La reacción del papa Francisco después de que un hombre interrumpiera a los gritos su audiencia general
“¡Esta no es la Iglesia de Dios!”, gritó en inglés una persona, mientras agitaba su barbijo; luego fue escoltado afuera de la sala Pablo VI
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LA NACION
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco fue sorprendido este miércoles mientras leía su catequesis en la audiencia general en el Vaticano cuando un hombre lo interrumpió a los gritos y agitando su barbijo.
La audiencia semanal que el Pontífice celebra cada miércoles transcurría con normalidad en la Santa Sede frente a miles de personas, cuando un hombre, que estaba sentado en la parte trasera de la sala Pablo VI, se levantó de su asiento y comenzó a vociferar contra la Iglesia y contra el uso del tapabocas.
“¡Esta no es la Iglesia de Dios!”, se lo escuchó decir en inglés, agitando su barbijo negro que se acababa de sacar. Aunque por momentos sus frases no llegaron a entenderse, testigos escucharon que el hombre mencionó la palabra “tapabocas”.
El hombre, que parecía tener entre unos 40 y 50 años de edad, fue rápidamente retenido por la policía del Vaticano y escoltado fuera de la sala para que Francisco pudiese continuar con normalidad.
La respuesta del Papa
Sin embargo, tras el incidente, el Papa - que no está claro si logró entender todo lo que decía el hombre- pidió a los presentes que se unieran a él para rezar por la salud de esa persona.
“Hace unos minutos escuchamos a un hombre que gritaba, chillaba, que tenía algún tipo de problema, no se si físico, psicológico o espiritual, pero es un hermano nuestro que tiene un problema”, comenzó.
“Quisiera terminar rezando por él, por nuestro hermano que sufre, pobre hombre, porque si gritaba es porque sufre”, les dijo a los presentes. “No seamos sordos a las necesidades de este hermano”.
La audiencia
Durante la ceremonia de hoy, el papa Francisco rindió homenaje a los atletas paralímpicos y refugiados, al ofrecer sus mejores deseos para los Juegos Olímpicos de Pekín y llamó al deporte a “hacer un mundo más fraterno”.
“Ganaremos juntos la medalla más importante si el ejemplo de los atletas con discapacidad ayuda a todos a superar prejuicios y miedos y hace que nuestra comunidad sea más acogedora e inclusiva”, dijo.
El Pontífice aseguró que se siente conmovido por las historias personales de los atletas refugiados: “Que su testimonio ayude a alentar a las sociedades civiles a abrirse con una confianza cada vez mayor a todos, sin dejar a nadie atrás”, agregó.
Agencias AP y Reuters
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