La ruptura con la UE deja herida la "era dorada" con China
La salida británica del bloque podría enfriar la relación entre ambas potencias
PEKÍN.- La última vez que se reunieron Xi Jinping y David Cameron, en octubre pasado, el primer ministro británico cortejó al presidente chino para lograr que el gigante asiático hiciera grandes inversiones en las islas. Altos funcionarios de ambas partes manifestaron que era el inicio de una "era dorada" para las relaciones bilaterales, y Londres afirmó que haría todo lo posible para que China se convirtiera en su segundo mayor socio comercial dentro de diez años.
Cuando los mandatarios se reunieron, durante una visita estatal de Xi a Gran Bretaña, ninguno esperaba que ocho meses después los británicos se manifestarían a favor de dejar la Unión Europea (UE). Ahora, mientras los políticos de las 27 naciones restantes del bloque llegan a un consenso sobre cómo abordar la situación con Gran Bretaña, China observa con atención desde lejos y evalúa qué tan fuerte será el golpe del Brexit.
"La reacción inmediata del mercado es probablemente un poco excesiva y se necesita tener calma para poder tener una visión objetiva", dijo el ministro de Finanzas chino, Lou Jiwei, durante una reunión en Pekín en la que se analizó el desplome de los mercados en todo el mundo luego del referéndum en Gran Bretaña.
Otros funcionarios respaldaron las palabras de Lou, que señaló que el impacto real sólo se conocerá en un lapso de entre cinco y diez años, y economistas del Foro Económico Mundial (FEM) estimaron que las empresas chinas que invertirán o harán fusiones esperarán a ver los avances antes de hacer nuevos negocios en Gran Bretaña.
"China invirtió miles de millones de dólares en Inglaterra", dijo Ann Lee, especialista en economía china de la Universidad de Nueva York. "Las consecuencias inmediatas son que dichas inversiones serán menos valiosas, dada la depreciación de la libra esterlina, pero aún es muy temprano para hacer una evaluación a largo plazo", añadió.
A corto plazo, la preocupación quizás está más enfocada en la devaluación del yuan. El lunes pasado, después de la votación, el Banco del Pueblo de China una vez más devaluó la moneda, la cual alcanzó una baja frente al dólar que no se había visto desde 2010. Los expertos aseguran que el valor del yuan podría seguir en caída mientras se normaliza la situación.
También se manifestaron temores de que Gran Bretaña, después de que se firme el artículo 50 del Tratado de Lisboa, se convertirá en un actor menos atractivo para los chinos dado su pequeño mercado y el hecho de que ya no será un jugador influyente en el bloque europeo. Sin embargo, el Partido Comunista Chino afirmó que las relaciones no se verían afectadas por los resultados del referéndum.
"Estamos dispuestos a trabajar de la mano de Gran Bretaña para mantener y fortalecer las relaciones bilaterales y avanzar en términos de cooperación pragmática", sostuvo Hua Chunying, vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores.
"China mostrará un interés saludable en mantener los buenos lazos económicos con Gran Bretaña, pero con seguridad se le dará prioridad a la Unión Europea (UE) cuando se trate de comercio y oportunidades de inversión", estimó Nicholas Hope, profesor de la Universidad de Stanford.
"Como país independiente, Gran Bretaña tendrá que mejorar sus opciones, abriéndose lo que más pueda al comercio y a las inversiones mutuas con China", agregó.
A pesar de que solo el 2,6% de las exportaciones chinas son destinadas a Gran Bretaña, el año pasado Xi se comprometió a hacer inversiones por 57.000 millones de dólares, y el comercio bilateral superó los 78.500 millones. Además, desde el año pasado Londres se posicionó como el mayor centro financiero a nivel mundial para la internacionalización del yuan.
"Podría -o no- seguir siendo un importante centro bancario", dijo Lee. "Pero China tiene buenas relaciones con Francia y Alemania, así que solo el tiempo dirá si surgirá otro centro financiero para competir con Londres."
Reglas de juego
Otros expertos, haciendo eco a uno de los principales motivos para llevar a cabo el referéndum, señaló que una Gran Bretaña aislada de las políticas y la burocracia de la UE podría establecer sus propias reglas de juego y firmar acuerdos exclusivos en el panorama comercial. Sería la primera vez en más de 40 años que a Londres se le presenta una oportunidad semejante con Pekín.
"Pero dada la débil posición de Gran Bretaña por fuera de la UE, no es probable que logre un tratado favorable", señaló Jonathan Sullivan, especialista en política china de la Universidad de Nottingham.
"China valora y quiere continuar su relación económica con Gran Bretaña, pero estará en una posición de exigir mejores acuerdos", advirtió Sullivan.
El gobierno de Pekín destacó que "respeta la decisión tomada por el pueblo británico" el 23 de junio pasado. Sin embargo, una columna publicada en el diario oficial Global Times sugirió que luego del resultado de la votación "se abrió una caja de Pandora".
"La pesadilla de Brexit refuerza la narrativa del Partido Comunista en cuanto a los defectos de la democracia y la incapacidad para confiar en la toma de decisiones populares para el interés de la nación", concluyó Sullivan. "No hay mucha simpatía por el gobierno británico en ese aspecto", señaló.
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