La respuesta de Harry y Meghan a una de las mayores críticas a su documental de Netflix
Los duques de Sussex difundieron un comunicado para aclarar que la búsqueda de privacidad no fue uno de los motivos de su ruptura con la monarquía, frente a las críticas sobre la contradicción entre esa decisión y la producción de la serie
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LA NACION
LONDRES.- El príncipe Harry y su mujer, Meghan Markle, recogieron el guante frente a una de las principales críticas que suscitó la difusión de los primeros tres capítulos de su serie documental en Netflix esta semana.
Los duques de Sussex dijeron que ellos nunca mencionaron la privacidad como una razón para alejarse de la Casa Real, según un comunicado de su secretaria de prensa, después de que se reprodujeran críticas a la contradicción de huir de la vida pública y luego hacer un documental sobre su intimidad.
Según el comunicado, condignado por la cadena BBC, se creó una “narrativa distorsionada” sobre la renuncia de Harry, el hijo menor del rey Carlos III, y su mujer a sus deberes reales en enero de 2020.
La decisión de la pareja se anunció en ese momento en dos declaraciones coordinadas de los duques de Sussex y del Palacio de Buckingham.
Entonces, Harry y Meghan dijeron: “Ahora planeamos equilibrar nuestro tiempo entre el Reino Unido y Estados Unidos, y continuaremos honrando nuestro deber con la Reina, la Commonwealth y nuestros patrocinios”.
“Este equilibrio geográfico nos permitirá criar a nuestro hijo con un aprecio por la tradición real en la que nació, al tiempo que brinda a nuestra familia el espacio para concentrarse en el próximo capítulo, incluido el lanzamiento de nuestra nueva entidad benéfica”, continuaba el texto.
La lectura general en ese momento fue que la pareja real dejaba el Reino Unido por la intrusión de la prensa, en particular la que afectaba a su hijo recién nacido, Archie, un tema que es ni más ni menos el foco del primer capítulo de Harry & Meghan.
Por eso, el debate en torno a la privacidad de la pareja se reeditó con la publicación del documental, en el que la pareja muestra imágenes de su vida privada y cuenta intimidades de la Casa Real.
Dickie Arbiter, exsecretario de prensa de la difunta reina Isabel II, fue uno de los que marcó la contradicción. “Se fueron porque querían privacidad”, dijo a GB News. “Bueno, [no hay] tanta privacidad en este documental porque estamos viendo muchas fotografías familiares”.
“Han ido en contra de sus propios reclamos y detonado su propia política de privacidad”, dijo otra fuente en los medios locales.
Por comentarios como este fue que la secretaria de prensa global de los Sussex, Ashley Hansen, dijo en una declaración escrita: “El duque y la duquesa nunca mencionaron la privacidad como la razón para dar su decisión. Esta narrativa distorsionada tenía la intención de atrapar a la pareja en el silencio”.
“De hecho, su declaración anunciando su decisión de dar un paso atrás no menciona nada de privacidad y reitera su deseo de continuar con sus roles y deberes públicos. Cualquier sugerencia de lo contrario habla de un punto clave de esta serie”, dice el texto.
“Ellos están eligiendo compartir su historia, en sus términos y, sin embargo, los tabloides han creado una narrativa completamente falsa que impregna la cobertura de prensa y la opinión pública. Los hechos están justo frente a ellos”, concluye.
Contra los medios
En la serie, Harry y Meghan lanzaron una dura acusación contra los medios de comunicación británicos y el racismo que, en su opinión, rodeó la cobertura de su relación.
A través de entrevistas con la pareja, así como con sus amigos y expertos en cuestiones de raza y medios de comunicación, los primeros tres episodios de Harry & Meghan analizan la estrecha relación entre los diarios sensacionalistas y la familia real, y a la vez discuten la historia del racismo en el Imperio Británico y cómo todavía impregna a la sociedad.
Los episodios no incluyen puntos de vista contrarios y no hay respuesta de ninguna de las organizaciones de medios mencionadas. El Palacio de Buckingham se negó a comentar.
El trato de los medios hacia Meghan -y lo que la pareja percibió como una falta de apoyo de las instituciones reales ante esta cobertura- estaba en el centro de sus quejas cuando renunciaron a sus deberes reales hace casi tres años y se mudaron al sur de California. Promocionada con dos adelantos editados dramáticamente que insinúan una “guerra contra Meghan”, Harry & Meghan es el último esfuerzo de la pareja para contar su historia.
En 2018 el matrimonio de Harry con Meghan Markle, una actriz estadounidense mestiza, fue visto como un impulso a los esfuerzos de la familia real para entrar al siglo XXI y hacerla más representativa de una nación multicultural. Pero el cuento de hadas, que comenzó con una ceremonia repleta de estrellas en el Castillo de Windsor, pronto se agrió entre historias de que Meghan era egocéntrica y acosaba a su personal.
Netflix estrenó los primeros tres episodios de una hora el jueves y los otros tres se estrenarán el 15 de diciembre. La serie incluye diarios en video grabados por Meghan y Harry -aparentemente en sus celulares- en marzo de 2020, en medio de la amarga separación entre la pareja y la familia real.
Es “mi deber develar la explotación y el chantaje” que ocurre en los medios británicos, dice Harry en un mensaje. “Nadie sabe toda la verdad”, añade. “Nosotros conocemos toda la verdad”.
La serie cuenta al inicio la historia del noviazgo de Harry y Meghan y el entusiasmo que recibió en un principio su relación. Pero el tono cambia cuando Harry relata el intenso escrutinio de los medios que enfrentó Meghan, el cual le recordó la forma en que su madre, la princesa Diana, fue tratada antes de morir en un accidente automovilístico cuando era perseguida por fotógrafos.
“Ver a otra mujer en mi vida a la que amo pasar por esta cobertura mediática agresiva... eso es difícil”, dice Enrique. “Es básicamente el cazador contra la presa”.
Agencia AP
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