La prohibición de retratar a Mahoma, un tabú de orígenes dudosos
NUEVA YORK.-Muchos musulmanes molestos por las caricaturas de Mahoma publicadas por Charlie Hebdo argumentan que el tema no es la libertad de expresión, sino el insulto a la figura religiosa reverenciada por un cuarto de la población mundial. Menos claros resultan los orígenes de la objeción musulmana a la representación visual, insultante o no, del profeta y de personas sagradas de cualquier religión.
Esa objeción, que los militantes islamistas señalan como una de las razones de su letal ataque contra la revista francesa, tiene sus raíces en el Corán, que desaprueba la creación de imágenes por considerarlas una idolatría degradante para con Dios.
Pero los eruditos y expertos legales del islam dicen que el Corán no prohíbe explícitamente la creación de imágenes, y que si bien algunas ramas del islam lo consideran un pecado, en otras no lo es, y menos un acto que le merezca a alguien la muerte. Es más, esos expertos señalan la prolífica historia de formas del arte islámico que incluye representaciones celebratorias de Mahoma.
La objeción respecto de las imágenes del profeta, así como la representación de cualquier ser con alma, ha ido evolucionando con el tiempo y ha sido interpretada de diferentes maneras. La idea se basa en el Hadith, una colección de tradiciones que contienen dichos y prácticas de Mahoma, y otros principios islámicos, opiniones legales y textos que ayudaron a dar forma a la sharia, el código de comportamiento musulmán.
"Entre los musulmanes, existe un disgusto cultural fuerte con las imágenes de cualquier criatura conectada con la divinidad. Eso incluye a todos los profetas, a Dios y a los ángeles", dice Asifa Quraishi-Landes, profesora de la Universidad de Wisconsin. "Eso está fuertemente vinculado a la desaprobación musulmana hacia la idolatría y a la preocupación de que la existencia de dichas imágenes conduzcan a la adoración de cualquier otra cosa que no sea Dios."
Abed Awad, abogado de Nueva Jersey, reconocido experto en legislación islámica, dijo que la objeción iconoclasta no es para nada absoluta, pero que siempre fue más fuerte en la rama sunnita del islam.
"El argumento moderno que dan los sunnitas sobre la prohibición es que la representación visual de los profetas puede contribuir a degradarlos, a socavar su dignidad e integridad, y que podría ser utilizada como una excusa para el escarnio y la burla", dijo. La rama chiita, explicó Awad, es más flexible sobre la cuestión, y no prohíbe explícitamente la representación del profeta.
La receptividad de Occidente para con las objeciones musulmanas tiene una historia que es ambigua, particularmente respecto de las representaciones favorables de Mahoma.
En Nueva York, por ejemplo, una estatua del profeta adornó durante 50 años los techos de un tribunal adyacente al Madison Square Garden, hasta que fue retirada en 1955. Pero en 1997 una coalición de grupos de defensa de los derechos musulmanes fracasó en su intento de lograr el retiro de un friso con una figura que se asemeja a Mahoma sobre la sala principal de la Corte. El profeta es uno de los 18 venerados legisladores que decoran el interior de la recámara.
Traducción de Jaime Arrambide
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