liberados y sea aún permitido el acceso a la necesaria ayuda humanitaria.
“Hablé con la parroquia de allí [la única iglesia católica de Gaza, con la que habla todos los días] y falta agua, falta el pan y la gente sufre”, dijo. “Es gente simple, gente del pueblo que sufre. No sufren los que hacen la guerra. Pedimos paz. Y no olvidemos, hablando de paz, al querido pueblo ucraniano, que sufre mucho y aún en guerra”, pidió.
“Hermanos y hermanas, la guerra es siempre una derrota. Todos pierden. Todos, no: hay un grupo que gana mucho, los fabricantes de armas, estos ganan bien sobre la muerte de los otros”, lamentó el Papa.
En coincidencia con una abrupta baja de las temperaturas en Italia, el Papa comenzó a sentirse mal el fin de semana pasado. Debido a un leve estado gripal, suspendió todas sus audiencias el sábado, cuando, como informó el Vaticano, fue al hospital Gemelli de la Isla Tiberina, en Roma, para someterse a una tomografía axial computada. Aunque este examen excluyó una pulmonía, mostraba al mismo tiempo “una inflamación pulmonar que causaba algunas dificultades respiratorias”, según detalló este lunes el Vaticano, que precisó, además, que el Papa estaba tomando antibióticos para recuperarse.
Aunque muchos pensaron que iba a suspender todas sus audiencias, no fue así. Aunque postergó algunas citas, otras las mantuvo. El lunes recibio al presidente paraguayo, Santiago Peña -pero no en el Palacio Apostólico, sino en la residencia de Santa Marta-; el martes, al episcopado español, a quien había convocado, y este miércoles, antes de la audiencia general, a dirigentes y jugadores del equipo de fútbol escocés Celtic. También en esta ocasión otra persona leyó en su lugar un breve saludo y el Papa se excusó: “Disculpen, con este resfrío no puedo hablar demasiado, pero estoy mejor que ayer”.
Para este jueves, según adelantó el Vaticano, tiene previsto recibir en audiencia en el aula Pablo VI a miembros del comité y Fundación Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa 2023 y es probable que, en esta ocasión, nuevamente le ceda el micrófono a un colaborador para que lea su discurso.
El papa Francisco, que desde mayo de 2022 utiliza una silla de ruedas por un problema en la rodilla derecha, este año tuvo una pulmonía grave a fin de marzo, cuando debió ser internado durante diez días en el hospital Gemelli. En junio volvió a internarse en el mismo lugar para someterse a una segunda operación programada de colon, de la que se recuperó bien, según él mismo dijo públicamente en una reciente entrevista.
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