La región coordina más acciones para contener el éxodo de venezolanos
LIMA.- Obligados a huir por la debacle de su país, miles de migrantes venezolanos en tránsito comenzaron a encontrarse con fronteras mucho menos amigables en los países de la región, que tras varios meses de políticas de puertas abiertas ahora se endurecen y coordinan medidas conjuntas para contener la crisis humanitaria.
Al mismo tiempo, mientras se extienden los controles, la situación llevó ayer a la Organización de los Estados Americanos (OEA) a convocar a una sesión extraordinaria de su consejo permanente "para considerar la crisis migratoria originada por la situación en Venezuela", el 5 de septiembre próximo en la sede del organismo, en Washington.
Desde la exigencia de documentos inaccesibles hasta el envío de soldados a los puestos fronterizos, los distintos gobiernos agudizan el ingenio burocrático, informático y militar para menguar el flujo de venezolanos. Según estimaciones de la ONU, unos 2,3 millones de personas dejaron el país desde 2014.
Ecuador, primero, y Perú, después, exigen desde la semana pasada la presentación de pasaportes a los venezolanos que se agolpan en las fronteras, un documento difícil de sacar en Caracas, por el laberinto burocrático y por la pura y simple falta de papel, ejemplo del desabastecimiento de todo tipo de insumos básicos bajo el gobierno chavista.
Brasil ordenó anteayer el despliegue de militares en el estado norteño de Roraima, que limita con Venezuela, a fin de "garantizar la seguridad de los inmigrantes". Pero 24 horas después llegó un segundo anuncio menos humanitario: el presidente Michel Temer adelantó que podrían "distribuirse números" para limitar el flujo de migrantes.
Por su parte, los miembros de la Comunidad Andina -Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú- se reunieron ayer de emergencia en la sede de la secretaría general en Lima para armonizar procedimientos para el "ingreso ordenado, seguro y responsable de la masiva migración venezolana".
Colombia y Perú, los mayores receptores de migrantes venezolanos, dieron la señal de largada al acordar entre ellos la creación de una base de información conjunta. "Esta base de datos inicialmente operará con la información de Perú y Colombia. Ya hay países que manifestaron su interés en esta base. Invitamos a Brasil y a Ecuador", señaló el jefe de migraciones colombiano, Christian Krüger.
En Colombia hay un millón de venezolanos; la mayoría ingresó en los últimos tres o cuatro años, y en Perú totalizan cerca de 420.000. Ecuador, que al principio no era más que un corredor de paso hacia los más prometedores destinos de Perú y Chile, se volvió últimamente un fin en sí mismo y son 200.000 los migrantes que se instalaron en ese país luego de dejar atrás la desolación chavista.
Los inmigrantes demandan alimentación, hospedaje, salud, educación y trabajo, bienes siempre escasos en los países de la zona, y mucho más con el incesante flujo de venezolanos que cruzan las fronteras y atraviesan miles de kilómetros en ómnibus e, incluso, a pie.
Venezuela, de 30 millones de habitantes, atraviesa una crisis con hiperinflación y recesión, pero funcionarios del gobierno sostienen que las imágenes de miles de venezolanos caminando por las rutas de Colombia y Ecuador son un montaje de la "derecha" y los gobiernos amigos de Washington.
Mezcla de verdadera emergencia de salud y probable disfraz de nuevos controles, empiezan a aflorar, además, entre los vecinos de Venezuela, disposiciones de emergencia por razones sanitarias.
Perú declaró anteayer emergencia en varios distritos en la frontera con Ecuador por el "peligro inminente" para la salud debido al masivo ingreso de venezolanos. La emergencia, que se extenderá por 60 días, fue declarada para los distritos de Aguas Calientes, Zarumilla y Tumbes.
La medida busca "la ejecución de acciones inmediatas y necesarias de reducción del muy alto riesgo, así como de respuesta y rehabilitación si el caso lo amerita", señaló el decreto del presidente Martín Vizcarra. También Ecuador decidió ampliar su estado de emergencia por 30 días en las provincias fronterizas con Colombia y Perú.
El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, comparó la crisis de los migrantes venezolanos con el éxodo de civiles que escapan de la guerra en Siria. "Está llegando a una magnitud similar a la de Siria. Esto crece todos los días y la comunidad internacional por fortuna está adquiriendo nueva conciencia respecto de la magnitud de la crisis y la urgencia de vincularse mediante recursos y mecanismos de cooperación eficaz", señaló el canciller.
Agencias AFP, AP, ANSA y Reuters
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