La República Checa y Rusia reabren un antiguo conflicto y se enredan en la expulsión cruzada de diplomáticos
El país apuntó a los servicios de inteligencia rusos como responsables de dos explosiones en 2014 y expulsó a diplomáticos; Moscú anunció que tomaría represalias y despidió al personal checo
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PARÍS – En plena pulseada con Washington, para el presidente ruso Vladimir Putin se abre un nuevo frente de conflicto con Occidente. Ayer Praga acusó a Moscú de estar implicado en la explosión de un depósito de municiones en 2014 y anunció la expulsión de un importante número de diplomáticos. Hoy Rusia contraatacó y despidió a personal de la embajada checa en el país.
“El gobierno checo expulsará a 18 empleados de la embajada de Rusia, que sus servicios de inteligencia identificaron como agentes de los servicios de espionaje de Moscú”, anunciaba ayer Jan Hamacek, ministro interino de Relaciones Exteriores de ese país.
En respuesta, las autoridades rusas hicieron el anuncio después de que el embajador checo en Moscú, Vitezslav Pivonka, fuera convocado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia. Se le informó “a Pivonka que 20 funcionarios de la embajada checa en Moscú habían sido declarados ‘persona non grata’”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
El primer ministro Andrei Babis explicó que República Checa “tenía pruebas irrefutables” que implican a agentes de la unidad 29155 del GRU, los servicios de inteligencia militar de Rusia, en una explosión de 50 toneladas de municiones en un depósito en Vrbetice, al este del país. El atentado provocó la muerte de dos personas el 16 de octubre de 2014. El 3 de diciembre del mismo año, 13 toneladas de municiones también explotaron en forma inexplicada.
“La explosión provocó inmensos daños materiales y puso en peligro la vida de numerosas personas. Pero sobre todo mató a dos compatriotas”, agregó Babis, precisando haber recibido la información el viernes, sin explicar por qué esta llegó tanto tiempo después.
Rusia había anunciado ayer adoptaría “medidas de retorsión” contra República Checa, advirtió el ministerio de Relaciones Exteriores. Según un comunicado, la decisión de expulsar a 18 empleados de la embajada está “basada en excusas infundadas e inverosímiles sobre la participación de agentes rusos de los servicios especiales en la explosión de 2014 en el depósito militar de Vrbetice”. “La imputación es todavía más absurda si se tiene en cuenta que el gobierno checo había acusado previamente de la explosión a las compañías propietarias de los depósitos”, agrega el texto.
Pero lo más asombroso del caso es que, simultáneamente, la unidad checa responsable del crimen organizado (NCOZ) difundió las fotos de dos hombres portadores de pasaportes rusos: Alexander Petrov, nacido en 1979, y Ruslan Bachirov, nacido en 1978, ambos identificados por Gran Bretaña como “los envenenadores” en 2018 del ex agente doble Sergueï Skripal y de su hija con Novitchok, con una substancia neurotóxica altamente letal.
“Ambos hombres estaban presentes en territorio checo en octubre de 2014” cuando se produjo la explosión de Vrbetice, afirma el NCOZ, agregando que también tenían pasaporte de Tayikistán y de Moldavia.
“Nos encontramos en una situación similar a la del Reino Unido inmediatamente después del intento de envenenamiento en Salisbury”, reconoció el ministro Hamacek, precisando que había convocado al embajador ruso, Alexandre Zmeïevski, para ayer a la noche.
Moscú siempre negó toda implicación en el atentado de Salisbury, mientras que los dos hombres identificados como Petrov y Boshirov argumentaron que había visitado brevemente la histórica catedral de esa ciudad como “simples turistas”. A su vez, Putin declaró que ambos hombres identificados como sospechosos por los británicos “no eran criminales”.
Estas revelaciones “afectarán las relaciones ruso-checas”, reconoció Hamacek, que acababa de remplazar en forma interina a su homólogo proeuropeo Thomas Petricek, conservando al mismo tiempo su cartera de ministro del Interior.
Destituido por oponerse a la distribución de la vacuna rusa Sputnik V contra el Covid, Petricek también había criticado una eventual participación de Rusia en un proyecto en el sector nuclear.
El Kremlin denuncia una serie de acciones anti-rusas adoptadas por República Checa en estos últimos años. Una situación que —a su juicio— es resultado de la interferencia de Estados Unidos. Según el ministerio de Relaciones Exteriores ruso, estas expulsiones son parte de “un esfuerzo (checo) por congraciarse con Washington (…). El gobierno checo incluso ha superado a sus amos transatlánticos en este caso”, concluye.
La administración del presidente Joe Biden anunció el jueves pasado una nueva ola de sanciones contra Rusia, a quien acusa de ser responsable de masivos ciberataques e injerencias en la elección presidencial norteamericana de noviembre. Moscú sigue desmintiendo toda implicación y, a su vez, respondió a Washington con la expulsión de diez diplomáticos de la embajada de Estadios Unidos en Rusia.
Un día antes del anuncio checo e inmediatamente después que Estados Unidos informara sobre las sanciones contra Moscú, Polonia decidió a su vez la expulsión de tres diplomáticos rusos acusados de “acciones hostiles”.
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